Desgraciadamente, en los últimos años han sido unas cuántas las escuderías que se han visto obligadas a abandonar la Fórmula 1 por temas económicos. Se vio con la primera y única escudería española hasta el momento, HRT, en 2012 y con Caterham una temporada más tarde. Hasta la marca japonesa Toyota se vio obligado a dejar el Gran Circo, también, por los problemas económicos, o incluso encontramos el caso de BMW que también dejó la F1, eso sí, por motivos bien distintos a los nombrado anteriormente. Mil historias distintas pero con el mismo desenlace: el adiós a la F1.
Y es que los fantasmas del pasado vuelven a la Fórmula 1, siendo ahora Sauber. En la escudería suiza, en pretemporada, ya se habló de la mala situación económica en la que se encontraban, pero han participado en las dos primeras carreras de la temporada. No obstante, puede que esto no dure en mucho tiempo, por lo que fuentes ya hablan de que la modesta escudería no correrá el GP de China.
Además de los problemas económicos, el Sauber de este año presenta otros problemas a nivel deportivo, sobre todo a nivel aerodinámico. A pesar de ello, en la unidad de potencia no tienen ningún problema, ya que los suizos cuentan con el propulsor de Ferrari de este año. Incluso el brasileño de Sauber, Felipe Nasr, llegó a decir en el GP de Bahréin por radio: "¡El coche es muy difícil de conducir!", algo que demuestra la desesperación de sus dos pilotos.
El empresario dedicado a los patrocinios en la F1, Zak Brown, ha comentado que tener una escudería de F1, a día de hoy, supone tener una gran cantidad de costes. "Los costes son, para mí, el principal y mayor problema que provoca que aparezcan otros. Tenemos una industria que está subiendo mucho los costes y colectivamente no todos son capaces de recolectar esas cantidades y mantenerlo todo bajo control", explicaba.
En los próximos días se sabrá con exactitud si la escudería suiza consigue superar sus problemas económicos, aunque en Sauber ya saben que se encuentran ante una difícil situación ya que también tienen que lidiar con sus malos resultados.