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El Bayern se impone sobre la bocina en campo del Hamburgo

El Bayern de Múnich se ha impuesto 0-1 en el Volksparkstadion de Hamburgo, gracias a un tanto de Joshua Kimmich, en un encuentro en el que el cuadro visitante llevó la iniciativa del juego, pese a que se encontró muy incómodo en muchos tramos de juego con el balón.

El Bayern se impone sobre la bocina en campo del Hamburgo
Hamburgo-Bayern
tarekfutbol
Por Tarek Guerrero

El enfrentamiento comenzó con el Bayern de Múnich llevando la iniciativa y dominando la posesión del esférico, de la que se sirvió desde el primer momento para llegar al área contraria llevando un cierto peligro en sus acciones. Aunque en la realidad, ese estratagema no estaba siendo tan fácil como en el plano, pues el equipo dirigido por Carlo Ancelotti estaba teniendo dificultades para superar las primeras líneas de presión, y para poder instalarse en terreno de juego contrario pues estaba chocando con un buen entramado defensivo por parte del conjunto local, que estaba jugando mucho las líneas en ese 4-2-3-1, con el que trataba de mantener un cierto equilibrio en el centro del campo, y con el que quería salir al contraataque con velocidad y desequilibrio. 

Dominio visitante con una buena continuidad en la posesión

Pasaron los minutos, y el cuadro dirigido por Carlo Ancelotti siguió teniendo muchas dificultades para crear juego, pues no estaba encontrando opciones de pase por las bnadas, y apenas estaba consiguiendo mantener el esférico controlado en el segundo tercio del campo, pues cuando se acercaba, los cinco centrocampistas locales se desplegaban para presionar a su contrincante con una gran agresividad. Pese a ello, el Bayern fue capaz de ver una luz, un flanco débil en la defensa local por el costado diestro por el que el conjunto muniqués consiguió profundizar con Kingsley Coman, y con un David Alaba muy participativo que estaba variando mucho su posición, llegando a posicionarse como interior en alguna ocasión, realizando una gran colaboración a la hora de crear juego, cuando el esférico llegaba al costado izquierdo.

Ritmo alterno de juego, con llegadas de ambos equipos

El segundo tiempo comenzó de la misma manera que el primero, con el Bayern de Múnich llevando la iniciativa, e intentando llegar al arco contrario a base de desequilibrar con una circulación de balón más veloz, en las fases de ataque posicional en terreno de juego contrario, donde cada minuto que pasaba, estaba teniendo más dificultad para dominar a un rival, que estaba saliendo al contraataque con gran frecuencia, por el costado izquierdo, con un Wood muy participativo en todas las facetas del juego. El ritmo de intensidad estaba siendo muy alto en el encuentro, en una fase en la que cualquiera de los dos conjuntos se podía llevar el duelo al contragolpe, aunque quizás el cuadro local estaba algo mejor, al replegarse con mayor velocidad.

Después de los primeros minutos de juego, el cuadro visitante se volvió a volcar sobre la meta de un René Adler inconmensurable, que con cada parada que estaba haciendo, estaba rejuveneciendo dos años en su carrera como portero, pues estaba frenando al conjunto muniqués, con todo tipo de estiradas y blocajes, que aumentaban la desesperación, de un ataque plano, sin más recursos ofensivos que la insistencia y los centros laterales, que denotaban por parte del conjunto dirigido por Carlo Ancelotti, una preocupante falta de creatividad a la hora de crear ocasiones de gol, pues eran los dos laterales, Phillip Lahm y David Alaba, los que más estaban teniendo el balón en la zona de ataque.

Sin embargo, en una aparición por parte de un desaparecido Frank Ribery, que consiguió desbordar a su marcador, y poner un pase de la muerte en línea de fondo, para que el incombustible Joshua Kimmich marcara el 0-1 en boca de gol a portería vacía. Este gol, le dio la vida a un Bayern que había tenido un rendimiento bastante flojo en la zona de ataque, que había mostrado alguna laguna a nivel defensivo donde había mostrado una gran lentitud en muchas fases de transición ataque-defensa, cuando su rival salía al contraataque. Finalmente, el partido concluyó con algún intento frustrado del equipo local por igualar la contienda a balón parado, aunque no consiguió descentrar a un campeón alemán, que supo marcar los tiempos a la perfección después del 0-1, teniendo el balón cuando debió tenerlo, y replegándose en su campo, a su debido tiempo.