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Nadie las gana todas

Con una soberbia actuación, el Mainz 05 se robó una victoria de oro por 1-2 ante el Bayern de Múnich en el propio Allianz Arena, donde el Bayern llevaba 17 triunfos consecutivos sin derrota alguna. El resultado pone candente el camino previo al 'Der Klassiker' este sábado.

Nadie las gana todas
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Por Jonathan Josué Laguán

Se lo dijo el Agente Smith a su archirrival místico Neo, mientras ambos luchaban por el destino de humanos y máquinas dentro y fuera de 'The Matrix': "Todo lo que tiene un principio, tiene un final". Se lo dijo también John Milton a Kevin Lomax en aquella divinamente diábolica actuación de Al Pacino y Keanu Reeves en 'El Abogado del Diablo': "Nadie las gana todas". Y, finalmente, se lo dijo Martin Schmidt a Pep Guardiola en una noche épica, gloriosa y perfecta del Mainz en Allianz Arena ante el Bayern de Múnich: "En el fútbol, también se pierde alguna vez". Pero no fue una frase simple en sí misma. Fue una frase escrita con el sudor de los once guerreros de Maguncia, sellada con la sangre de la oncena de valientes que silenciaron el infierno bávaro y se quedó grabada en la memoria de un equipo sólido y que parecía imbatible, que, ahora, se ve amenazado por la carrera de velocidad en la que se ha convertido el título de Bundesliga con el Borussia Dortmund respirando en la yugular bávara. "Nadie las gana todas". La sabiduría de la vida también viene empaquetada con el molde hollywoodense que a veces nos negamos a aceptar. De esta forma, el Bayern corta su invicto en casa de 17 triunfos consecutivos y enciende sus alarmas de cara al 'Der Klassiker' del sábado ante el Borussia Dortmund.

La película de la épica caída comienza

El partido arrancó con las variantes propias de Pep pensando, desde ya, en el partido ante el Borussia Dortmund. Müller y Costa en la banca; Xabi Alonso y Lahm fuera de la convocatoria y un equipo que bsucaba dosificarse fue el que recibió a un Mainz que, desde su planteamiento, dejó en claro que buscaría la victoria y se defendería con uñas y dientes de todo el ímpetu bávaro en ataque. Con dicha idea en el corazón, más que en su cabeza, el Mainz comenzó a frenar rápidamente los impulsos ofensivos del Bayern, cerrando el oxígeno cerebral del Bayern sobre tres cuartos de cancha y agotando sus fuentes de adrenalina sobre los extremos. Coman no desbordaba y a Thiago le costaba crear. El Mainz hacía su trabajo a la perfección desde el comienzo.

Coman no desbordaba y a Thiago le costaba crear. El Mainz hacía su trabajo a la perfección desde el comienzo

Apenas dos centros de Ribéry y Coman fue todo lo que le Bayern intentó en los primero minutos, siendo el Mainz el que incomodó a Neuer al 4' con un cabezazo desviado de Hack. Luego, al 12', Karius iniciaría su show individual de atajadas en Allianz Arena, con una tapada imposible y fenomenal a un remate de Arturo Vidal desde fuera del área, potente y colocado, tras una gran acción de Ribéry sobre la derecha. Con esta acción, el Mainz anunciaba su arma secundaria: las manos de Karius. Inspiradas y prodigiosas, el meta de Maguncia fue clave para el resultado ya que, a partir de esta acción, fue el que silenció los intentos más peligroso del todopoderoso equipo local.

Ribéry no pudo figurar para el Bayern. // (Foto de Getty Images)
Ribéry no pudo figurar para el Bayern. // (Foto de Getty Images)

Tras el remate de Vidal, el propio Karius se volvería a convertir en uan figura impenetrable al 13', a cabezazo del mismo chileno, y al 15', cuando tapó un remate rasante y colocado de Bernat desde la izquierda, para que luego, aflictivamente, Hack llegara para evitar el remate en solitario de Lewandowksi y Coman tras el rechazo de Karius a primer poste. Finalmente, al 15', Benatia encontraba un cobro de falta medido de Ribéry a punto penal, pero su remate de cabeza se iba totalmente desviado de la puerta del inspirado Karius. Tras esta acción, el Bayern siguió siendo el dueño del esférico y el que manejaba los hilos del partido. Sin embargo, la falta de precisión de Thiago era evidente, mientras que Coman y Ribéry no alcanzaban a desbordar los costados de un Mainz firme, fuerte y sólido, aunque igualmente amenazante.

La falta de precisión de Thiago era evidente, mientras que Coman y Ribéry no alcanzaban a desbordar los costados de un Mainz firme, fuerte y sólido

Y la peligrosidad del Mainz quedaría clara al 25'. La jugada la inició la recuperación ultrapulmonar de un impetuoso Baumgartlinger, quien alcanzaba a reaccionar y a asfixiar a Thiago en zona media. Con su robo del balón, la sabiduría de los tiempos se apoderaba del capitán del Mainz, quien leía la subida de Donati por derecha, abriendo hacia el italiano el esférico y dejando que el lateral derecho se comiera la banda y enviara un centro que bañaba a Malli, Alaba y Benatia, llegando solo a Sampeiro, quien acomodaba y, en el mismo control, definía potente y por encima de la salida de Neuer para abrir el marcador. Silencio absoluto en Allianz Arena y explosión de euforia en el banco visitante. Los de Maguncia entendía que se valía soñar, mientras que los del Bayern esperaban poder despertar.

Baumgartlinger fue un auténtico muro para Thiago y su creatividad. // (Foto de fcbayern.de)
Baumgartlinger fue un auténtico muro para Thiago y su creatividad. // (Foto de fcbayern.de)

El Mainz, por su parte, se agrandaba en cada llegada del Bayern, viendo a Karius en un éxtasis inspiracional sin comparaciones

Con el gol en contra, el público de Allianz Arena se inyectó en euforia y apoyo total hacia los suyos quienes, al contrario, parecían aletargados y anulados mentalmente tras el tanto de Sampeiro. Apenas un disparo desviado de Coman al 28', un remate de Rafinha al 32' y un disparo peligroso de Robben al 42', fue todo lo que el Bayern pudo generar para intentar una reacción rápida ante el mazazo de la desventaja. El Mainz, por su parte, se agrandaba en cada llegada del Bayern, viendo a Karius en un éxtasis inspiracional sin comparaciones y a todo su equipo, liderados por un feroz Baumgartlinger, morder una y otra vez a los motores creativos del Bayern, donde solo Robben intentaba sobresalir notablemente. Con esta tendencia, el árbitro sancionaba el final del primer tiempo con la esperanza de que el Bayern pudiera recuperar sensaciones, pero con la noción de que el Mainz estaba demasiado inspirado para permitirlo.

Karius silenció a todo Allianz Arena con sus atajadas. // (Foto de Getty Images)
Karius silenció a todo Allianz Arena con sus atajadas. // (Foto de Getty Images)

El Éxtasis de Santa Maguncia

Para la segunda parte, los papeles no se alteraron, aunque el Bayern entró más lúcido, más enfocado y mucho más voraz al complemento. Sin embargo, al 50', el Mainz asustaba con un contragolpe mortal comandado por Malli, quien centraba para Clemens, pero su remate se iba totalmente desviado cuando había quedado solo ante Neuer. Poco a poco, el Bayern comenzó a monopolizar las acciones del partido con mayor precisión. Müller ingresaba por Coman y permitía que Robben regresara a su hábitat natural por la derecha. De igual forma, Thiago dejaba su lugar a Costa, marcando un movimiento interesante dentro del once del Bayern: Robben se movía a la izquierda, Ribéry hacia el centro y Costa quedaba solo sobre la derecha. Ya con estos movimientos, el Bayern fue más potente y perfeoraba una y otra vez la defensa visitante.

Ya con estos movimientos, el Bayern fue más potente y perfeoraba una y otra vez la defensa visitante

Vidal volvía a asustar a Karius al 53' con un remate de larga distancia bien tapado por el meta de Maguncia, mientras que Costa desbordaba y rompía a Donati, para centrar y ver como Lewandowksi era perfectamente anticipado por Baumgartlinger en el punto penal. Robben lo intentaba al 60' con un zurdazo potente que estuvo a punto de encontrar el pie de Müller en el área, hasta que, al 64', el holandés tomaba el esférico sobre tres cuartos de cancha, avanzaba en velocidad ante la lentitud en la marca del Mainz y sacaba un zurdazo potente y cruzado que vencía a Karius a ras de piso y colocaba el empate en el marcador. Respirar profundo y creer. Esa fue la premisa del Bayern que, con el gol de Robben, encendía una luz de esperanza para manterse imbatible en casa. Pero, a veces, la fe no alcanza.

Robben celebra el gol del transitorio empate del Bayern. // (Foto de Getty Images)
Robben celebra el gol del transitorio empate del Bayern. // (Foto de Getty Images)

La locura se destaba en Allianz Arena y el Bayern aceleraba sus motores. Con el empate, el Mainz se redujo a su mínima expresión y se vio totalmente fuera de ser un sinónimo de peligro para el Bayern. Vidal frenaba las contras, Benatia encerraba al recién ingresado Córdoba y Alaba se despegaba para ser válvula de salida hacia donde vasucalaban Robben, Costa, Müller y Ribéry. El gol de la victoria comenzaba a ser una cuestión de tiempo, hasta que, como en todo el partido, Karius tapaba con sus manos y Baumgartlinger lo hacía con sus piernas y sus indicaciones dentro del campo. El gran mediocentro austríaco frenaba y marcaba, cerraba espacios y ahogaba desbordes haciendo que, poco a poco, el Bayern comenzara a entrar en desesperación al ver como Robben al 66', Costa al 71', Ribéry al 75' y Müller al 78' ponían en apuros a Karius y compañía, pero sin lograr el anhelado gol de la victoria.

El gran mediocentro austríaco frenaba y marcaba, cerraba espacios y ahogaba desbordes haciendo que, poco a poco, el Bayern comenzara a entrar en desesperación

Pero la racha estaba por ser quebrada. Las 17 victorias consecutivas en todas las competiciones en Allianz Arena no tenían valor en esta noche done, caprichosamente, el destino le sonrió al Mainz y hata le guiño el ojo con la sensualidad que la ironía misma significa. Esto, porque, con su llegada al terreno de juego, Córdaba había frenado el ataque del Mainz y dejado que el Bayern se volcara, pero sería justamente el colombiano el que firmaría el gol de la victoria para los suyos. Este llegó al 85', justo después de que Lewandowski se perdiera una acción clara al ser anticipado por Hack frente a Karius. El despeje llegó a Córdoba quien aguantó y tocó para Baumgartlinger dentro del área donde, vistiéndose de Messi, se sacó con túnel incluído a Arturo Vidal y tocó para que Córdoba colocara el esférico al rincón bajo izquierdo de Neuer y colocar el 1-2 final en el marcador. El peor cambio de Schmidt se convertiría en el elemento secreto de la buena suerte.

Los jugadores del Mainz celebran el gol de la victoria de Córdoba. // (Foto de Getty Images)
Los jugadores del Mainz celebran el gol de la victoria de Córdoba. // (Foto de Getty Images)

Los del Mainz entendían las dimensiones de su milagro nocturno y entraban en una especie de 'Éxtasis de Santa Maguncia', celebrando como si de un título de Bundesliga se trataba

El gol despertó a la bestia bávara, pero el sueño en el que se encontraba aletargó sus reflejos más precisos. El Bayern intentó con un disparo de Robben colocadó a manos de Karius al 88, otro disparo de Robben que Karius frenaba de forma espectacular al 92' y un cabezazo desviado de Lewandowsi al 94', pero no sería suficiente. Schmidt se arrodillaba y sujetaba su cabeza con ambas manos en señal de incredulidad, mientras Guardiola, caballerosamente, se acercaba a estrechar su mano y felicitarle por la victoria. El Mainz era el justo ganador y el Bayern lo sabía. Por su parte, los del Mainz entendían las dimensiones de su milagro nocturno y entraban en una especie de 'Éxtasis de Santa Maguncia', celebrando como si de un título de Bundesliga se trataba. Sin embrgo, ahora, para el Mainz, Europa es una realidad palpable, lo que hace que el equipo de Maguncia siempre saque lo mejor de sí en cada partido.

Robben fue el mejor del Bayern pero no pudo evitar la derrota. // (Foto de Getty Images)
Robben fue el mejor del Bayern pero no pudo evitar la derrota. // (Foto de Getty Images)

Con este resultado, el Bayern se frena en 62 puntos en la tabla general, siendo siempre líder en solitario pero viendo como el Borussia Dortmund se acerca, con 57 puntos, peligrosamente, justo en la semana en la que el 'Der Klassiker' tendrá lugar en territorio borusser. De igual forma, los bávaros ven finalizada su racha invicta en Allianz Arena, la cual se componía de 17 victorias consecutivas en todas las competiciones, además de perder su racha de 8 triunfos consecutivos ante el Mainz 05. Por su parte, los de Maguncia suben hasta la 5° posición con 39 puntos y ser afirman en puestos de UEFA Europa League, aunque pudiendo soñar con el último boleto a la Champions League de la siguiente temporada. Por ahora, el Bayern no tiene más que superar el descalabro y seguir adelante, cuando se vienen tres partidos claves para los de Guardiola, mientras que los del Mainz pueden seguir soñando con ser una Cenicienta Europea el próximo curso.