Historia de la CAN: Sudáfrica 2013

El último gran fracaso de Costa de Marfil y Ghana, la atrayente Burkina Faso de Pitroipa, el derrumbe de los conjuntos norteafricanos, el resurgir de la mejor Nigeria... la última Copa de África dejó partidos, nombres y momentos que por siempre prevalecerán en la memoria de este apasionante torneo.

Historia de la CAN: Sudáfrica 2013
Imagen: www.portalnet.cl
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Por Pacoco Alarcón

Con el recuerdo del exitoso Mundial de 2010, el primero celebrado en suelo africano, aun en la retina, Sudáfrica se embarcaba a principios de 2013 en su segundo proyecto de acogida de un gran torneo futbolístico del último lustro. Un torneo que, curiosamente y al igual que ocurre con el que arranca en escasos días, estaba previsto se disputara en otro país, pero que por circunstancias ajenas al fútbol tuvo que ser trasladado a la nación sureña. Ante los impedimentos ofrecidos por el organizador primario, la confederación africana lo tuvo claro, y cedió a Sudáfrica la celebración del evento.

Rebelión en Libia

“This is África”. Una expresión ésta que se oye con bastante frecuencia cuando uno escucha a alguien hablar sobre cualquier territorio africano. Y es que, como bien quiere exponer dicha terminología, África es un continente único y diferente al resto. Un continente vivo, en constante evolución. Un continente de contrastes, pero sobre todo, un continente imprevisible. Justamente esto último, lo de la imprevisibilidad, vendría a explicar el por qué la CAN 2013 pasó de celebrarse en Libia, a celebrarse en un punto diametralmente opuesto como Sudáfrica. De Norte a Sur.

El pueblo libio cansado del Régimen dictatorial impuesto por Muamar el Gadafi decidió poner punto y final

Una imprevisibilidad protagonizada en este caso por el pueblo libio, que cansado del Régimen dictatorial impuesto por el gobierno de Muamar el Gadafi, decidió poner punto y final a la coacción del dictador, iniciando la conocida Guerra Civil de Libia. Una guerra dura, larga y muy dolorosa, que obligó a la confederación africana a cambiar la sede de la CAN 2013. Pese a la candidatura presentada por el país vecino Egipto, la confederación no dudaría lo más mínimo y cedió ante las garantías ofrecidas por el último organizador de la Copa del Mundo. Sedes construidas, instalaciones prácticamente recién estrenadas y lo más importante, una certeza total acerca del buen desarrollo del torneo tras lo visto en el Mundial, fueron factores que pesaron mucho a la hora de elegir a Sudáfrica como país organizador.

Manifestantes libios a las puertas de la Casa Blanca | Imagen: Dailytelegraph

Temprano derrumbe norteafricano

Con la única modificación en cuanto al país anfitrión, Libia quedó fuera del certamen en beneficio de Sudáfrica, el sorteo dejó cuatro grupos muy abiertos y competitivos, en los que las sorpresas no tardarían en llegar. Sorpresas que, en mayor o menor medida, tendrían como víctima a los cuadros norteafricanos, empezando por la selección marroquí.

El sorteo dejó cuatro grupos muy abiertos y competitivos

Los Leones del Atlas, con jugadores de la talla de Younes Belhanda, Abdel Barrada o Mehdi Benatia, fueron incapaces de ganar ninguno de los tres partidos, sucumbiendo en la última jornada ante la anfitriona Sudáfrica (1ª de grupo) y la sorprendente Cabo Verde. Reseñable es el papel en el grupo de esta última selección, pues en su primera participación de su historia en una CAN, los tiburones azules lograron el pase a cuartos tras empatar ante Sudáfrica y Marruecos y vencer a Angola en la última jornada. Sin duda, una de las grandes y gratas sorpresas que nos trajo el torneo.

La tremenda igualdad reinante en el grupo A se trasladaría casi por completo al C, en el que tendría lugar la gran decepción de la primera ronda. La campeona Zambia, al igual que Marruecos, se vio incapaz de ganar ningún partido, quedando relegada a la eliminación. Los países clasificados serían la poderosísima Nigeria y la también sorprendente Burkina Faso, posiblemente la selección que más dio que hablar en el torneo. En los otros dos grupos, Costa de Marfil y Ghana, las dos grandes favoritas a lavictoria final, al igual que Malí cumplirían con las expectativas, y Togo culminaría el derrumbe de las selecciones norteafricanas, desbancando a la vez a los combinados de Túnez y una caótica a la par que decepcionante selección argelina.

La Togo de Adebayor sorprendería dejando fuera a Túnez y Argelia | Imagen: FIFA

Cementerio de elefantes

Tras su eliminación muchos serían los que caerían en la misma conclusión: "Costa de Marfil ha perdido su última gran bala". Y es que, pese a lo incomprensible que puede resultar, la mejor generación de futbolistas africanos de la última década, y una de las mejores de todos los tiempos sino la mejor, aún no ha logrado auparse con el trofeo de campeona de África. Una generación esplendorosa, que tras sucumbir durante tres años consecutivos a la hegemónica selección de Egipto y dejarse robar la cartera poco tiempo después por la tapada Zambia, llegaba a Sudáfrica en un estado de máxima urgencia.

Los Touré, Drogba, Kalou... veían en la CAN de Sudáfrica la que posiblemente iba a ser su última gran oportunidad

Los Kolo Touré, Drogba, Kalou y compañía veían en la CAN de Sudáfrica la que posiblemente iba a ser su última gran oportunidad. Ellos lo sabían y, pese a la presión, la Fase de Grupos fue todo un éxito, pues solo Argelia, con un empate a dos, sería capaz de frenarles. Con un Drogba ejerciendo de gran líder, más la inestimable ayuda de un Yaya Toure en el papel de estrella y un grupo de secundarios de lujo, con nombres como Bony, Ya Konan o Gervinho, Costa de Marfil avanzó victoriosa a los Cuartos de Final. Sin embargo, transcurrida la Fase de grupos, el azar, siempre caprichoso, les tendría reservado un regalo envenenado. Un cruce de cuartos contra la siempre difícil Nigeria, en uno de los enfrentamientos más espectaculares que el certamen podría ofrecer.

Un partido rocoso, poco vistoso, donde solo a balón parado Emenike de un lado y Tioté del otro lograron anotar antes de llegar al tramo final de encuentro. Tramo en el que el semidesconocido Sunday Mba haría su primera gran aparición del torneo. Corría el minuto 83, y los Elefantes perdieron la pelota en terreno rival. Sunday Mba, que se encontraba muy lejos de la portería, recibió el esféricoa la altura de medio campo e inició una carrera maradoniana. Ante la pasividad marfileña, el nigeriano se plantó en el borde de la frontal, alzó la vista y fusiló la meta rival. Probablemente el mejor gol del torneo, el cual hundía a los Elefantes. Otra oportunidad perdida, otra despedida antes de tiempo, otra decepción, la maravillosa generación costamarfileña, inconsolables, decían así adiós a posiblemente su última gran baza de conquistar la CAN.

Costa de Marfil volvía perdía una de sus últimas oportunidades de reinar en África | Imagen: africapresse

Salsa burkinesa

Más allá de la campeona Nigeria o la sorprendente Cabo Verdo, la CAN 2013 tuvo un equipo cuyo desarrollo en el torneo robó el corazón de casi todos los espectadores neutrales: la selección de Burkina Faso. Un equipo algo desconocido para el espectador medio, pero que llegaba al certamen con un nutrido grupo de futbolistas muy interesantes. En un torneo muy parejo, pero algo escaso en cuanto a vistosidad, Les Etalons pusieron esa pizca de espectáculo y emoción que otros equipos se vieron incapaces de ofrecer.

En un torneo algo escaso en cuanto a vistosidad, Les Etalons pusieron esa pizca de espectáculo y emoción

Encuadrados en un grupo con Zambia y Nigeria, los burkinenes lograron hacer ruido desde bien pronto, aupándose con el primer puesto del grupo. Con un Pitroipa excelso, que tiempo después sería proclamado mejor jugador del torneo, secundado por el prometedor Alain Traoré, más las fugaces apariciones del eléctrico Bancé, Burkina Faso desplegó un fútbol muy convincente, agresivo, y de carácter ofensivo. Transcurrida la Fase de Grupos, la dura Togo sería el primer obstáculo. El choque fue muy parejo y solo Pitroipa, con un cabezazo sublime en tiempo de prórroga, sería capaz de desnivelar la balanza. Burkina Faso conseguía así acceder a las semis, las cuales traerían el plato gordo para los potros: las Estrellas Negras de Ghana.

Con este testarazo, Pitroipa daba el pase a Burkina Faso en la prórroga | Imagen: FIFA

Seguramente, junto a Costa de Marfil, el mejor equipo de la CAN. Un cuadro muy fuerte tanto en su conjunto como individualmente, que llegaba al torneo después enamorar en el Mundial de 2010, y contra el que Burkina Faso mostró su gran versión. Y es que los potros, ante una selección como Ghana, y tras tener que haberse sobrepuesto al tempranero tanto de Wakaso, brillaron con luz propia. Una ocasión tras otra, Bancé tuvo en sus botas el pase, pero bien el portero, bien los defensas bajo palos o bien el linier, no perimitieron que el partido tuviera un vencedor hasta llegada la tanda de penaltis. , metió su pena máxima, pero Badú no corrió la misma suerte, y Burkina lo consiguió. Les Etalons avanzaban así a su primera final de la historia.

Ansiado cambio de chip

Dejando de lado fracasos sonados, equipos sorpresa y demás análisis pormenorizados, la CAN tuvo un claro protagonista: Nigeria. Las Águilas Verdes, una de las selecciones más laureadas de la historia de África, volvieron a lo más alto. Atrás quedaron años de irregularidad, decepciones y sin sabores. Stephen Keshi, entrenador del equipo, logró por fin aunar a todo el elenco de estrellas, consiguiendo que todas remaran en la misma dirección. Un conjunto muy potente ofensivamente, con jugadores como Uche, Musa o Emenike, a la par que sólido y tremendamente fuerte físicamente, capitaneado por dos pesos pesados como John Obi Mikel y Victor Moses. En definitiva, un cuadro formidable nombre por nombre, que tras unos años desastroso, terminó de rendir a su nivel real.

Keshi logró por fin aunar a todo el elenco de estrellas, consiguiendo que todas remaran en la misma dirección

Atendiendo ya a la trayectoria llevada por los de Keshi durante todo el certamen, se advierte una clara línea ascendente que explica lo que fue la CAN de Nigeria. Y es que, tras una primera fase discreta, en la que sucumbieron ante Burkina Faso, la verdadera Copa África de Nigeria empezaría en los Cuartos de Final. Fase en la que Costa de Marfil se presentaba como un durísimo rival, pues si bien nombre por nombre los equipos podían estar medianamente igualados, la trayectoria marfileña en los últimos años otorgaba a los Elefantes cierto halo de favoritismo. No obstante, Nigeria plantó cara, mostró sus credenciales y acabó, merced al golazo de Sunday Mba, llevándose el gato al agua. El partido, más allá de una victoria, supuso una clara declaración de intenciones: Nigeria había resurgido y estaba aquí para quedarse.

El resurgir definitivo de las Super Águilas

La victoria contra Costa de Marfil no había sido una victoria más, y el equipo, sabedor de tal hecho, se creció enormemente tras ese encuentro. Así, en las semis, fase en la que Malí retaría a los nigerianos, las Águilas Verdes ofrecieron la mayor exhibición del torneo. Un 3-0 en apenas 20 minutos por parte de los de Keshi, en un partido que finalmente concluiría en 1-4, y en el que los nigerianos demostraron toda su pólvora arriba. Musa, Emenike, Ideye, Moses, Uche… un vendadero vendaval ofensivo, ante el que nada pudo hacer la Mali de Keita. Con ese partido, Nigería volvería a una final 13 años después. Un absoluto éxito de las Águilas Verdes, a las que solo restaba un pasito para tocar el cielo.

Imagen: dailymail

Entonces llegó la final. Burkina Faso, tras su sorprendente victoria ante Ghana, sería el rival, y de nuevo ambos equipos volverían a brindar un choque terriblemente parejo. El miedo a perder se apoderó de ambos en el comienzo, y se hizo difícil ver un partido vistoso. Únicamente una genialidad parecía poder decantar la balanza, y así fue. De nuevo apareció él. El hombre de los goles inverosímiles, el hombre que derrotó a los Elefantes, el jugador con más fe del torneo, Sunday Mba. Fue una jugada aislada de Nigeria, muy rápida, en la que el balón cayó en la frontal del área burkinesa, donde que Mba, con , hizo añicos la meta burkinesa. En la segunda mitad, Enyeama se disfrazaría un día más de héroe, aupando a Nigeria como campeona de África.

Casi 20 años después del último título, las Águilas Verdes subían a lo más alto. Una generación muy prolífica que por fin supo canalizar todo su potencial ofensivo. La Nigeria de Moses, de Mikel y de el mito Enyeama, la Nigeria que conquistó su tercera Copa África.

Nigeria alzaba el el título | Imagen: footmercato.net