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El Dortmund despierta a tiempo del sueño noruego

Partido gris y apagado de un Borussia Dortmund que se bastó de la segunda mitad para evitar una debacle en Noruega. El Odds le complicó el partido al conjunto de Tuchel, que encajó tres goles en menos de media hora, pero los goles de Aubameyang, Kagawa y Mkhitaryan giraron la tortilla y pusieron la primera piedra para poder estar en la fase de grupos de la Europa League.

El Dortmund despierta a tiempo del sueño noruego
El doblete de Aubameyang ayudó a los borussers a despertar a tiempo. || Foto: BVB.
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Por Gerard Faiges

La UEFA Europa League es una competición llena de sorpresas y de partidos vibrantes, con goles, remontadas y marcadores poco creíbles. El Borussia Dortmund vivió en sus carnes la magia y la locura de la competición, viendo como el modesto Odds BK de Noruega era capaz de anotarle tres goles en menos de 25 minutos. A pesar de hacer un partido feo y apagado, los de Tuchel consiguieron tirar de entidad para remontar el 3-0 inicial y se marcharon con un 3-4 del partido de ida de los playoffs.

A los 14 segundos de haber indicado el inicio del partido, el árbitro volvía hacer sonar su silbato para señalar un gol. Con los aficionados todavía acomodándose, el Odds conseguía sorprender al Borussia Dortmund y ponía el 1-0 en el electrónico. Tras un centro desde la banda izquierda, Samuelsen remataba solo en el primer palo, enviando el balón al fondo de la red ante la cara de asombro de Weidenfeller.

La banda derecha de la defensa borusser, huérfana por la baja de Piszczek, resultó la mejor aliada para la delantera del Odds. Gonzalo Castro, que se estrenaba como lateral y casi como abeja, ponía las cosas más fáciles de lo previsto a una delantera local que casi siempre buscaba su espalda. El Borussia Dortmund quiso rehacerse pero solo pudo estrellarse una y otra vez contra la defensa noruega. Kagawa, con un disparo al travesaño, fue de los pocos jugadores aurinegros que consiguieron inquietar un poco al portero local, Sondre Rossbach.

El Dortmund estéril y el Odds defensivo y a la contra

La primera parte era un monólogo de posesión en campo contrario de los hombres de Tuchel. El Odds esperaba muy bien replegado atrás y buscaba salir a la contra con velocidad, ganando la espalda de una defensa visitante muy adelantada con pasmosa tranquilidad. Así llegó el segundo tanto local, obra de Nordkvelle, que definía ante la salida de Weidenfeller con una gran habilidad.

El Dortmund no encontraba espacios entre las líneas defensivas del Odds

Dos minutos después, una falta en la zona de tres cuartos se convertiría en el 3-0. Disparo potentísimo de Ruud que entraba por la escuadra, haciendo inútil la estirada de un Weidenfeller que pudo hacer algo más. Con el resultado a favor y sin haber pasado media hora de encuentro, el Odds se refugió en una defensa con las líneas muy juntas que imposibilitaban el movimiento de los jugadores visitantes. Sin movimiento, contras ni transiciones rápidas de balón, el Dortmund se vio obligado a un ataque en estático estéril, que solo tenía chispazos de peligro con disparos lejanos que no inquietaban lo suficiente al portero local.

Primeros síntomas del despertar

Uno de los disparos lejanos ayudaba, al fin, al Borussia Dortmund. Gündogan mandaba un chut desde la frontal del área que el portero no conseguía blocar bien. Con el balón medio muerto y en terreno de nadie, Aubameyang despertó en el momento justo para poner la puntita del pie y mandar el balón al fondo de la red, poniendo el 3-1 antes del descanso.

El Dortmund daba síntomas de despertar pero seguía lejos de su nivel

El tanto del gabonés servía a Tuchel para abrir los ojos y empezar a creer. El técnico borusser arreglaba el desastre del lateral derecho dando entrada a Sokratis y, como si esa fuera la pieza que fallaba, el equipo empezó a dar síntomas de mejora. A los dos minutos de empezar el segundo tiempo, Kagawa remataba de bolea una pelota caída al punto de penalti para poner el 3-2 en el electrónico, la fe en los corazones borussers y el nerviosismo en los cuerpos noruegos.  El conjunto local volvía a presionar arriba, dificultando la salida de balón del Borussia Dortmund, pero poco a poco las abejas empezaban a encontrar más espacios. A pesar de jugar mejor, los visitantes seguían haciendo un partido gris, demostrando en demasiadas ocasiones falta de precisión. Una tras otra, las jugadas de ataque aurinegras iban cayendo pero seguían fallando los últimos pases, los regates y hasta los remates, de manera que parecía imposible que pudiera llegar algún gol más.

Tirando de entidad y a la heroica

Cuando quedaba un cuarto de hora para finalizar el encuentro, Aubameyang ponía fin a su particular lucha contra la precisión y la puntería. Tras una buena jugada rápida en la que el Borussia Dortmund aprovechó los espacios, Schmelzer ponía un balón desde la banda izquierda raso al punto de penalti para que el gabonés pudiera poner el empate a tres. Con el empate, los huecos empezaban a aparecer y el Dortmund volvía a aportar peligro en sus jugadas, sobre todo aquellas en las que podían aprovechar los espacios. En una jugada calcada a la del empate pero por la banda derecha, Gündogan avisaba con un disparo al travesaño.

A cinco minuto del final llegó la confirmación de la remontada y de un despertar, no completo, pero sí definitivo. Kagawa mandaba un buen centro desde la banda izquierda y Mkhitaryan remataba de cabeza en el segundo palo para poner el 3-4 definitivo. Con la victoria ya certificada, los de Tuchel dejaban pasar el tiempo combinando y combinando pero siempre lejos de ofrecer su mejor versión. Más allá de la victoria, el ánimo general en las filas del Borussia Dortmund era bastante apagado dado que el nivel ofrecido a lo largo del partido estaba lejos del de un equipo que quiere estar en la UEFA Europa League.