El neumático ultrablando, identificado con el color morado, debutará con un gran protagonismo en el Gran Premio de Mónaco. Hasta el momento, ningún compuesto había sido tan ampliamente escogido en las carreras precedentes. El peculiar asfalto de Mónaco y su carácter de circuito urbano son los dos principales motivos.
La escudería que menos ruedas ultrablandas tendrá a su disposición es Manor, cuyos pilotos, Pascal Wehrlein y Ryo Haryanto, sólo dispondrán de seis juegos. El Manor es el monoplaza más agresivo con las gomas, algo patente en esta selección. Por el contrario, con 10, quienes más juegos de neumáticos ultrablandos han solicitado son el equipo Mercedes, Red Bull y Kevin Magnussen, cuyo compañero, Joyon Palmer, ha optado por uno menos.
En cuanto a los españoles, tanto Carlos Sainz como Fernando Alonso han optado por siete juegos cada uno. No obstante, mientras que el asturiano dispondrá de cinco juegos de ruedas súperblandas, el madrileño sólo tendrá tres a su disposición. Por último, el de McLaren sólo ha solicitado un juego de blandos, por los tres del de Toro Rosso.
La particularidad de la pista monegasca no sólo se ve reflejada en la cantidad de neumáticos ultrablandos elegidos, sino también en la escasez del compuesto más duro, que para Mónaco será el blando. La mitad de la parrilla, 12 pilotos, tan sólo contarán con uno para la carrera del domingo. Las escuderías que más neumáticos blandos han solicitado son Force India y Toro Rosso, con tres juegos para cada piloto.
Así pues, se espera que el neumático ultrablando sea el compuesto preferido para los pilotos de cara a la carrera. Su debut llega tarde y muchos lamentaron su ausencia en el Gran Premio de Rusia, donde se acusó a Pirelli de haber realizado una elección demasiado conservadora, especialmente después de lo que sucedido en 2014 y 2015, donde algunos pilotos, como Nico Rosberg en la carrera inaugural, completó 52 vueltas sin problema.