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El Olímpico de Roma dictará sentencia

Los pupilos de Stefano Pioli cosechan un valioso empate en el Generali Arena de Praga. Este resultado les da una mínima ventaja de cara a la vuelta, en la que podrán contar con todo el apoyo de los tiffosi romanos.

El Olímpico de Roma dictará sentencia
Sparta Praga - Lazio: El Olímpico de Roma dictará sentencia | Imagen: UEFA.com
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Por Pablo Marban Mesa

Quizás no fuera el choque con más cartel de todos los que se disputaban en esta jornada de octavos de final de Europa League. Sparta Praga y Lazio son dos conjuntos de menor relumbrón que otros gallitos de la competición, pero yendo a los hechos, han llegado hasta aquí de la forma más sólida posible.

Los locales alcanzan esta fase tras una eliminatoria impoluta ante el Krasnodar ruso. Los checos superaron al rival con un global de 4-0 en dos partidos, en los que no se pudo ver ninguna fisura en el conjunto liderado por Zdeněk Ščasný. En estos dos choques se pudo ver a un conjunto muy serio en el que el equipo está por encima de las individualidades.

El conjunto transalpino tuvo que afrontar una dura eliminatoria ante el Galatasaray, conjunto llegado de la Champions. Tras un partido a cara perro en el Türk Telekom Arena, en el consiguieron no solo salir vivos, sino un empate a uno que les ponía la vitola de favoritos para la vuelta, en la que cosecharon el triunfo de forma clara por 3-0. Los italianos han puesto parte de sus esperanzas de hacer algo grande esta temporada en la competición continental, tras su nefasto desempeño en la competición doméstica; séptimos, a trece puntos de Europa.

Conservadurismo en las propuestas

Tanto Pioli como Ščasný tuvieron en cuenta que hay 180 minutos por delante, y que no podían ofrecer todo lo que tienen en este choque. El técnico italiano apostó por Baldé y Candreva en el frente de ataque, con la idea de ser sólidos en defensa. Más que la victoria, el técnico primaba que la eliminatoria no quedase cerrada en tierras checas.

Los locales pusieron sobre el terreno de juego a un conjunto con un rol claro: dejar el protagonismo con el esférico a los italianos para ‘matarles’ a la contra.

Un inicio sin respiro

Desde el minuto uno el partido comenzó con las revoluciones a mil, la especulación no tuvo cabida y las llegadas se sucedían en un encuentro frenético. Los italianos fueron los primeros en golpear, Lucas Biglia remató ya dentro del área, y tan solo la intervención de un zaguero impidió que el argentino abriese el luminoso. Ahora el turno era de los locales; Lafata empezó el asedio con un disparó que se marcó cerca del poste. Minutos después, el delantero asistió a Frydek, que fue el encargado de romper la igualdad con un gran disparo.

Tras este tanto, el partido entro en un periodo soporífero, en el que los checos lograron poner un ritmo al partido que llegó a desesperar a los romanos. Aunque los locales tenían todo a favor, en el momento que menos lo merecía el bando italiano, se encontró con un gol a la salida del córner. Parolo remachó en línea de gol tras una gran intervención de Bičík, meta local.

Parolo celebrando el tanto del empate | Imagen: gazzettaworld.gazzetta.it/
Parolo celebrando el tanto del empate | Imagen: gazzettaworld.gazzetta.it/

Una segunda parte sin historia

Cuando Undiano Mallenco señaló el comienzo de la segunda parte, el partido sufrió un cambio brusco que para nada agradó al espectador. Ambos conjuntos desistieron en su intención de dominar el encuentro, afeando bastante el desarrollo del partido. Candreva tuvo en sus botas la única clara ocasión para cerrar el encuentra y dejar la eliminatoria prácticamente sentenciado, pero envió su disparo al travesaño.

Con este resultado, todo queda abierto para la vuelta, pero en principio los italianos son los grandes favoritos; este argumento se refuerza aún más al ver sus resultados en casa, donde son prácticamente inabordables.