¡Qué diferencia ver a la Lazio en el Olímpico que fuera de él! Esta es la sensación que, tras 5 partidos oficiales, tres en casa y dos fuera muestra el equipo de Pioli para el aficionado al fútbol italiano en general. En casa, un equipo ordenado, que defiende en dos líneas de cuatro o cinco y que no deja espacios al rival, como se pudo ver ante Leverkusen, Bologna y hoy Udinese; fuera, un equipo que se parte al mínimo contratiempo y que deja al rival demasiado espacio, como se vio en Alemania en la vuelta de Liga de Campeones ante el Leverkusen (3-0) y en Verona ante el Chievo, donde un irreconocible Lazio fue derrotado por cuatro goles a cero.
Hoy el partido era importante para el equipo de Stefano Pioli: tras el último resultado ante el Chievo, donde el equipo hizo un ridículo espantoso perdiendo 4-0, la Lazio estaba obligada a ganar para ponerse con seis puntos de nueve posibles y mantenerse en la lucha por los puestos punteros de la clasificación. Pues bien, la Lazio salió al Olímpico en una tarde lluviosa y desapacible, con menos de 30.000 espectadores en las gradas del estadio romano.
Primera parte sin claras ocasiones
En el primer minuto del partido, las intenciones de ambos equipos quedaron claras: la Lazio dispuesta a dominar el partido como buen local y el Udinese esperando a la contra con su 3-5-2, preparado para salir hacia la meta de Marchetti en cuanto robara un balón. Y así se desarrolló la primera parte, sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, salvo dos disparos lejanos pero peligrosos de Candreva por parte de la Lazio y las carreras de Keita Baldé; por su parte, el Udinese no creó peligro en la portería de Marchetti gracias a una defensa local que evitó cualquier acercamiento visitante. Solo Thereau lanzó algún tímido disparo desde lejos.
Tempraneros cambios de Pioli y doblete de Matri
Tras la reanudación del encuentro, la Lazio salió de nuevo a dominar el partido, pero sin ocasiones claras para los romanos. El encuentro parecía abocado al 0-0 aun con dominio local, pero Stefano Pioli introdujo dos cambios que darían la vuelta al partido: en el minuto 56, salieron del campo Candreva y Lulic e ingresaron Matri y Felipe Anderson. A partir de ese momento, la Lazio comenzó a crear peligro real mientras el Udinese se defendía como podía. Fue el recién salido Matri el que revolucionó el partido, y el marcador. En el minuto 64, un disparo raso se coló en la portería de Karnezis, para delirio de la escasa afición lazial. Desde ese momento, los locales controlaron el encuentro a placer y llegó el segundo tras una jugada elaborada por la Lazio y un mal rechace de la defensa visitante que Mauri no desaprovechó marcando el segundo gol local, en el minuto 73, y sentenciando el encuentro.
Tras el segundo gol de la Lazio, el partido quedó totalmente sentenciado: el Udinese prácticamente renunció al ataque y los dos equipos firmaron una especie de pacto bajo la lluvia. Los locales controlaron el partido a placer hasta que el colegiado señaló el final del partido.
Este resultado deja a la Lazio octava a tres puntos del líder y a uno de su máximo rival, la Roma, que ganó al recién ascendido Frosinone por cero goles a dos; mientras que el Udinese queda en decimotercera posición con tres puntos de nueve posibles.
Este jueves el equipo romano empezará su andadura europea ante el actual subcampeón de la competición, el Dnipro ucraniano, como visitante; meintras que el domingo se medirá al Nápoles en la ciudad del sur de Italia a las 20:45 en el que será partido de la jornada 4 de la Serie A. Por su parte el Udinese jugará en Udine ante el Empoli el próximo sábado.