Anulado y sin respuesta. Así se mostró el Olympique de Marsella ante un Nantes que dio un gran paso adelante hacia su salvación al derrotar a un rival con más sombras que luces, que tenía la obligación de ganar para no decir adiós a la lucha por el título, y que terminó cavando su propia tumba. Los marselleses entraron tarde y mal al partido, y no llegaron a tiempo para rengancharse a la pelea por el cetro liguero. No era el día para perder pistón, pero los Gakpé fue el verdugo de los de Bielsa, que sumaron su tercera derrota consecutiva. Y aún gracias, pues si no llega a ser por Mandanda pudo ser peor.

Sin opción ni ideas

El equipo más goleado de la Ligue 1 recibía al más goleador. El fútbol, sin embargo, guarda de vez en cuando sorpresas como esta, y el pez pequeño es capaz de comerse al grande. El Nantes empezó a derrotar al Marsella desde el primer minuto de juego. Primero, con la posesión, luego, con un gran orden táctico. El equipo brillante que deslumbró a toda Francia en la primera mitad de campeonato, se esfumó una jornada más, dejando una versión apagada que no es capaz de romper los esquemas de un rival que no necesitó mucho para generarle problemas.

La principal complicación para los marselleses surgió con la aplicación de su sistema: el 3-3-3-1, con Gignac por detrás de Batshuayi, no daba ayudas a la salida desde atrás, lo que derivó en posesiones estériles de Mandanda con los centrales. El Nantes, muy bien ordenado, presionaba lo justo para que los visitantes no encontraran ninguna línea de pase más allá de la línea divisoria. Los locales leyeron muy bien el encuentro, dejando sin ideas la creación del Marsella, que se topaba con un muro en su propia mitad de campo, penalizado por la falta de ayudas de sus propios hombres.

Las cosas empeoraron llegado el minuto 20, cuando un astuto Gakpe se aprovechó de un mal pase de Fanni a Mandanda para adelantar a los suyos. Un revés del que el Marsella no supo recuperarse. De hecho, cuando más necesitados estaban los de Bielsa, peor reaccionaroon sobre el césped. Tal vez, mostrando la peor primera mitad de la temporada. Sin Payet, con Thauvin en el banquillo, y con Ayew y Alessandrini ausentes, la creatividad del Marsella era totalmente nula, incapaz de generar algo desde la nada, ni siquiera lo más sencillo.

Nada cambia y el Marsella se ahoga

El partido le pedía centrocampistas al Marsella, pero ni siquiera algún amago de reconvertir su esquema a un 3-5-1 fue suficiente para revertir la situación. Como si de un cadáver en descomposición se tratase, el equipo marsellés se fue a los vestuarios pensando en que toda la temporada podía terminar en los 45 minutos que restaban de juego. Con todo en contra, había que reaccionar o morir. Y la reacción no fue suficiente.

El resultado, de hecho, no era todo lo malo que podía, pues al filo del descanso Djadjédjé había salvado un tiro de Bedoya cuando éste ya encaraba a Mandanda. Tras el descanso, sin embargo, poco o nada cambió. La desesperación marsellesa creció por minutos, incapaz de dar con la llave que resolviese la encrucijada planteada por un Nantes muy firme y serio, que afrontó este partido como una final, y la ganó. Bielsa intentó darle una marcha más a los suyos dando entrada a Thauvin y Ocampos, pero el Marsella no estaba por la labor.

Logró acercarse más al área rival, pero lo cierto es que el peligro lo generó el Nantes, cuya verticalidad ponía en riesgo la meta de Mandanda, el menos culpable de los culpables. El esquema cambió, pero ya nadie lo entendía. El 4-2-4 terminó por romper un equipo que jugaba sin rumbo, a la espera de un milagro que ni mereció ni consiguió. Su propio esquema mantenía desconcertado a los jugadores, que no se encontraban cómodos y veían como Deaux, en uno de los muchos contragolpes, estaba a punto de doblar la ventaja con un remate dulce dentro del área que lamió la madera.

El Marsella estaba noqueado, incapaz de generar ocasiones, y su destino parecía claro. En ningún momento pareció capaz de remontar el partido, ni siquiera cuando en el último minuto Fanni peinó un balón al travesaño, y su rebote, también cabeceado por un jugador marsellés, se perdió por encima de la portería. También la suerte dio la espalda al Marsella, que se despidió del encuentro por la puerta de atrás, la que recibe a los que se quedan a las puertas del triunfo y que han de conformarse con la amargura. Prometían mucho, pero se quedarán en el camino. A siete del líder, y podrían ser ocho si el PSG vence en Niza.

Puntuaciones VAVEL Ligue 1

FC Nantes (1) Olympique de Marsella (0)
Riou 7 Mandanda 6
Djilobodji 6 Dja-Djedje 7
Vizcarrondo 7 Nkoulou 5
Cissokho 7 Fanni 5
Gomis (88') 7 Morel 5
Bedoya 7 Romao 4
Bessat 7 Imbula (45') 4
Deaux (77') 8 Alessandrini (78') 4
Veretout 7 Ayew 4
Gakpe 8 Batshuayi (58') 4
Audel (88') 7 Gignac 4
Remplaçants
Hansen (78') 6 Thauvin (45') 6
Bammou (80') - Ocampos (58') 5
Alhadhur (88') - Lemina (78') 5