El final de la pasada década fue glorioso para Gamba Osaka, un club japonés situado en la prefectura de Suita, no solo por lograr en 2008 su primer y único título de Champions League asiática, también por la juya que sacaron de su cantera, un jóven que no tardaría en dejar huella en el primer equipo ya en su primera temporada como profesionar. Fue el año posterior a coronarse reyes de Asia, es decir, en 2009, cuando Takashi Usami asomo la cabeza en el fútbol japonés para disputar sus tres primeros partidos con la zamarra azul y negra y lograr su primer gol nada más y nada menos que la competición continental para que así los ojeadores de los clubes europeos le cojiesen ya la matrícula. Tenía solo diecisiete primaveras.

En su segundo año como profesional disputó ya veintiseis encuentros en los que marcó siete tantos, algo nada desdeñable para un joven que acaba de cumplir la mayoría de edad y que además no es un delantero como tal. Takashi se ha desempeñado siempre como extremo en el lado izquierdo aunque sus cualidades le permiten hacerlo también por el centro y por la derecha o incluso como punta tal y como viene siendo habitual en su segunda etapa en Gamba Osaka que comenzó hace unos tres años.

Un jugador rápido, ágil, con visión y con gol, un caramelito para cualquier club europeo que quisiese apostar por el talento asiático. Pero quien se iba a imaginar que iba a ser el gran Bayern Munich quien se iba a hacer con los servicios de Usami en verano de 2011. Así pues el jugador, junto a su novia de instituto (ya están casados) pusieron rumbo a Alemania, una aventura que al final terminó por no ser demasiado satisfactoria para el joven japonés puesto que tan solo logró disputar tres partidos con el primer equipo de Munich. Visto el poco éxito que tuvo su etapa en el club bávaro, en la 2012/2013 Takashi Usami cambio a Hoffenheim donde ya gozó de más minutos (20 partidos) pero donde no terminó tampoco de adaptarse debido a, como confesó el propio jugador, la barrea que le supuso el idioma y la cambio de cultura.

Con la cabeza algo cacha volvio la perla de Osaka a su hogar en 2013, por si fuera poco a jugar en la segunda división japonesa ya que Gamba Osaka había sufrido el año anterior un doloroso descenso. Pero las penas pronto se conviertieron en sonrias en esta ciudad nipona y en gran parte fue gracias a ese jugador que allá por 2009 disputó su primer encuentro en el Estadio Expo'70, feudo de Gamba Osaka. El club dirigido por Kenta Hasegawa, con Takashi Usami como máximo artillero, logró el ascenso a finales de 2013 para devolver a esta entidad donde realmente se merecía estar, en la primera división nipona, aún así el siguiente año se iba a afrontar con unas expectativas bastante humildes puesto que el club había perdido jugadores importantes tras el descenso y tenía a mucho joven con falta de experiencia.

Y vaya, qué sorpresa se llevo el país del sol naciente al año siguiente. Takashi Usami, junto a Yasuhito Endo y el brasileño Patric, comandaron a un equipo que pasó de estar en segunda división a conquistar el triplete (liga, copa de la liga y Copa Emperador). La perla de Osaka volvía a estar en el punto de mira de todos, aún así mantuvo los pies en el suelo y decidió seguir un año más en Osaka, donde se le ama y donde él se siente agusto, para seguir ganando experiencia y buscar más minutos que le permitiesen llegar al combinado nacional, algo que finalmente hizo también este 2015 de la mano del bosnio Vahid Halilhodzic.

Finalmente, llegando ya al final de la temporada 2015 en Japón, los rumores de ofertas por la joven perla (23 años) ha vuelto a acredentarse y los aficionados de Gamba Osaka temen volver a perderle en enero, es por esto por lo que en sus últimos partidos en casa los hinchas se han encargado de recordarle con pancartas que como en casa en ningún sitio, aún así quizá pronto el talento de Takashi se quede grande para Japón y la única alternativa sea volvera  Europa a probar suerte nuevamente. El tiempo dirá.