El partido comenzó con un ritmo bajo de intensidad, y con dominio de balón del cuadro rossonero, que se estaba instalando en campo rival, y que estaba atacando al Frosinone que se mantenía replegado en 30 metros y que esperaba a una recuperación de balón, por ambas bandas, aunque especialmente por la banda derecha. Después de unos minutos de manejo y ocasiones milanistas, el cuadro local empezó a salir a la contra, aunque lo hacía con muy pocos efectivos. El 1-0 llegó por medio de Ciofani que recibió la pelota de un saque de puerta, se orientó la pelota hacia adelante entre los dos centrales, y batió a Donnaroumma en el mano a mano.
Pegada local, dominio visitante
Después del gol, el equipo de Mihajlovic trató de reponerse, manejando la pelota, colgando balones al área, y combinando entre líneas con un Niang muy activo que ejercía de falso delantero centro. Tras unos minutos, el Milan dejó de ser explosivo, y el partido volvió a la rutina del ritmo lento de juego y del ataque posicional estéril, ante un conjunto que se mantenía atrás, y que salía de su campo en contadas ocasiones y con poca claridad. Viendo el frente defensivo que había creado su rival, el equipo milanés optó por triangular en espacios reducidos para sacar a los defensores de zona.
El nivel de intensidad seguía siendo muy bajo, y el Frosinone estaba consiguiendo alejar la pelota de su campo, lanzando balones largos a los delanteros que estaban aguantando bien la pelota. En los últimos instantes de la primera parte, el Milan estaba teniendo muchos problemas para progresar con la pelota, ante la tela de araña que había tejido el conjunto local desde el centro del campo hasta la línea de tres cuartos de campo, un entramado complejo al que el heptacampeón de Europa apenas podía superar con la pelota, pues los jugadores que se confrontaban con él a duras penas encontraban opciones de pase cuando se confrontaban con ellos.
Dominio visitante con acierto
La segunda parte comenzó con dominio del Milan y con un buen nivel de intensidad por parte de ambos equipos. El empate a uno llegó después de que Abate fusilara a Leali. Después del gol, el Milan se vino arriba, y empezó a combinar y ha llegar con peligro a la portería rival, ante un Frosinone que no reaccionaba y que estaba en estado de “shock”. El 1-2 del Milan llegó en una jugada polémica, en la que el portero Leali sale mal, y Bacca fulminó la red a portería vacía. Después del gol, el equipo milanés consiguió rebajar el nivel de intensidad en el partido, y el Frosinone volvió en si.
Después del primer cuarto de hora, el ritmo de juego estaba siendo muy lento en el partido, y el equipo de Mihajlovic seguía dominando la pelota, ante un rival que se mantenía junto en su campo, pero que en ese momento estaba dejando bastantes espacios, por los que el Milan se estaba metiendo con mucha facilidad. El nivel de intensidad se iba desplomando, y el equipo rossonero, cada vez se encontraba más cómodo en el partido. Tocaba la pelota, y anestesiaba al Frosinone, que ya no conseguía llegar al último cuarto de campo.
En el último cuarto de hora de partido, el equipo local tuvo un par de acercamientos a la portería de un rival falto de continuidad, que se encontró con el 1-3 de la nada, tras un remate de cabeza de Alex que golpeó antes en el palo. Tras el gol, el ritmo de intensidad se terminó de desplomar, y el Milan se fue encontrando cada vez más cómodo sobre el campo, pues estaba combinando y creando ocasiones con mucha facilidad. El 2-3 del Frosinone llegó por medio de Dionisi que remató dentro del área una falta botada por Pavlovic. Después del gol, el ritmo de intensidad permaneció igual, y el equipo rossonero siguió manejando el partido sin sufrir. El 2-4 llegó después de que Destro definiera con la derecha delante de Leali y sentenciara el partido.