El Gran Circo volvía, tras una semana de descanso, a uno de los ya habituales circuitos en el calendario de Fórmula 1, el GP de China. Un Gran Premio que, desde 2004, se ha disputado ininterrumpidamente. Un circuito singular tanto dentro como fuera de la pista, que nos ha dejado, a lo largo de su historia, imágenes inolvidables. Aquí hemos podido ver la última victoria del kaiser y la primera de Nico Rosberg. O, incluso, la primera pole y victoria, con doblete incluido, de una de las grandes escuderías en la actualidad como es Red Bull. No obstante, el trazado Chino no ha visto solo victorias con un significado relevantes, ya que fue aquí mismo donde, en 2007, Hamilton tiró a la basura el que hubiese sido su primer mundial de Fórmula 1. El inglés llegaba a la penúltima carrera de la temporada con 12 puntos de ventaja sobre su compañero en McLaren, Fernando Alonso, y 18 sobre Kimi Räikkönen. Pero una salida de pista, cuando estaba entrando en boxes, hizo que se quedase “enganchao” en la gravilla. Todo lo que ocurriría después es historia de la Fórmula 1. Una historia que terminó con un final feliz para el finlandés de Ferrari, Kimi Räikkönen, quien consiguió su primer y único mundial de Fórmula 1. Lo sorprendente es que Kimi aventajó en solo un punto a los dos pilotos de McLaren, Fernando y Lewis. Pero no todo han sido malas noticias para Hamilton, ya que es el piloto con más victorias en China, cuatro. Ni para Fernando Alonso, quien consiguió la victoria aquí en 2006 y 2013.
El fin de semana en China arrancó con unos entrenamientos libres algo distinto. Los Ferrari dominaban al principio, pero estaba claro que los Mercedes se estaban guardando un as que tenían bajo la manga. Las flechas plateadas no destacaban en un viernes que supuso la vuelta de Fernando Alonso a los circuitos. El piloto asturiano volvía tras el brutal accidente que sufrió en el GP de Australia, y que le impidió disputar el GP de Bahréin, con dolores en su espalda, pero con muchas ganas de hacerlo bien. El español no estuvo, en ningún momento, entre los diez primeros, pero su McLaren no daba malas sensaciones en un circuito, a priori, no favorable para los de Woking. Ya en la tercera sesión de libres, la lluvia impidió que se desarrollase con normalidad la actividad en pista y algunos de los pilotos decidieron ni salir a rodar una sola vuelta.
En China pudimos ver la vuelta del formato de clasificación de 2015, ya que los equipos se mostraron a favor de cambiar el sistema de calificación que se empleó en las dos primeras carreras de la temporada. La clasificación empezó sobre mojado, pero sin la presencia de la lluvia. La situación era peligrosa y se demostró con el incidente del alemán Pascal Wehrlein, que provocó la salida de la primera bandera roja de la sesión. El piloto de Manor no pudo controlar su coche y se fue directo al muro de la recta principal del trazado chino. Pero no solo Wehrlein tuvo problemas en la calificación, ya que vimos como el actual campeón del mundo, Lewis Hamilton, sufría algún tipo de problema en el ERS de su Mercedes. El inglés no pudo completar ninguna vuelta y se vio obligado a bajar de su coche. Ya en la Q2, pudimos ver como la bandera roja volvía a salir. Esta vez el culpable fue la rueda delantera izquierda del Force India de Nico Hülkenberg. Los mecánicos no le apretaron bien el neumático y salió disparado, lo que obligó al alemán a bajarse de su monoplaza. Este incidente impidió que pilotos como Fernando, que estaban fuera de la Q3, intentasen buscar una nueva vuelta con la que pasar a la última sesión de la clasificación. Ya en la Q3, otra vez Mercedes se llevó la pole. Nico Rosberg consiguió su primera pole de la temporada, seguido de un sorprendente Ricciardo, Räikkönen y Vettel. En cuanto a los españoles, Carlos Sainz acabó octavo y Fernando Alonso duodécimo, pero la sanción a Hulkenberg permitió que avanzara una posición en parrilla.
La carrera fue otra marcha triunfal para el Rosberg. El alemán puso tierra de por medio desde el principio para conseguir la tercera victoria de la temporada, de forma consecutiva. Por detrás, Vettel tocó a Räikkönen en la salida, arruinándole totalmente las opciones de podio. Los dos Red Bull hicieron una magnífica salida en la que Ricciardo se colocó primero y Kvyat tercero, pero un problema en la rueda trasera izquierda de su Red Bull hizo que tuviera que entrar en boxes. Los trozos de goma que había en las pista hicieron que saliese el coche de seguridad. Hamilton, que salía último tampoco se libró de los problemas, ya que un toque con Nasr en la primera curva hizo que perdiese el alerón y tuviese que pasar por boxes. Al final, los ocho primeros fueron, en este orden, Rosberg, Vettel, Kvyat, Ricciardo, Räikkönen, Massa, Hamilton y Verstappen.
En cuanto a los españoles, Carlos Sainz finalizó en novena posición, justo por detrás de su compañero de equipo Max Verstappen, y Fernando Alonso fue duodécimo, también justo por delante de su compañero de equipo. El asturiano terminó decepcionado, ya que esperaba terminar entre los puntos, pero esta vez no pudo ser.
Semáforo Verde
Parece que Rosberg está siendo, en todos los Grandes Premios, el más destacado de todos, y no es para menos. El alemán ha vuelto a ganar, consiguiendo tres de tres victorias en esta temporada y cinco consecutivas, si contamos las dos últimas carreras del año pasado. El piloto de Mercedes exprimió al máximo su monoplaza para ganar, otra vez, en el circuito donde, en 2012, inauguró su casillero de victorias.
Tampoco debemos olvidarnos de los Red Bull, quienes firmaron un excelente fin de semana. Ricciardo salió segundo y acabó cuarto, pero no debemos olvidar los problemas que sufrió, ya que, si no los hubiese tenido, otro gallo cantaría. Por su parte, Kvyat consiguió su segundo podio en Fórmula 1. El ruso salió sexto y firmó una carrera sensacional desde el principio hasta el final, lo que demuestra que Red Bull está ahí.
Semáforo amarillo
Sin duda fueron los McLaren. Se les ve que han mejorado el coche, que han superado a muchos otros equipos que estaban por delante, pero no consiguieron entrar en los puntos. Fernando fue 12º y Jenson 13º, y estuvieron presentes en muchas de las peleas que hubo sobre la pista. No obstante ningún coche abandonó y todavía son el séptimo, sino octavo con el permiso de Haas, mejor coche de la parrilla. Consiguieron superar a Hulkenberg, por lo menos, lo que no es una mala noticia. Por ello, los de Woking dejaron un sabor agridulce. No puntuaron, pero todos los coches de la parrilla terminaron la carrera.
Semáforo rojo
En primer lugar, Lewis Hamilton. El inglés parece no estar en lo que tiene que estar. Se le ve descentrado, como si estuviese pensando en otra cosa. Salió último por problemas ajenos a él, pero su mala salida le dificultó la carrera. Al final fue séptimo y ya son 36 los puntos que le separan de su compañero, Nico Rosberg. El tiempo dirá si el 'martillo' de Hamilton se fue o no.
Por otra parte, Sebastian Vettel. El alemán de Ferrari tocó a Kimi en la salida y le echó la culpa a Kvyat por haber salido demasiado agresivo. Algo incomprensible, ya que el ruso hizo una salida totalmente limpia. No obstante, el alemán pidió perdón a su equipo y terminó segundo, pero de no ser por el toque y la mala salida, ambos Ferrari habrían acabado en el podio.
En definitiva, en China vimos una carrera con acción que hizo que la tensión regresara a la pista, pero que demostró que Rosberg está muy fuerte y que solo el mejor Hamilton es capaz de bajarle del primer puesto.