Cuando llegó a los oídos de los amantes de las carreras de coches que un 'chavalín', sin la mayoría de edad y catapultado desde el karting, iba a ocupar una plaza de piloto titular en la Fórmula 1, la polémica se extendió rápidamente. Sin embargo, el programa de jóvenes talentos potenciado por Red Bull a través de su escudería menor demostró una vez más que es una mina con mucho material que aprovechar. Tanto es así que Max Verstappen fue ascendido al primer equipo en detrimento de Daniil Kvyat tras las primeras citas de la presente temporada.
La suerte le sonrió en su debut regalándole un accidente entre los dos Mercedes en la primera vuelta del Gran Premio de Montmeló, pero un mal fin de semana en las calles monegascas puso un guión más acorde a alguien que acaba de llegar. Sea como sea, lo que parece claro es que al holandés le queda mucho por decir en la categoría reina y, tal y como él mismo ha indicado, poco a poco irá mejorando al coger más práctica: "Cada día entiendo mejor el coche. Es muy bueno, así que no necesitas ir al límite porque siempre tienes margen para mejorar. En Q1 no necesitas ir al 100% para pasar la ronda, con un 92% puede ser suficiente. Durante un año y medio he estado luchando por entrar en el top ten para competir en la Q3, por lo que sí iba siempre al límite desde mi primera vuelta de Q1. El enfoque es muy diferente, necesitas volver a aprender y unos pocos fines de semana para crecer".
Además, destacó que Bakú también le sirvió para aprender: "Avancé a lo largo del fin de semana de una manera diferente a como lo hice en Mónaco. Parecía que iba perfectamente bien porque en cada sesión iba mejorando, creciendo y aumentando mi confianza. El paso de la Q1 a la Q2 fue muy bueno, y para llegar a la Q3 tuve que empezar a empujar, para hacer una vuelta buena".