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El Nápoles despertó demasiado tarde

3-2 cayó derrotado el Nápoles en Bologna en un partido en el que reaccionó demasiado tarde.

El Nápoles despertó demasiado tarde
Fotografía: Calcio Mercatto
tarekfutbol
Por Tarek Guerrero

El partido comenzó con dominio de balón del Bologna ante un Nápoles que se mantenía replegado y que buscaba salir al contrataque con los Higuaín, Insigne y Callejón que estaban realizando una presión tímida sobre la salida de balón del rival, que estaba consiguiendo salir con bastante facilidad cuando el equipo napolitano se posicionaba con un 4-2-3-1. Con la pelota, el equipo de Sarri estaba encontrando muchos espacios en las transiciones rápidas y sus hombres de ataque se estaban moviendo con mucha libertad ante la pasividad defensiva de los locales. El 1-0 llegó por medio de Mattia Destro que recibió un balón largo de Diawara, y fusiló a Reina después de luchar la pelota con los centrales visitantes dentro del área.

Estrenar entrenador ante un equipo que se juega el liderato

Después del gol, el encuentro se mantuvo con el mismo ritmo de intensidad, aunque el cuadro de Donadoni se empezó a encontrar más cómodo sobre el campo y empezó a buscar a sus delanteros en largo, con insistencia, ante un Nápoles desconcertado. Después de unos minutos de “shock”, el cuadro celeste recuperó el control del partido, aunque las llegadas del Bologna no cesaron, y seguían creando peligro con los balones aéreos. El 2-0 llegó después de que Rossettini levantara al Renato Dall’Ara con un cabezazo soberbio tras un saque de esquina magistral del ex del Cesena, Brienza. Después del gol, el cuadro partenopeo intentó reaccionar teniendo la pelota en campo rival e intentando profundizar, aunque los locales estaban achicado más espacios que cuando el partido estaba 1-0. 

En el último tramo de la primera parte, el Nápoles siguió dominando, aunque empezó a profundizar más con la pelota, y a combinar más en el último cuarto de campo rival gozando de ocasiones claras de gol, ante un Bologna que no era capaz de frenar al Sarri en defensa, y que cada vez aparecía menos en ataque. Con el paso de los minutos, el ritmo de juego fue bajando y con él, el ímpetu de los locales, ante un cuadro napolitano que estaba intentando acercarse combinando y abriendo el juego hacía las bandas donde los intentos de Callejón no estaban siendo fructíferos.

A recuperar el liderato contra viento y marea

La segunda parte comenzó con dominio de balón del Nápoles, ante un conjunto local que se mantenía replegado, y que en ese momento no salía al contragolpe, pues pocas eran las ocasiones en las que podían trazar más de tres pases seguidos. Después de unos minutos, el encuentro se embarulló y el Bologna empezó a tener más balón, mientras interrumpía el ritmo de juego de un equipo algo caótico en los últimos metros que no conseguía crear ocasiones claras cuando asomaba a la frontal del área, mientras que el cuadro local se asomaba menos, aunque lleva más peligro. El tercer gol de los locales, llegó después de que Destro rematara a Reina en el mano a mano tras recibir un rechace de Hamsik.

Tras el tercer tanto, el Nápoles se lanzó al ataque con todos los efectivos, y con bastante ansiedad, ante un Bologna que se replegaba definitivamente a partir del cuarto de hora de la segunda parte. Con 3-0, Sarri empezó a cambiar a sus jugadores de ataque sustituyendo a Callejón por Mertens, en un intento de enmendar un partido que se había convertido en “negro” para el cuadro celeste. Aunque es cierto que el 3-0 estaba siendo un resultado muy abultado, que habla muy bien de Donadoni y del acierto de los delanteros locales, pero decía poco del partido. Después de unos minutos, el conjunto visitante recuperó el control del partido, y el nivel de intensidad bajó sustancialmente, a pesar de que los azulgranas seguían creando peligro con muy poco.

En el último tramo de juego, el Bologna dio por bueno el resultado y se mantuvo replegado sin renunciar a la contra, mientras que el equipo del Sarri seguía con su serie de posesiones largas estériles. El 3-1 llegó después de que Higuaín rematara con la derecha en el primer palo un centro de Insigne. Después del gol, el equipo se reactivó, y por ende, recuperó la velocidad en el juego, realizando circulaciones de balón más rápidas. 2 minutos después, Higuaín terminó de resucitar el partido, haciendo el 3-2 a falta de cuatro minutos. A partir de entonces, el partido se convirtió en un asedio terrenal de los napolitanos en los últimos minutos.