Sin prácticamente nada en juego y más viendo cómo está la parte baja, Hertha de Berlín y Eintracht de Frankfurt jugaban el penúltimo encuentro de la liga sin ninguna ambición y con los deberes casi hechos. Desde el principio se vio a dos equipos más pendientes de dejar pasar el tiempo que de irse a por una victoria que pudiera dar prestigio al final de temporada de ambos equipos. Ninguna noticia se tuvo del Eintracht de Frankfurt en los primeros 45 minutos. Nada de juego, escasas ocasiones y apenas combinaciones es lo que dejó el equipo de Thomas Schaaf.
No así el Hertha de Berlín que puso las mejores ocasiones con un juego un tanto discreto pero que le valió para poner en apuros la portería de Trapp en algunas ocasiones. Gracias a Kalou los locales pudieron adelantarse en el marcador aunque lo intentaron sin éxito. El ex del Chelsea se movió muy bien por ambas bandas y estuvo muy participativo en la ofensiva de los de Berlín. Suyas fueron las dos mejores ocasiones del Hertha. Primero con una internada por banda izquierda donde dejaba en el suelo a rival, driblaba a otro defensor y chutaba pero Madlung ayudaba a Trapp a despejar el balón para evitar que hubiera causado más peligro sobre su portería.
Antes Haraguchi había entrado con peligro sobre la porteri rival pero Trapp se había mostrado muy seguro. Y Kalou lo siguió intentando antes de que el encuentro se fuera al descanso. De nuevo se marchaba de su par y buscaba el palo largo del cancerbero del Eintracht que veía como el balón se iba lejos de su poste izquierdo. En el 41, Brooks lo intentó con un cabezazo que no inquietó en ningún momento a los visitantes. Lo más destacado fueron las cuatro amarillas que Floria Meyer sacó tras una primera parte muy dura en la que ambos equipos fueron demasiado al límite.
Segunda parte, misma historia
Pese a que el Hertha lo siguió intentando los siguientes 45 minutos, fue incapaz de llegar a la portería del Eintracht con claridad y Kalou y compañía no estuvieron acertados de cara a gol. Mientras tanto los de Frankfurt salieron igual que en la primer mitad, a verlas venir y a esperar que el árbitro señalara el final del encuentro. Poco ambiciosos estuvieron los visitantes ya que ni Seferovic ni Flum, en definitiva nadie, pudo acercarse a la portería de Kraft.
El Herta gozó de claras ocasiones que de estar finos de cara a portería, hubieran supuesto varios goles para ellos. Kalou robaba un balón en campo contrario y se plantaba solo frente a Trapp, se la picaba muy mal y el cancerbero casi sin hacer esfuerzos detenía el balón ante el lamento de los más de 60.000 espectadores que abarrotaron el Olympiastadion.
Solo tres minutos después, Pekarik se recorría toda la banda derecha para poner un gran centro que no conectaba rematador con Trapp ya superado y con la defensa visitante descolocada. Pero a estas dos ocasiones hubo que sumarle una más. Kalou filtraba un gran balón para Haraguchi que solo ante el portero la tiraba directamente a la valla de fondo.
Según fue avanzando el partido, la larga temporada y el cansancio hizo daño en los dos equipos y el partido se tornó en una batalla que se libraría en el medio campo sin que nadie fuera capaz de hacerse el dueño del balón. Finalmente el encuentro acabó con un empate que no disgustó a ninguno de los dos equipos pero que dejó poco fútbol y pocas ocasiones en el último encuentro del Hertha de Berlín en su casa esta temporada.