Juventus y Borussia Mönchengladbach se dieron cita en Turín para disputar un encuentro que medía trayectorias contrapuestas en la competición, pleno de victorias de la Juventus en los dos primeros partidos y pleno de derrotas del Gladbach. El partido acabó 0-0 debido en gran parte a la imposibilidad de los turineses de traducir su superioridad durante el choque en ocasiones de gol.
Dominio estéril
La primera parte no dejó gran cosa, la Juventus llevaba el timón del juego durante la mayor parte del tiempo, pero sin llegar a crear peligro, salvo algunos intentos de Pogba y Morata desde fuera del área que no llegaron a coger portería. Conforme fue pasando el tiempo, el Gladbach fue asentándose en el campo y empezó a crear posesiones con cierto sentido que se tradujeron en algunas llegadas al área de Buffon que los defensores sacaban a córner. En un choque sin mucha miga, una pérdida de balón de Domínguez propició la jugada que pudo cambiar el signo del partido. Era el minuto 42 y el central español entregaba el balón en tres cuartos de campo a Morata, que, disponiéndose a enfilar portería tras regatear al defensa, sufría la falta de este. Sin caer en las protestas de los italianos, que pedían la expulsión, el árbitro escocés Craig Thomson enseño la cartulina amarilla al ex del Atlético. Con esta jugada con la que el Borussia podría haberse quedado con diez, se daba por concluida la primera parte.
La segunda parte incrementó aún mas el dominio de los turineses ante un Gladbach incapaz de conservar la posesión del balón. Sin embargo, los bianconeri, como viene siendo habitual esta temporada, se ahogaban en cuanto llegaban a tres cuartos de campo. Sin un hombre que creara desequilibrio entre líneas, no conseguían crear jugadas de peligro, siendo lo más reseñable del inicio de la segunda mitad, una ocasión de Morata que estuvo muy lento tras recibir un buen pase de Pogba, y un lanzamiento de falta ejecutado por Pogba que detuvo con solvencia Sommer.
Las entradas de Pereyra, Zaza y Dybala, que mostró algunos detalles, no cambiaron demasiado el rumbo del encuentro. La Juventus seguía manteniendo la posesión del balón con facilidad, pero era incapaz de crear peligro a un Borussia que parecía dar por bueno el empate. Fue en un saque de esquina, donde Chiellini, tras una dejada de Pogba, tuvo la mejor ocasión del partido, pero su remate a la media vuelta fue desviado por un defensor alemán. Ya al final, los alemanes se estiraron un poco con tímidas llegadas al área de Buffon, pero no cambiarían nada en un encuentro con muy poquito fútbol.
La cabeza de grupo se aprieta
El empate dejó más satisfechos a los alemanes, que sumaron su primer punto en la competición y mantienen así sus opciones en el grupo, mientras que la Juventus perdió una gran oportunidad de afianzar su liderato, y ve cómo el Manchester City, que ganó al Sevilla 2-1 en el Emirates gracias a un tanto de De Bruyne en el añadido, se coloca a un punto.
Al margen de la clasificación, el partido vuelve a dejar en evidencia las lagunas de los bianconeri de tres cuartos de campo en adelante. La falta de un jugador que sea capaz de recibir entre líneas y que sea capaz de filtrar últimos pases a los delanteros es el gran déficit de este equipo, que si bien es capaz de dominar la posesión de los partidos, aún no es capaz de traducir ese dominio en ocasiones claras de gol. En este sentido, Dybala, jugador que, dada su habilidad y visión de juego, podría encargarse de esa labor, debería de ser una de las alternativas a barajar por Allegri.