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El Bayern bajó la guardia y la Juve resucitó

El Bayern de Munich no consiguió imponerse en campo de la Juventus en un encuentro, en cuyo primer tiempo fue claramente superior a un conjunto turinés que a base de garra y de lucha minimizó la ventaja del conjunto teutón para la vuelta.

El Bayern bajó la guardia y la Juve resucitó
Fotografía: Juventus
tarekfutbol
Por Tarek Guerrero

El encuentro comenzó con un dominio de balón claro por parte del equipo de Guardiola, que se estaba instalando en campo contrario ante un conjunto turinés que se mantenía replegado con sus dos primeras líneas de presión a la espera de una recuperación con la que poder salir en velocidad. Pasaron los minutos, y el cuadro Muniqués seguía teniendo el control de la posesión, y además estaba tocando cada vez más cerca del área rival. Cuando la Juventus conseguía salir de su campo, gracias a una recuperación por presión, estaba llegando al área rival con mucha facilidad, pero no estaba encontrando remate con Mandzukic. Los locales tuvieron una fase de sublevación presionando a la salida de balón del rival, pero enseguida retrocedieron las líneas y le devolvieron el esférico a un Bayern que lo estaba teniendo en un 77%. Los germanos estaban empezando a asediar a su oponente a base de ganar metros con el 2-6-2 con el que estaba formando y de rodear el área, aunque cuando retrasaba el balón, uno de los dos carrileros retrocedía para pasar a una defensa de tres. El pentacampeón de Europa estaba realizando una presión alta muy intensa, y estaba encontrando espacios por dentro a base de ampliar el juego por los costados.

Dominio claro del Bayern, ante una Juventus sumisa

Después del primer cuarto de hora, el equipo teutón perdió regularidad con la pelota a la hora de atacar, aunque gracias a la presión de los transalpinos que se estiraron, consiguieron llegar al área del contrincante con mayor rapidez, frente a un rival que después de un tramo de presión estaba mostrando una cierta lentitud a la hora de replegarse. El cuadro dirigido por Pep Guardiola seguía tocando en la frontal con mucha paciencia, pero no estaba terminando de desequilibrar por dentro, ni por los costados con Robben, Douglas Costa y Bernat, y cada vez que lo perdía, presionaba al rival, y en la recuperación volvía al semicirculo del área reiniciando el proceso sin desesperarse. El repliegue del equipo bianconero, parecía bastante férreo, pero el hecho de no ir a presionar habitualmente al jugador que tenía el balón, estaba facilitando que los visitantes encontraran una buena opción de pase entre líneas, con un pase interior.

En los últimos 15 minutos de juego, la Juventus trató de estirarse de nuevo con el cuero, pero el campeón de Alemania, estaba recuperándolo con mucha facilidad, y el encuentro se estaba limitando a sus fases de ataque posicional. Aunque es cierto, que no estaba consiguiendo ganar tantos metros tocando, pues los locales habían adelantado las líneas de presión, y estaban contando con las ayudas defensivas de los delanteros Mandzukic y Dybala, aunque era este último el que se mantenía como delantero centro para aportarle velocidad a su equipo en el contraataque, además con el balón estaban consiguiendo superar la presión del Bayern. El 0-1 llegó por medio de Thomas Müller que aprovechó un centro rechazado de Robben para batir a Buffon desde frontal del área. Después del gol, los de Allegri reaccionaron peleando más la posesión, e intentando llegar al arco contrario atacando por el costado derecho.

Relajación alemana y resurgir de los de Allegri

Los primeros minutos del segundo tiempo fueron de una mayor posesión por parte de la vecchia segnora que consiguió frenar a su rival en los primeros minutos. Aunque después de un tiempo, el Bayern volvió a dominar la pelota a pesar de que la Juventus estaba llegando a campo rival y estaba teniendo más protagonismo en ataque. El 0-2 llegó por medio de Arjen Robben que batió a Buffon con su jugada clásica: un disparo de interior tras una gran diagonal. El encuentro estaba teniendo un ritmo bastante alto de intensidad, con un conjunto turinés que no se rendía y que seguía buscando un gol con el que mantenerse vivo en la eliminatoria, pero no estaba consiguiendo profundizar por las líneas interiores a pesar de que abriera el juego hacía los costados. Mientras tanto, el equipo alemán cedió bastante el balón apostando más por jugar al contraataque. Pese a ello, todavía seguía realizando ataques posicionales, para frenar la intensidad en el partido.

El 1-2 llegó por medio de Paulo Dybala que recibió un pase al espacio de Mandzukic y batió a Neuer en el mano a mano. Tras el tanto, el cuadro local se envalentonó, y empezó a presionar al conjunto rival, y a pelear mucho más la posesión de balón, entorpeciendo la del rival que estaba teniendo más dificultades para llegar a su campo, aunque en los últimos metros había recuperado la agresividad del 0-0, pues también había retomado la presión sobre la defensa rival a pesar de que estaba teniendo más dificultades para profundizar jugando entre líneas, y estaba mostrando algo de lentitud a la hora de replegarse cuando tenía una pérdida. Los de Allegri estaban dominando el enfrentamiento, y el Bayern que ahora se mantenía fijo con la defensa de tres en el 3-4-1-2, estaba teniendo dificultades para llegar cómodo a terreno de juego del oponente. El 2-2 llegó por medio de Sturaro que remató en el área pequeña, una asistencia de Morata.

En el último cuarto de hora de juego, la Juventus siguió dominando el cuero, mientras que el equipo muniqués empezó a presionar más en la salida a los locales que estaban teniendo más dificultades para mantener la pelota, sobre todo en campo contrario donde no estaba consiguiendo combinar en espacios cortos, aunque sus mejores tramos de ofensiva eran cuando el equipo atacaba por los costados. La cadencia de intensidad había descendido ligeramente, y el Bayern recuperó el control del juego, y se volvió a instalar en campo rival, mientras que el cuadro bianconero se dedicaba más a juntar líneas y a alejar el balón de su portería dando por bueno el empate. Estaban buscando el gol de la victoria, aunque estaban atacando con muchos menos efectivos, pues arriesgaban menos, temerosos de que los transalpinos pudieran llevarse el encuentro en una salida al contraataque. En los últimos segundos, los dos combinados firmaron un pacto de no-agresión dando por bueno el empate.