Volvía el Borussia Dortmund al Signal Iduna Park, en la segunda jornada tras el parón invernal con la intención de seguir sumando victorias tras la cosechada la pasada semana en Mönchengladbach y evitar así que el Bayern se descuelgue todavía más en la lucha por el título. Y lo hacía frente a un Ingolstadt que acumulaba ya seis partidos sin conseguir la victoria, y tres consecutivos sin ver puerta, con tan solo 11 goles a favor en 23 jornadas. Duelo de equipos con aspiraciones muy diferentes, pero mucho más igualado sobre el campo de lo que cabía preveer.
Thomas Tuchel no pudo tener a su disposición a dos pilares fundamentales de su once, como son Ilkay Gündogan y Marco Reus, ambos baja por enfermedad. Erik Dürm debutaría como titular en el lateral izquierdo, mientras que Ginter ocuparía un lugar en el doble pivote junto al intocable Julian Weigl. Adrián Ramos saldría de inicio en banda derecha, con Mkhitaryan en el otro costado y Kagawa detrás de Aubameyang. Por parte visitante, Ralph Hassenhüttl daba la titularidad a Darío Lezcano, delantero paraguayo fichado en este mercado invernal.
Durante prácticamente todo el partido, el Dortmund fue el gran dominador del balón, teniendo el control del juego pero con bastantes imprecisiones a la hora de buscar el área rival. Solo un remate a bocajarro y un remate de cabeza de Aubameyang consiguieron inquietar al guardameta Özcan, que no tuvo mucho trabajo durante la primera hora del choque. De hecho, y pese a no tener largas posesiones ni crear peligro de una manera latente, el Ingolstadt también pudo adelantarse en el marcador, en este caso por medio de Lezcano, que con un remate desde fuera del área obligó a intervenir a Bürki, que envió el balón a corner en la ocasión más clara de los visitantes en la primera mitad. Al descanso se llegó con 0-0 y con la impresión de que el conjunto borusser tendría que mejorar en muchos aspectos si quería llevarse los tres puntos.
El segundo tiempo sería diferente e inclinaría la balanza del lado local, gracias al pichichi de la Bundesliga y, probablemente, al colegiado Guido Winkmann, cuya actuación dejó muy descontentos a los jugadores de Hassenhütll. Para conseguir cambiar la dinámica del juego, Tuchel introdujo a Moritz Leitner y Gonzalo Castro en lugar de Weigl y Kagawa. Más tarde entraría el joven Christian Pulisic, que hizo su debut en Bundesliga. El Dortmund continuó con largas posesiones de balón, con los problemeas que llevaba arrastrando desde el principio del encuentro para hacer daño en área rival debido a las múltiples imprecisiones en los pases, hasta que apareció Aubameyang. El 'killer' gabonés remató un gran centro de Lukas Piszczeck y lo convirtió en el gol que abría el marcador a trece minutos del final. Los jugadores del Ingolstadt reclamaron fuera de juego, pero el árbitro no lo concedió. Minutos antes, Winkmann ya les había anulado un gol por una posible falta sobre Hummels, que al intentar pasarle el balón a Bürki metió el balón al fondo de la red. El descontento visitante era palpable. Ya en los últimos cinco minutos, Aubameyang logró el doblete y aseguro la victoria para su equipo, tras batir a Özcan a pase de Castro.
El Borussia Dortmund sufrió de lo lindo para llevarse el triunfo ante un Ingolstadt que dió más guerra de la previsible. Veremos si sirve para recortar puntos al Bayern Münich, que disputa mañana su partido frente al Hoffenheim.