El verde del Merck-Stadion am Böllenfalltor, estadio del Darmstadt, no fue el mejor escenario para la disputa de un partido de la máxima competición germana. Con mucho barro y zonas muy irregulares, el balón no rodó con facilidad y dificultó que tanto locales como visitantes pudieran ejercer un juego limpio y acabó por dejar un partido con muchas imprecisiones y errores. Sin embargo, el Borussia Dortmund logró imponerse al mal estado del césped y a la poblada defensa de los lirios para llevarse los tres puntos.
El partido empezó con ambos equipos incómodos en el campo. No fue la presión ni la línea defensiva lo que incomodó, sino que fue el estado del césped. En los primeros compases se vio a locales y visitantes rifar la pelota con velocidad, fallar pases y mandar balones largos y aéreos ya que la alternativa de jugar raso parecía una quimera.
Aclimatación, defensa poblada y posesión
Cuando abejas y lirios dominaron el juego bronco, quedó establecido el guion que protagonizó gran parte del encuentro: el Darmstadt renunció a la posesión y plantó una línea de seis o siete defensas con la clara idea de robar un balón y salir a la contra. El Borussia Dortmund, con todo el control del esférico, fue dominando parcela a parcela hasta que empezó a desarrollar su juego de combinación. Cuando Gündogan y Passlack, que debutaba en Bundesliga, vieron algún resquicio de espacio en la defensa, filtraron balones peligrosos.
Adrián Ramos tuvo una de las primeras oportunidades de la noche para los visitantes, mientras que Vrancic logró dar un susto en una de las pocas ocasiones en las que los locales se acercaron a la meta de Weidenfeller. Entre tantos pases filtrados, los borussers encontraron el premio. Un pase picado para que rematara Aubameyang generó el primer gol, obra de un Ramos que se quiso reivindicar y estuvo en el sitio y el momento adecuado para aprovechar el rechace y poner el 0-1.
Con el resultado favorable al Dortmund, los locales se encerraron más en defensa y la primera mitad finalizó sin destacables ocasiones por parte de ningún equipo. Durante los primeros compases de la segunda mitad, se pudo ver que el guion a seguir sería el mismo que en los primeros 45 minutos. El Darmstadt seguía con su línea de seis hombres ante un Borussia Dortmund encantado de tener la posesión.
Se abrieron las aguas y “corrió” el balón
El Darmstadt seguía cerrado atrás y el Dortmund con la posesión
Igual que llegó el primer gol llegó el segundo. El equipo de Tuchel mantuvo la posesión y su idea de jugar combinando para generar espacios. La defensa local poco a poco se fue quebrando y a Gündogan y compañía les resultó más sencillo filtrar pases entre líneas. Además, Durm y Ginter empezaron a tener protagonismo con internadas por la banda, dando más profundidad al juego borusser.
Precisamente fue Durm quien anotó el 0-2 al aprovechar un pase filtrado de Gonzalo Castro, que vio como el lateral entraba desde el pico del área. Ante la salida de Mathenia, Durm controló y cruzó para batir al meta lirio y cerrar el marcador. Pasada la hora de juego, el Darmstadt se atrevió a presionar más arriba y a llegar al área de Weidenfeller, aunque no supo aprovecharlo ya que falló un par de ocasiones claras y poco a poco se fue desvaneciendo el peligro en sus intentos.
En el último cuarto de hora se pudo ver un partido con más idas y venidas de ambos equipos. Sin embargo, ninguna generó suficiente peligro ya que muchas veces la jugada resultaba imposible de trenzar a causa de los botes que daba el balón en el irregular césped. Aubameyang tuvo una ocasión a la contra pero se le escapó el control y acabó disparando al cuerpo del meta local.