Fiorentina y Tottenham se citaban en el Artemio Fanchi en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League. Los viola llegaban con algo de ventaja tras el 1-1 en el White Hart Lane de Londres (tantos de Soldado y Basanta). El partido fue un buen espectáculo en la primaveral tarde de la capital de la Toscana, que pudo ver a los suyos pasar de ronda en la Europa League después del trallazo de falta, en el último minuto, de Andrea Pirlo el curso pasado.

El fútbol europeo tenía una cuenta pendiente con la Fiorentina, después de caer injustamente ante la Vecchia Signora en la última temporada. Esta vez el sorteo deparó un duelo italioingles entre dos equipos con un fútbol vistoso y ofensivo. La cuna de Michelangelo, la ciudad Renacentística por excelencia sería la encargada de impartir justicia debido a la primera posición que los de Vincenzo Montella consiguieron en la fase de grupos de la competición. 

Desde el principio del partido se pudo ver hacia dónde iba a ir el mismo. Los dos equipos se olvidaron de las defensas e iniciarion una lucha por el esférico. Entre medias, ataques veloces a las contras para romper el marcador. A pesar de que las primeras ocasiones tardaron en llegar, el primer contraataque veloz fue fruto deun pase de Joaquín, a Mario Gomez, que el alemán desperdicia por lentitud en el último tramo dela galopada. Poco después, el recién llegado Salah apunto detuvo de abrir el marcador, pero el egipcio erró en la construcción de la contra. 

Al Tottenham le gustaba aquella situación. Los de Pochettino se sentían cómodo ante el juego que la Fiorentina proponía y fueron los primeros en gozar de una oportunidad de oro para cambiar el luminoso del Artemio Franchi. Un balón en largo deja solo a Soldado, que conduce el contraataque a la perfección, pero que en el último momento, con Neto muy encima suya, decide dar la pelota a Eriksen, que no pudo controlarla porque el portero brasileño de la Fiorentina atajó la bola a ras del suelo. Los aficionados viola sonreían en las gradas ante uno delos goles más clamorosos que el '9' español ha fallado a lo largo de su carrera deportiva. El partido se iba al descanso tal y como empezó. 

Tras el descanso, el duelo que los arietes de ambos elencos tenían para ver quién fallaba más goles se desniveló. El que logró anotar, en el mano a mano, fue Mario Gomez, pero el alemán debe atribuir casi todo el mérito del gol al español Joaquín, que construyó la jugada que le dejó solo ante el galo francés para que definiera al fondo de las redes. El tanto viola obligaba a los ingleses a hacer un gol para forzar, como mínimo, la prórroga, por lo que Pochettino da entrada a una de las revelaciones de la Premier League inglesa, el joven y talentoso delantero Harry Kane. 

Pero lo más destacado que el delantero inglés logró fue sacar del estadio una sonora pitada a Erik Lamela, que fue quien dejó el campo, porque pocas pelotas logró tocar. Una jugada desde la banda, pasada la hora de partido, provoca un error de los dos centrales de los Spurs (Vertonghen y Fazio), que no despejan el cuero y permiten a Salah, desde el punto de penalti, fusilar a Hugo Lloris. Era el 2-0 y la Fiorentina tenía pie y medio en los octavos de final de la Europa League. 

A partir de ahí, la misma historia de siempre. El Tottenham se volcó sobre la portería de la Fiorentina, que se dedicó a defender y a dejar pasar los minutos. La injusticia vivida el curso pasado, en la misma competición, en la misma eliminatoria y ante uno de los rivales históricos del conjunto toscano ya está olvidada y los fiorentinos podrán cenar tranquilamente un buen Bistecca alla Fiorentina, pero con alguna salsa inglesa.