Esta Eurocopa de Francia no está dejando indiferente a nadie. Hace dos días, la selección de Islandia caía eliminada de los cuartos de final en la primera edición de este campeonato en que participaban. Pero no es la única selección que ha sorprendido al mundo.
Gales, que también es debutante en esta competición, se encuentra ya en semifinales. A un paso de la gran final. A una victoria ante Portugal de seguir haciendo historia. La selección galesa sólo había sido partícipe de un torneo de tal envergadura en 1958, cuando jugó el Mundial que se disputó en Suecia. Aquella edición consiguió llegar a los cuartos de final, pero Brasil les eliminó.
No ha sido un camino fácil
Gales se encontraba en el grupo B de la fase de clasificación para la Eurocopa, y se tendría que ver las caras con Bélgica, Bosnia y la siempre difícil Israel. Consiguió quedar segunda de grupo a tan sólo dos puntos de los belgas, perdiendo un partido y siendo el equipo menos goleado del grupo con cuatro goles encajados.
Tiene mérito, pues pudo ganar a Bélgica en la fase de clasificación en un partido y empatar en el otro, y de no ser por la derrota en Bosnia por dos a cero, los hombres de Chris Coleman se habrían clasificado como primeros de grupo.
Inglaterra en el grupo
Para bien o para mal, los aficionados y jugadores de Gales se llevaron una sorpresa al ver que Inglaterra, el país vecino, iba a ser su rival en la fase de grupos de la Eurocopa. Y contra todo pronóstico, terminaron en mejor posición que los ingleses cuajando una gran fase de grupos.
Ya en el primer partido, Gales hizo ver al mundo que no venía a la Eurocopa de paseo. Derrotó a Eslovaquia por dos goles a uno con tantos de un Gareth Bale estelar y de Robson-Kanu cuando faltaban nueve minutos para que finalizara el encuentro.
En el segundo encuentro, Gales podía sellar su pase octavos ante el gran rival del grupo B, Inglaterra. En el minuto 42 de la primera mitad, un gol de falta de Gareth Bale –dónde eso sí, Joe Hart pudo hacer mucho más- desataba la locura de los aficionados galeses que estaban en el Stade Bollaert-Delelis y en todo Gales. La pequeña selección de Gales, que nunca se había clasificado para ninguna Eurocopa, podía estar en octavos ganando a la todapoderosa Inglaterra. Pero los ingleses remontaron el partido con goles de Sterling y de Jamie Vardy, este último en el minuto 92 de partido.
Pero como se dice, el futbol te devuelve lo que le das. En el último partido, Gales pasó totalmente por encima de la selección de Rusia –que quedó última de grupo- y Inglaterra pinchó empatando a uno ante Eslovaquia. Esta “carambola” clasificaba a los galeses como primeros de grupo en su primera participación en una Eurocopa.
Gales se carga a Bélgica
En los octavos, los de Coleman se tenían que ver las caras con Irlanda del Norte, uno de los rivales fáciles del cuadro. A pesar de partir como favoritos, se sufrió más de la cuenta, pues tan sólo pudieron marcar con un gol de McAuley en propia puerta.
Gales estaba en cuartos de final. Algo inaudito. Pero muchos ya la daban por muerta al saber que Bélgica iba a ser su rival en cuartos. Y más después de ver la exhibición belga en los octavos, dónde arrollaron a la selección de Hungria, derrotándoles por cuatro a cero y desplegando un gran juego y con un Hazard en su mejor nivel. Pero los galeses se veían con confianza, pues le tenían tomada la medida a los belgas, ya que se habían cruzado ya en la fase de clasificación.
Los fantasmas del Mundial de 1958 aparecían tras el trallazo de Nainggolan en el minuto 13, que batía la portería de Gales. Pero los británicos nunca se rinden. Williams empataba el partido en el 31, y el resultado sería empate a uno hasta que en el minuto 55, Robson-Kanu, con un control estratosférico, dejaba atrás a dos defensores belgas y batía a Courtois. En el 86, Vokes marcaba el gol que certificaba el pase de Gales a semifinales.
Los chicos de Coleman quieren seguir haciendo historia, y están a un paso de la gran final. Si ganan a Portugal, estarán a 90 minutos de ser campeones de Europa.