No comienza bien la temporada para la 'Vecchia Signora'; ya que en el primer partido como local de la Serie A cosechaba su primera derrota, rompiendo la racha sin perder de 46 encuentros consecutivos sin conocer la derrota.
Se esperaba que llegase un equipo todavía por pulir, pero no una ‘Juve’ falta de ideas, de acierto y de juego. Los bianconeri han acusado en exceso la ausencia de Marchisio, ya que sin él y con la marcha de Pirlo no hay a disposición de Massimiliano Allegri otro catalizador de juego. Intentó desempeñar ese rol Padoin, pero el multiusos de la plantilla no tiene las capacidades necesarias para llevar el peso del juego del equipo.
El partido fue trabado, lento y bronco; con un Udinese a la defensiva cediendo por completo el mando a los locales. Pero los juventinos son aún un equipo en rodaje y eso ha quedado demostrado en este encuentro. Con la baja por lesión de Álvaro Morata desaparecía el referente ofensivo, junto el desaparecido Tévez, de la pasada campaña y junto con él se apagaron las luces del ataque bianconeri. Lo intentaron una y mil veces los atacantes de la Vecchia Signora y las tuvieron de todos los colores; Lichsteiner y Coman coparon las ocasiones de la primera mitad. El suizo con centros desde el lateral y algunos disparos lejanos haciendo gala de su potencia y el francés con internadas y remates a portería. No estuvo especialmente destacado el gran fichaje para la delantera, el croata Mario Mandzukic estuvo errático como el resto de sus compañeros y no acertó a perforar las redes rivales con ninguno de sus remates a puerta.
En la primera mitad tuvo la posesión la ‘Juve’ pero no conseguía crear peligro en los últimos metros debido a su falta de claridad ante la falta de un hombre creativo en el centro del campo que lleve a cabo las funciones del último pase. Ante la marcha de Vidal, Tévez y Pirlo y la baja de Marchisio el centro del campo bianconeri estuvo desangelado y sin ideas en los últimos metros. Marotta ha confirmado la llegada de Cuadrado en calidad de cedido procedente del Chelsea inglés, un hombre que puede ayudar a mejorar el ataque pero no a desempeñar esas funciones de creador de juego que tanto ha echado de menos en el día de hoy.
Pero, sin duda, la ocasión más clara para los locales la tuvo en sus botas Mandzukic. En una doble ocasión dentro del área pequeña el ex del Atlético de Madrid no supo rebasar a Karnezis y no pudo poner a su equipo por delante. Antes de que los visitantes se adelantaran en el marcador iban a tener los juventinos dos ocasiones para haber cambiado el rumbo del partido, pero no supieron aprovecharlas. La primera de ellas corrió a cargo del atacante croata, fruto de una gran jugada por la banda de Evra que centró un buen balón que no pudo acertar a potería el punta. La otra ocasión la tuvo Paul Pogba, que tras una buena jugada individual, ejecutó un quiebro de más y el defensa estuvo atento para despejar desbaratar la ocasión del francés. El tanto corrió a cargo de Théréau tras una jugada por la banda de Panagiotis Kone, que tuvo que entrar en sustitución del lesionado Badu. El francés sólo tuvo que empujarla y remató sólo ante Buffon. El resto del encuentro transcurrió como los minutos anteriores: los locales con la posesión y quedándose en la línea de tres cuartos de campo sin ideas y sin poder culminar el ataque; los visitantes esperando agazapados y saliendo como balas al contragolpe cuando cazaban una pelota.
El encuentro culminó y saltaba la sorpresa por segunda vez esta primera jornada, tras el tropiezo de la Roma. El campeonato italiano empieza con emoción y queda claro que los dos máximos aspirantes tienen aún mucho que mejorar si quieren alcanzar los niveles de la temporada pasada.