Victoria contundente y necesaria del Palermo ante el Frosinone. Un mes después de su llegada, Ballardini ha logrado su primera victoria ante un conjunto recién ascendido, debutante en la categoría y claramente inferior. Una victoria significaba poco, pero una derrota habría significado muchísimo.
Ballardini se la jugaba… y se la jugó
Para este partido vital, el entrenador decidió hacer algunas pequeñas modificaciones en la alineación. De haber perdido, las críticas hacia sus decisiones habrían sido letales, y la continuidad habría quedado en el aire.
Sin embargo, Ballardini ha salido reforzado. Pese a dejar en el banquillo a jugadores como Brugman, Andelkovic o Gilardino, la jugada le salió maestra. Los que jugaron dieron el nivel esperado, y los que salieron más tarde, con el partido ya empezado, tuvieron la oportunidad de reivindicarse.
Ballardini dejó de inicio en el banquillo entre otros a Brugman, Andelkovic y Gilardino
Ballardini apostó por el insustituible Sorrentino en portería (cumplía su partido 100 con el equipo), pero a partir de ahí introdujo algunas modificaciones, como la presencia de Goldaniga en la línea defensiva o la continuidad demostrada en la confianza en Trajkovski. Tal es así, que Ballardini dio entrada a Djurdjevic por Gilardino y no por el macedonio. Todos estos cambios mandaron a Franco Vázquez a retrasar un poco su posición.
El Frosinone salió con lo esperado, con la única modificación de Paolo Sammarco en lugar de Gucher. Roberto Stellone apostaba por repetir con su bloque de toda la temporada.
Tocaba ganar como fuese
No fue un partido excesivamente brillante del Palermo. Con un fútbol más efectivo que bonito, los goles fueron celebrados con gran entusiasmo por parte de la afición que acudió al Renzo Barbera.
Tras unos instantes de leve tanteo inicial, el gol de los locales llegaría pronto. Avisó Franco Vázquez a los dos minutos de juego, y cuando solo se habían consumido cuatro Eduardo Goldaniga marcaba en el área pequeña –en claro fuera de juego y tras un control con la mano- tras una falta botada por el sueco Hiljemark. La primera ocasión clara y para dentro. Los jugadores se abrazaron porque sabían de la importancia de este gol.
Goldaniga adelantaba a los locales en el marcador
Pero la cosa no quedaría ahí. La mítica sintonía Song two de Blur volvería a resonar en el Renzo Barbera pocos minutos después. Diakité rondó la portería de Sorrentino, el Frosinone trató de inquietar y comenzó a llegar con cierto peligro a los dominios locales.
El ‘mudo’ dijo basta
Solo habían transcurrido quince minutos de partido. El Frosinone había despertado, pero Franco Vázquez se encargaría de finiquitar las aspiraciones de los visitantes. Un pase filtrado de Chochev le dejó solo ante Leali, que no pudo hacer nada ante la fina zurda del italo-argentino.
El Frosinone no se rindió tan fácilmente, y Sammarco redujo distancias en el marcador tras un disparo de Dionisi que no blocó bien Sorrentino. Esto exigía a los locales más atención, no podían dormirse ante un conjunto que les había hecho gol tan fácilmente.
Sammarco reducía distancias para el Frosinone
Los minutos que transcurrieron hasta el descanso fueron de dominio del Frosinone, pero a diez minutos de final el Palermo se volcó en ataque sin el acierto necesario.
Gilardino, a escena
Tras el descanso, Ballardini dio entrada a Alberto Gilardino por Djurdjevic. El veterano delantero seguro que tenía ganas de reivindicar su presencia en la alineación, como haría minutos después.
La incógnita era saber si el equipo rosanero se iba a dejar amedrentar por un Frosinone que incomodara hasta buscar el empate, o si, por el contrario, los palermitanos buscarían ampliar esa distancia en el marcador.
Más bien fue lo segundo. Con ambos equipos tratando de dominar el balón, Trajkovski anotó el tercer tanto con un buen disparo bombeado a la escuadra de la portería de Leali, que no pudo hacer nada para detenerlo. El macedonio, una vez más, aprovechaba sus oportunidades para pedir un sitio en el once.
Trajkovski volvió a poner tierra de por medio marcando el tercer gol para el Palermo
Pero faltaba el gol de Gilardino. Para redondear una tarde perfecta, y con un Frosinone que no bajaba los brazos en ningún momento, el veterano delantero no podía irse sin marcar en esta fiesta. No fue a la primera, que se la detuvo el portero a Chochev tras un buen remate de cabeza, pero el balón quedó muerto y Gilardino no lo desaprovechó. Celebró con rabia su tanto, a nadie le gusta ser suplente.
A por el último partido del año
Ya solo queda una jornada de Serie A en este 2015. El Frosinone tendrá otro duro encuentro ante el Milan en su estadio el próximo domingo a las 18:00 horas, donde los gialloazzurri pugnarán por salvaguardar su honor ante una de las ‘bestias’ del campeonato.
Los hombres de Ballardini, más motivados que nunca, buscarán salir del pozo poco a poco con la visita al estadio de la Sampdoria, a la misma hora que el Frosinone-Milan. Una semana que será más tranquila que nunca en la ciudad siciliana.