El nuevo sistema de clasificación ha resultado un absoluto fracaso. Este nuevo sistema en lugar de generar más emoción, lo que iba a ocurrir es que durante los tres últimos minutos de la última tanda no hubiera coches en la pista. La pole position de Lewis Hamilton y el segundo puesto de Nico Rosberg quedó asegurado mucho antes de la conclusión de la Q3.
El nuevo sistema se basa en la eliminación individual de los pilotos en intervalos de 1,5 minutos en las tres tandas, hasta que quedan los dos últimos pilotos que se juegan la pole entre ellos. Tras este insulto al espectáculo, la organización no ha tardado en dar un paso atrás y volver al formato anterior de calificación en Bahréin.
Sebastian Vettel ha dado un paso al frente y ha mostrado sus impresiones tras lo sucedido: "La calificación era una broma y no porque no deberíamos haberlo tenido (el nuevo formato) en primer lugar. Es bueno ver que cuando algo no funciona, de inmediato volvemos atrás, pero, de nuevo, no es bueno permitirnos que algo así suceda".
Además el tetracampeón no se marchó sin lanzar un palo a la organización: "Creo que necesitamos trabajar en el proceso de toma de decisiones y en la gente que va a dar ideas sobre qué hacer para mejorar porque lo del sábado fue una vergüenza y sólo se puede pedir perdón a las personas que lo están viendo en la grada".
Este sistema ya ha quedado olvidado y con esto se espera que la emoción vuelva a la clasificaciones. Lewis Hamilton pasará a la historia como primer y único ganador con este fracaso de sistema clasificatorio. Habrá que ver si en el circuiro de Bahréin alguien realiza la complicada tarea de arrebatarle la pole.