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La Fuerza se equilibró en Frankfurt

Con una aceptable presentación, Alemania venció 3-1 a Polonia recuperando así el liderato de su grupo y dejando ver su mejor versión tras la Copa del Mundo de Brasil 2014. Con doblete de Götze y uno de Müller, los teutones doblegarron a una exquisita armada polaca al contragolpe encabezada por Lewandowski.

La Fuerza se equilibró en Frankfurt
Hector, Bellarabi y Götze celebran el gol de Müller. // (Foto de dfb.de)
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Por Jonathan Josué Laguán

Como si se tratara de una auténtica Guerra de las Galaxias, los Sith, comandados por un fino Lewandowski en ataque, no pudieron batir a los Jedi germanos, que recuperaron su mejor versión de 'La Fuerza' que los catapultó a la cima del fútbol mundial en la pasada Copa del Mundo y lograron imponerse 3-1 a sus rivales polacos. Dos goles de Mario Götze y uno de Müller fueron los golpes claves para vencer el descuento de Lewandowski y comandar así su grupo con 16 unidades, dejando a Polonia en segundo lugar con 14. Alemanes y polacos dieron un auténtico espectáculo en Frankfurt donde, afirmados en sus estilos contrastantes, repartieron golpes y ataques en donde Neuer volvió a ser clave para los intereses del equipo de Joachim Löw. Partidazo en suelo alemán con Götze como figura y la sensación de haber visto a los dos mejores equipos de dicho sector.

Absolutismo Jedi contra Pragmatismo Sith

Nawalka y Löw no sorprendieron a nadie. Sus pizarrones marcaban lo que se esperaba desde antes del comienzo del partido. Alemania, sabedora de su obligación como local, no escatimó esfuerzos y colocó a Can de lateral derecho, el único detalle sorpresa, con Götze de "Falso 9" y Bellarabi, Müller y Özil de guardaespaldas del héroe del Maracaná. Por su parte, Schweinsteiger y Kroos hacían las veces de mediocentro, con el capitán germano más centralizado para liberar al volante del Real Madrid hacia el ataque. Polonia, por su lado, repartía dos líneas de cuatro muy juntas, donde Krychowiak se desdoblaba como líbero o mediocentro según la intensidad germana y Lewandowski quedaba solo para obrar de superhéroe en el ataque polaco.

El partido arrancó con el balón siendo rápidamente absorbido por el equipo alemán, con Schweinsteiger orquestando la salida

Así, el partido arrancó con el balón siendo rápidamente absorbido por el equipo alemán, con Schweinsteiger orquestando la salida. Ya al 3', una escapada de Özil por derecha acaba en córner para Alemania, donde Müller cabeceaba desviado cuando saltaba solo ante Fabianski en el área chica. Luego, al 4', Lewandowski respondía con un disparo rebotado en Boateng tras una gran acción individual sobre Hummels. Bellarabi probaba al 5' con un remate cruzado tras pase de Müller y Milik enviaba un venenoso centro al 7', tras un despiste de Hector sobre izquierda. El intercambio de golpes apenas comenzaba.

Con la pelota en su poder, Alemania alargaba el campo, estirándolo de lado a lado para quebrar la resistencia polaca, quien tenía en Krychowiak a un impresionante mediocentro convertido en líbero para barrer todo en el área. Un disparo de Müller rebotado en el propio volante del Sevilla sería la antesala para que, al 11', una gran conexión de pases de Schweisnteiger acabara con la apertura por izquierda del volante del Manchester United. Ahí encontró a Hector, quien profundizó con una pared fina y exquisita con Bellarabi, penetró a Piszczek hasta lìnea final y colocó un centro al área donde Müller apareció para solo empujar el esférico a gol. La posesión vertical de Löw volvía a aparecer. La Fuerza resurgía del lado germano.

El gol trajo un intento de respuesta polaco al 16', con una internada de Piszczek por derecha, centro al área y una volea de Lewandowski que llegaba tranquila a manos de Neuer. Luego, al 17', Milik sacaba un misil de derecha desde fuera del área, pero Neuer bajaba a tiempo y contenía el esférico sin problemas. Pero, al 18', otra magnìfica salida de Schweinsteiger con balón dominado dejaba a Hector sobre la izquierda solo ante Piszczek. El lateral alemán decidió ceder para Götze quien, con un quiebre de cintura fantástico, dejaba sentados a Glik y Krychowiak y sacaba un remate seco y rasante que vencía a Fabianski sobre primer poste. Segundo golpe germano y el dominio se transformaba en goles. Alemania parecía encaminada a un triunfo cómodo.

Con el segundo golpe, Polonia pareció aturdirse unos instantes sobre el terreno de juego. Krychowiak retrocedió completamente y la zona de volantes de Nawalka se quedó sin el colmillo necesario para apretar a Schweisnteiger y Kroos, quienes hacían maravillas con balón dominado. Con este contexto, al 20', Müller sacaba un disparo desde costado derecho que se abría ligeramente sobre la portería de Fabianski. Luego, al 24', Hummels cabeceaba un tiro de esquina apenas arriba del larguero. Después, Özil abriría al 27' un pase filtrado para Müller, pero Krychowiak seguía impacable en la última línea y en sus relevos. Alemania dominaba y pegaba. Polonia esperaba. Y así fue como obtuvo resultados.

Alemania dominaba y pegaba. Polonia esperaba. Y así fue como obtuvo resultados

La pegada polaca llegó, curiosamente, tras la mejor chance germana de firmar el tercero y poner en el congelador en el encuentro. Fue al 35', cuando un pase mágicamente filtrado por Schweinsteiger encontró a Özil solo en el área, pero el remate del alemán era tapado por Fabiasnki y Müller, al rebote, era madrugado por Krychowiak, quien despejaba el esférico ante el flojo remate del alemán. Luego, Kroos no pudo controlar el despeje y Milik levantó la vista para abrir con Grosicki sobre la izquierda, quien enfiló a línea final, sacó un centro medido que encontró a Lewandowski en el área para fusilar de cabeza a Manuel Neuer sobre segundo poste. El descuento ponía los nervios de punta en el lado alemán. Los Sith eran oscuramente peligrosos para la Fuerza teutona.

El gol reflejaba el otro lado de la moneda. El magnífico dominio alemán encontraba su antítesis en el pragmatismo perfecto de Polonia. Cierre de filas, aguante en zona baja, perseverancia defensiva y la explosión de Lewandowski en velocidad dejaban en claro que nada estaba escrito en favor de los locales, por más que estos absorbieran todo el control del partido. Tras el gol, Alemania se perdió en el campo y vio como Polonia se acercaba al 39' con un centro de Leandowksi que Grosicki remataba apenas afuera de portería.

El magnífico dominio alemán encontraba su antítesis en el pragmatismo perfecto de Polonia

Luego, al 44', un mal despeje de Neuer le dejó el balón a Lewandowski, quien enfiló a puerta y, quedándose solo ante el meta germano, fue Neuer quien le ganó la partido al contener su disparo y enviarlo por línea final. Sin embargo, la peligrosidad continuaba y, al 45', Lewandowski ganaba el balón en el córner y cabeceaba a puerta con Neuer vencido, pero con Götze providencial sobre primer poste para sacar el esférico justo sobre la línea del gol. Con esta acción cerraba el primer tiempo y con la sensación de que, tras el 2-1, Polonia podía empatar el encuentro con muy poco en ataque.

Mario Götze, el equilibrio de La Fuerza

El segundo tiempo arrancaba con Alemania un tanto más lenta y a la expectativa de cómo encaraba su rival el complemento. Por su parte, Polonia salió con las luces encendidas y siguió adelantando líneas y encimando a los teutones por los costados, ante la fragilidad defensiva de Can y Hector. Sin embargo, fue Bellarabi quien, al 47', encontró un balón retrasado de Müller y sacó un misilazo que se fue apenas desviado de la puerta polaca. Luego, Lewandowski tomaba una volea ante la marca de Hummels, pero el remate salía picado y directo a manos de Neuer con total tranquilidad. Rápidamente, habíamos regresado al intercambio de golpes con estilos diferentes.

Sin embargo, una de las imágines más típicas en la Alemania de los últimos años se hizo presente. Schweinsteiger gritó a toda su armada y, como si del Jedi Supremo se tratara, todos guardaron reverencia y acataron sus órdenes. La escuadra teutona volvía a encender sus engranajes y, con el ingreso de Gündogan, ganaron velocidad en el traslado del esférico y obligaron a Polonia a retroceder nuevamente. Ya con el volante del Dortmund en el campo, Krychowiak volvía a aparecer de lìbero al 56' para cortar una internada del propio Gündogan, quien ya centraba para Müller antes del corte del volante polaco. Luego, al 56', Özil leía los espacios y filtraba un quirúrgico pase para Götze, quien acomodaba para su derecha y sacaba un disparo que se estrellaba en el palo izquiero de Fabianski.

Schweinsteiger gritó a toda su armada y, como si del Jedi Supremo se tratara, todos guardaron reverencia y acataron sus órdenes

Al 57' era Özil quien se comía a Olkowski por derecha y enviaba un centro bien cortado por Glik y, al 59', Maczynski respondìa para los suyos con un derechazo rasante bien tapado por Neuer, quien evitaba con su estirada la sorpresa polaca ante la buena reacción germana. Schweinsteiger dejaba la media y subía para conectar un disparo al 64', pero su intento se iba totalmente desv iado y, al 67', Grosicki se escapaba de Hector, tomaba un pase de Lewandowski y sacaba un derechazo espectacular bien rechazado por Neuer en el fondo. Estilos invariables, resultados constantes. Ambos equipos respetaban sus guiones y regalaban una auténtica obra teatral épica entre dos fuerzas titánicas en búsqueda del poder.

Al 70', todo Frankfurt ahogaba su grito de gol cuando Özil tomara un pase perfecto de Schweinsteiger, tras una magnífica salida de Gündogan, pero Fabianski tapara el remate esquinado del alemán y, al rebote, Müller punteara el balón, pero Glik alcanzaba a sacarlo sobre la línea de gol para fortuna polaca. En la siguiente jugada, al 71', Hummels cabeceaba un centro medido de Kroos, pero Fabianski se estiraba hacia abajo, atajaba el balòn y, sobre la línea, lograba contenerlo antes que ingresara a puerta vacía luego de su impecable estirada. Alemania aumentaba su presión y ponía contra las cuerdas a Polonia, quien comenzaba a ver a Lewandowski seriamente aplacado por Boateng en el fondo y Schweinsteiger al relevo.

Alemania encontraba el de la tranquilidad y la respuesta final a su insistencia. La Fuerza hacía justicia al más propositivo

Alemania empujaba y persistía. Müller sacaba un remate de volea dentro del área al 76', pero Glik volvía a ser una pared impenetrable donde chocaba el esférico. Pero, al 81', Götze tomó el balón en diagonal hacia el centro desde la izquierda, quebró a Krychowiak y a Glik y abrió para Müller, quien sacaba un derechazo que era tapado por Fabianski. Sin embargo, en el rebote, la defensa polaca sufría su primera desatención de gravedad y veía como el propio Götze aprecía para hundir el esférico a la red y poner el golpe final en el tablero. Alemania encontraba el de la tranquilidad y la respuesta final a su insistencia. La Fuerza hacía justicia al más propositivo.

El tercer gol fue el golpe final. Tras ese impacto, Polonia dejó de tener la sangre caliente y el aire necesario para presionar. Alemania absorbió el balón, dándole un sentido más horizontal y buscando defenderse con la posesión. Los toques comenzaron a llegar y los minutos pasaron sin que los polacos pudieran cortar alguna de las conexiones de pases entre los teutones. Fue hasta el 88' cuando Gündogan, trepando por derecha, sacó un disparo colocadísimo que alcanzó a ser desviado por Fabianski hacia el larguero para evitar un gol más para la causa local, mientras que Özil, al 92', disparaba desviado cuando ya entraba solo en el área. Solo Lewandowski propusó un disparo lejano al 93', tras una gran escapaba sobre Boateng, pero el partido se iba con el marcado claramente definido.

Con este resultado, Alemania pasa a comandar el Grupo D con 16 unidades, quedando dos arriba de Polonia, quien retrocede al segundo puesto con 14 puntos. Tras ellos vienen Irlanda con 12 puntos, Escocia con 11, Georgia con 6 y Gibraltar sin ninguna unidad a su favor. La próxima fecha, Polonia recibirá a Gibraltar, en el duelo ideal para recuperar puntos; mientras que Alemania viaja a Glasgow para medirse a Escocia en otro duelo a muerte por mantener la supremacía de su sector. Buen resultado para el equipo de Löw, siendo lo mejor para ellos la recuperación de muchas de sus virtudes de juego, aunque todavía con despistes defensivos por corregir. La Fuerza se ha equilibrado del lado de Alemania.