Felipe Nasr ha comenzado la temporada 2016 de Fórmula Uno con dos roscos debido al escaso rendimiento de su monoplaza en los Grandes Premios iniciales, en Albert Park y Sakhir terminando decimoquinto y decimocuarto respectivamente. Cabe destacar que en el del país árabe quedó por detrás de Pascal Wehrlein con el Manor, que su nivel de crecimiento ha sido tan ascendente en mayor parte gracias al motor que le proporcionan los actuales campeones del mundo, Mercedes. El carioca no ha podido igualar los resultados del año pasado tras dos carreras, quinto y octavo, lo que sumaba un total de catorce puntos finalizando el campeonato con el doble de puntos.
En 2015 el ‘12’ era la primera vez que iba a correr en el trazado de Shanghai y recuerda su primera experiencia de forma eficiente y desea poder a la altura e intentar cazar algún punto: "Mi primer fin de semana, además de mi primer Gran Premio en el circuito internacional de Shanghai fue bastante positivo el año pasado. Mejoramos el coche durante los tres días y después de un diez en la clasificación, terminé la carrera en la octava plaza. Espero que el equipo fuera capaz de resolver los problemas que tuve con el C35 en Bahréin. El objetivo, claramente, es ser más competitivos. Estoy deseando que llegue el GP de China para ver si las características de la pista se adaptan bien a nuestro coche".
Lo cierto es que el equipo Sauber afronta un año complicado debido a los problemas económicos que tiene desde los test en Montmeló, de ahí que el monoplaza de esta temporada lo llevasen desde la segunda semana de pruebas en el trazado catalán. Tras la incógnita de saber si estarían en este Gran Premio que finalmente sí correrán, sólo queda saber si aguantarán hasta el final del mundial de la categoría reina del automovilismo.