Maldición Copera

Argentina perdió su tercera final consecutiva de la Copa América y continúa sin poder consagrarse campeón sudamericano

Maldición Copera
Argentina vs Chile (Fotografía: Mirror)
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Por Luis Carbajal

Inicio intenso de la albiceleste, Banega casi anota el primero de entrada. La primera ocasión clara en apenas un minuto de juego. Chile no encontraba la forma para salir jugando tampoco pudo generar peligro en el área rival.

Isla le cometió una imprudente falta a Di María, Argentina estaba encendida, era la que tomaba más protagonismo aunque no estaba precisa en definición. Temporalmente la situación se invirtió Chile empezó a quitarle protagonismo sin tener las más claras.

Díaz estuvo al borde la expulsión tras trabar a  Messi, la selección argentina recuperó la memoria y era una pesadilla.  En 20 minutos de juego, la albiceleste quedó en  jaque en su última línea pero no pasó a mayores.

Higuaín desperdició una clarísima oportunidad, Argentina estaba cerca y su principal problema es que se apresuraba demasiado en definición. Otamendi apareció sin marca, la defensa chilena agonizaba porque le ganaban constantemente las espaldas.

Primer tiempo muy parejo, aunque Argentina estaba muy sólida no hubo un dominador absoluto y eso se vio reflejo en el marcador parcial.  Héber Lopes cometió un grosero error, pero Díaz estuvo condicionado y todo se le puso cuesta arriba a la selección chilena.

Bravo fue el artífice para que el arco chileno no sufra más, de cara al segundo tiempo la albiceleste tendrá que aprovechar mejor las ocasiones que generé. El árbitro brasileño siguió cobrando protagonismo porque deterioró el espectáculo.

En el complemento, Argentina replanteó su esquema y abandonó el papel de protagonista, se apuraba demasiado en el área rival  continuaba sin mucha fortuna el marcador reflejaba el partido que imaginábamos en la previa.

El seleccionado chileno empezó a complicar a su manera, con pressing muy alto y a pesar que tiene un jugador menos estuvo cerca de ponerse en ventaja. La albiceleste bajó la intensidad en comparación al primer tiempo.

No era ni la sombra de aquella selección que dominaba constantemente de contragolpe, le costaba asociarse, generar ocasiones en el área  rival peor aún no estaba precisa en definición.

 Lo intentaba por todas las vías, el resultado era el mismo, malas asociaciones, pases desacertados y poco juego fluido.  Mar de imprecisiones, Messi quiso contagiar a sus compañeros para que jueguen a la misma velocidad que él, la roja era una muralla defensiva.

 Cuando la selección chilena aprovechaba su segunda ocasión, le cobraron posición adelantada. El partido siguió decaído porque el árbitro tomaba fallos incongruentes  y peor aún le quedaba muy grande esta final.

Argentina evidenciaba serios problemas de elaboración y definición, no le encontraba la vuelta a la situación. Las opciones cada vez eran más reducidas porque todo hacía indicar que se jugarían treinta minutos más.

La necesidad por cortar la sequía de 23 años sin título sudamericano, continuaba jugándole a una mala pasada a la albiceleste.  A diez minutos para que finalice el tiempo regular, ninguno arriesgó más de la cuenta.

Argentina por momento reaccionaba, pero no era suficiente el partido pedía a gritos un gol.  Todo era muy parejo que no era idóneo hacer pronósticos desmesurados.

En el primer tiempo suplementario  fue muy equilibrado, con muchas ocasiones en ambas áreas y era un partido de ida y vuelta. La selección argentina sufrió mucho en defensa.

Argentina volvió a la carga recuperó la intensidad, generaba peligro aunque seguía adoleciendo en definición. La final era muy pareja,  a tres minutos para finalizar el segundo tiempo suplementario la incertidumbre reinaba.

La definición por penales era el broche de oro que necesitaba este partido, no le alcanzó y perdió 4-2 en definición por penales. En este momento es difícil explicar que le ocurre a Argentina cuya tarea pendiente será consagrarse campeón sudamericano. Mientras que Chile obtuvo su ganó su segundo título e igualó a Paraguay y Perú.