El partido comenzó con el equipo de André Schubert intentando llevar la iniciativa del juego, ante un conjunto dirigido por Roger Schmidt que se mantenía replegado y que estaba creando bastante peligro cada vez que recuperaba el esférico desplegándose con bastantes efectivos, y realizando buenas combinaciones en los últimos metros con mucha precisión en la entrega. Después de unos minutos, el cuadro local perdió el control del juego, y el Leverkusen se empezó a instalar en terreno de juego del contrincante, y empezó a crear ocasiones bastante claras con una mayor frecuencia, con fases bastante largas de ataque posicional. El 0-1 llegó por medio de Aránguiz que batió al portero Sommer en el mano a mano tras un pase de Çalhanoglu.
Dominio del Leverkusen ratificado con un buen gol
Después del gol, los potros trataron de recuperar el control del enfrentamiento a base de tener la redonda y de intentar moverla hacia los costados para ganar metros, mientras tanto, el equipo rojo se mantenía replegado, y cuando recuperaba la posesión se dedicaba a tocar renunciando a las salidas en velocidad la mayor parte de las veces. Tras unos minutos, el Gladbach volvió a perder la posesión del cuero, y en los tramos de circulación de los visitantes, volvieron a destapar las enormes carencias que tenían para recuperarla, y para mantenerla ya que estaban siendo bastante imprecisos en la entrega. El equipo de André Schubert estaba jugando con dos jugadores de banda como Traoré y Wendt que actuaban tanto de laterales, como de extremos en el 3-5-2, que se convertía en un 4-4-2 cuando el equipo perdía el cuero ya que Traoré o Wendt retrasaban su posición.
En los últimos minutos del primer acto, el conjunto local recuperó el control del juego y empezó a acercarse a campo contrario a base de tocar y de bajar el ritmo de intensidad en el duelo. Por su parte, el Bayer Leverkusen se replegó en su terreno, y renunció bastante a presionar al rival, y a salir al contraataque en caso de recuperar. El 1-1 llegó por medio de André Hahn que batió al portero Leno tras un rematar un balón rechazado por el guardameta. Este gol recompensó un tramo de manejo, y de insistencia llegando por las bandas, especialmente por la derecha en las arrancadas en transición rápida.
Apagón local resuelto con un gol
El segundo tiempo comenzó con un ritmo mucho más bajo de intensidad, y con dominio de balón del Bayer Leverkusen que se dedicaba a mover la pelota en el centro del campo para ralentizar el encuentro, mientras que el equipo local se mantenía agrupado con las líneas bastante juntas en campo propio, a la espera de una recuperación de pelota con la que poder salir al contraataque en velocidad llegando por la banda derecha por la que Hahn estaba cayendo con basatante frecuencia desde esa posición de enganche en la que jugaba por detrás de dos puntas que le estaba permitiendo llegar al área con el factor sorpresa.
Después de los primeros minutos de juego, el enfrentamiento se abrió y ambos equipos empezaron a llegar al arco rival con una cierta continuidad, aunque fue el cuadro de la aspirina el que llegó con mayor frecuencia y peligro al arco rival, y el que más se volcó en busca del segundo gol, a pesar de que era su oponente el que más se jugaba, aunque no estaba llegando en buen estado a este momento crucial del encuentro, en el que hubo un ascenso en la cadencia de intensidad, y en el que únicamente la defensa de los potros evitó que peligrara el puesto de Liga de Campeones. En ese tramo, el conjunto borusser se apagó en ataque, aunque poco a poco despertó y volvió a tener el balón en zonas avanzadas del campo.
El 2-1 llegó por medio de André Hahn que remató en el segundo palo, un centro rechazado de Oscar Wendt desde la banda izquierda, que remató con un disparo potente de pierna derecha con el que batió al guardameta Leno bastante libre de marca. Depués de ese gol, que prácticamente le ponía con un pie y medio en la próxima previa de Liga de Campeones, el partido ganó en intensidad, y el conjunto dirigido por Roger Schmidt recuperó el control del juego, a base de tocar, mientras que los locales abogaban por replegarse atrás con la mayoría de los efectivos, para poder salir al contraataque con los pocos efectivos que se quedaban descolgados en las fases de ataque posicional del Bayer Leverkusen que optaba por centrar balones al área rival en busca de un Chicharito que capturara o prolongara la redonda para proseguir la jugada.