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La Firma de F1 VAVEL. El club de los malditos

Bienvenidos a una nueva edición de la firma de F1 VAVEL. Valoraciones acerca de la actuación de los diferentes protagonistas del Gran Premio de Japón 2015, 14ª prueba puntuable del Mundial de Fórmula 1.

La Firma de F1 VAVEL. El club de los malditos
La Firma de F1 Vavel. El club de los malditos | Fotomontaje: Alejandro Mateos
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Por Alberto Antonio Lluva

El Gran Premio de Rusia de 2015 ha confirmado lo que viene sucediendo desde el primer gran premio de Rusia, celebrado en 1913, el triunfo de un Mercedes-Benz. Bromas aparte, Lewis Hamilton ha vuelto a demostrar por qué es el líder del mundial y por qué va a ganar el segundo campeonato de forma consecutiva y el tercero de su carrera deportiva. El inglés ha realizado una carrera sin brillo, pero sin errores, simplemente ha llevado el coche a la meta y eso, si es un Mercedes, es sinónimo de victoria.

Lewis Hamilton no ha sido, desde luego, un piloto maldito en Rusia. Todo lo contrario podrían decir Valtteri Bottas, Nico Rosberg, Fernando Alonso y, sobre todo, Carlos Sainz. Al contrario que el Gran Premio de Rusia de 2014, una carrera plana y sin emoción, el de 2015 ha vivido la lucha por el podio hasta la última vuelta. Y durante toda ella, los cuatro malditos han ido cayendo uno a uno, e incluso después, como le ha sucedido al piloto de McLaren Honda.

Fuente: @SkySportsF1

El domingo se presentaba prometedor para Nico Rosberg. Con la pole en su mano y con la certeza de que ganar el mundial no dependía sólo de él, el alemán únicamente debía pensar en hacer una carrera sin errores y ganar. Y su actuación fue excelsa, aguantando al todopoderoso Lewis en la salida y sus intentos de pasarle en la primera vuelta. Pero contra la maldición de las averías no se puede luchar. Esta vez, fue el acelerador el que no quiso dejar a Nico ganar. Increíble y frustrante al mismo tiempo. Siete vueltas liderando en Sochi para abandonar sin, siquiera, poder poner luchar por ganar.

El sábado, toda la Fórmula 1 contuvo la respiración durante un cuarto de hora. Carlos Sainz había impactado contra las protecciones en la segunda zona más rápida de Sochi y no salía por su pie. Tampoco había comunicación por radio que tranquilizara a aficionados y a familiares. Pero Carlos quiere parecerse en todo a su ídolo y, como Fernando Alonso en Interlagos 2003, levantaba el pulgar de su mano derecha mientras era introducido en la ambulancia que lo llevaría al hospital.

Pronto se descartó cualquier tipo de lesión del joven madrileño. Es más, muy pronto se comenzó a especular con que podría competir el domingo, algo que acabó por confirmarse. Así pues, la carrera se presentaba para el español como un regalo inesperado tras ver su accidente del día anterior. Sin errores, Carlos fue subiendo posiciones y, tras el segundo coche de seguridad, su acertada estrategia de parar pronto le valió para situarse en la séptima posición de cara a los últimos giros.

Todo parecía ir bien hasta que un humo negro comenzó a vislumbrarse en el neumático delantero izquierdo en las frenadas. El equipo le advirtió de que sus frenos comenzaban a sufrir serio peligro, pero no le paró. En la vuelta 44, un primer aviso en forma de trompo le confirmó al desdichado piloto que algo no iba bien. Una vuelta más tarde, le estallaba el disco en plena frenada, accidentándose en la misma curva que el sábado. El fin de semana de Carlos pasó del monoplaza al hospital y de este a una carrera donde los puntos eran factibles, pero el hado no quiso que así fuera.

Fuente: @F1

El tercero de los malditos, Valtteri Bottas, puede haber vivido una de sus carreras más frustrantes en Fórmula 1. De marchar segundo a verse impedido por el tráfico tras pasar por boxes, a pocas vueltas del final, consiguió desembarazarse de un lento Daniel Ricciardo para colocarse cuarto. Con las ruedas mucho más nuevas que las de Sergio Pérez, que marchaba tercero, se lanzó a por el mexicano como si le fuera la vida en ello.

En su adelantamiento, le facilitó a Kimi Räikkönen, que era su sombra en su lucha por el podio, pasar también al piloto tapatío, lo que sería su ruina nueve curvas después. Después de haber ido a contracorriente durante casi toda la prueba debido a una estrategia errónea y tener que remontar, el piloto de Williams por fin tenía el podio merecido. Pero Kimi Räikkönen le iba a apartar de su segundo cajón del año. En un movimiento cuanto menos optimista, el de Ferrari le iba a lanzar contra el muro, acabando con las opciones de ambos. Remar contra viento y marea para morir en la orilla, tal cruel ha sido la participación de Valtteri en Sochi.

¿Y qué decir de Fernando Alonso? La maldición que persigue al ovetense en este 2015 parece no tener fin. Después de una nueva carrera sin brillo, había vuelto a dejar una frase por radio para el recuerdo al alabar “el sentido del humor” de Mark Temple, su ingeniero de pista, al comunicarle que podía luchar con Felipe Massa por posición hasta el final de la carrera. Como consecuencia de los abandonos de las últimas vueltas de Carlos Sainz, Daniel Ricciardo y Valtteri Bottas, el español cruzó la meta en décima posición. Pero ni así puede celebrar estas pequeñas victorias, ya que una posterior sanción de cinco segundos por exceder los límites en la curva 16 le dejaba undécimo.

El Gran Premio de Rusia de 2015, en resumen, ha dejado más de lo que se podía esperar después de una carrera de 2014 decepcionante. A destacar, el protagonismo desmedido que Vladimir Putin ha tenido por segundo año consecutivo en la realización de la FOM. Incluso, el presidente ruso ha llegado a estar en la habitación de los pilotos que precede al podio.