Dos equipos separados por solo cuatro puntos, se enfrentaban en el Wolkswagen Arena para conseguir tres puntos que les permitiera seguir en los puestos de arriba de la clasificación. El Wolfsburgo en un mar de dudas en cuanto a juego y resultados, no conocía la victoria desde hacía tres semanas y además la imagen del equipo no estaba siendo buena. En frente, un Hamburgo que ha demostrado que ya ha dejado los viejos fantasmas del descenso lejos y que solo mira hacia arriba y por qué no a Europa. Además, viendo la trayectoria de su rival, no había mejor ocasión para ganar el encuentro.
Los visitantes fueron mejores en la primera mitad y pese al cansancio, los locales pudieron sacar más que un empate en la segunda mitad. Saltó muy seguro y con mucha personalidad el Hamburgo al terreno de juego consciente de lo que tenía que hacer y sabiendo cómo hacer daño a su rival. La presión sobre la salida del balón del Wolfsburgo originó muchas pérdidas que pudieron transformarse en goles de no ser por el desacierto de Müller o Lasogga en las posiciones de ataque. Naldo y Dante se mostraron muy nervisosos en la salida del balón y el murmullo se apoderó de una grada que no podía permitir nada que no fuera la victoria. Además, en los de Hecking, Draxler y Schürrle se contagiaron del ambiente enrarecido que se vive en el Wolfsburgo y volvieron a jugar un partido más que discreto.
Así, el Hamburgo se colocó por delante en el marcador antes de llegar al ecuador de la primera parte. Lasoga quitó el balón a Dante, chutó y el rechace le cayó a Müller que no perdonó ante Benaglio que nada pudo hacer. Poco más ocurrió en una primera mitad en la que ni Benaglio ni Adler tuvieron que emplearse ninguna jugada destacada, no así en la segunda donde Adler sería el héroe de los visitantes.
Adler salva un punto
Otra cara, otra identidad y otro juego. El Wolfsburgo salió “desconocido” viendo cómo venía jugando hasta ahora y empezó a crear ocasiones una y otra vez más por corazón que por un juego vistoso y atrevido. Guilavogui lo intentó desde lejos una y otra vez pero se encontró constantemente con las buenas manos de Adler, que no iba a permitir que su equipo encajara gol. El mediocentro francés ha encontrado su sitio en la Bundesliga y ante la baja de Luiz Gustavo, está creciendo como jugador de ambas áreas capaz de dar a su equipo tanto en ataque como en defensa.
Caligiuri entró para relevar a un invisible Schürrle y en la primera que tuvo pudo marcar ante Adler. El extremo recibió un gran balón, tocó con la puntera pero Adler sacó de nuevo una pierna para evitar el empate. Solo unos minutos después, el cancerbero visitante volvió a volar para detener una falta bien sacada por Arnold pero quizás demasiado floja.
Llegaban los locales con tanto peligro que era casi un milagro que no llegara un gol. Dicho y hecho. Draxler, en lo poco que hizo en el encuentro, abría un gran balón para Vierinha que, de primeras, se la servía en bandeja a Arnold para que la empujara a gol. Parecía que el empuje del Wolfsburgo le iba a hacer irse decidido hacia una remontada que le hubiera dado mucha moral pero el partido se fue apagando. El Hamburgo pudo adelantarse en alguna que otra contra y en la salida del balón de los locales en busca del segundo, volvieron a fallar los centrales que se equivocaron una y otra vez a la hora de buscar a sus compañeros. En definitiva un punto para cada uno que puede dejar descontentos a ambos pero que es justo viendo lo que dieron unos y otros en el campo.