El actual campeón del mundo volvió a demostrar por qué carga ese título a sus espaldas. Tras un primer intento fallido en la Q3, en el que cometió un error en la última curva y se fue largo, fue capaz de afrontar una nueva vuelta aún más motivado, adjudicándose así la 'pole' número 51 de su carrera en la categoría reina del automovilismo y arrebatándosela, en este caso, a su compañero de equipo por tan solo 77 milésimas de segundo. Por si fuera poco, el británico ha destrozado el récord de clasificación en el circuito de Baréin (pertenecía a Michael Schumacher desde 2004) ayudado por la rápida evolución que han experimentado los monoplazas en los últimos años , disminuyendo los cilindros en los motores y aumentando el rendimiento: "Naturalmente, es el desarrollo del coche, y un poco también los neumáticos, que parece que están funcionando muy bien este fin de semana, así que en ese punto parece que estamos por delante del año pasado. Nuestro coche, globalmente, y también el resto de coches, han mejorado en cuanto a potencia", aclaraba Hamilton tras bajarse del coche.

Una vez más, Mercedes volvió a demostrar a todos que, cuando se da paso al fuego real, no hay nadie que pueda con ellos en la sesión de clasificación. Sebastian Vettel, su inmediato perseguidor, se ha quedado a más de medio segundo del mejor registro. Sin embargo, el inglés recordó que la carrera de mañana puede tener un guion distinto después de las magnificas salidas que Ferrari ha demostrado que es capaz de hacer: "La carrera será algo diferente, sobre todo porque el consumo de neumáticos es diferente, pero a una vuelta esperas que seamos más rápidos, nos ayuda que vayamos más rápido".

Por último, Lewis ha sido prácticamente el único que ha criticado duramente el nuevo formato de clasificación: "En verdad, para mí no hay ninguna diferencia, sales y, aunque cambian las posiciones a nosotros no nos afecta mucho, tienes salir y hacer tu vuelta perfecta, y lo haces antes".