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El Inter “interioriza” la pelea por la Champions

El Inter ha derrotado 2-0 al Nápoles en casa, en un encuentro, en el que el conjunto dirigido por Roberto Mancini ha sido superior a un equipo partenopeo que se ha quedado sin opciones de ser campeón.

El Inter “interioriza” la pelea por la Champions
Icardi celebrando el 2-0| Fotografía:Twitter
tarekfutbol
Por Tarek Guerrero

El encuentro comenzó con dominio de balón del Nápoles que empezó moviéndolo en los primeros minutos con mucha lentitud, ante un Inter de Milan que se mantenía replegado, y que consiguió adelantarse en el marcador de la mano de Icardi que batió a Reina con un disparo de puntera tras un despliegue de todo el equipo. Tras el gol, los de Sarri trataron de adueñarse del encuentro dominando el cuero en campo contrario para domar al rival, pero se estaban encontrando con un conjunto neroazzurro muy guerrero que estaba  presionando en el centro del campo al contrincante, y que estaba buscando la espalda de los defensas contrarios permanentemente tras una recuperación. Pasaron los minutos, y el combinado azzurro era incapaz de adueñarse del partido ante un conjunto dirigido por Mancini que había adelantado las líneas, y que estaba teniendo mucha más presencia en campo contrario. 

Después de unos minutos, el equipo local siguió controlando el encuentro, frente a un rival que volvía tener la posesión del cuero, pero cuando pisaba campo contrario y se enfrentaba a las líneas de presión rivales, no estaba creando el más mínimo peligro. El Inter se mantenía agrupado en defensa, y estaba consiguiendo alejar al conjunto partenopeo de su campo, presionando la salida de balón con las dos primeras líneas que estaban siendo muy consistentes. A pesar de los intentos de recuperación en campo contrario, y de los balones largos a Icardi a la espalda de los centrales que estaban poniendo de los nervios a Albiol y a Koulibaly, el conjunto visitante siguió teniendo el esférico, pero la imposibilidad para combinar entrelíneas, le estaba lastrando mucho a la hora de desequilibrar, ya que en las bandas Callejón estaba siendo muy intermitente, los dos laterales no estaban teniendo opción de llegar a zona de ataque, e Insigne estaba buscando las combinaciones entrelíneas permanentemente bajando a recibir.

Inicio imponente de los locales

Los últimos minutos de la primera parte, fueron de un mayor dominio por parte del combinado interista que tenía más posesión y que volcaba más el juego sobre el costado derecho, gracias a la participación de los hombres de banda, y a la caída de Icardi que estaba siendo un efectivo importante a la hora de crear ocasiones por ese lado. Al mismo tiempo, el cuadro napolitano se estaba replegando en los últimos metros en vista de que los locales estaban recuperando demasiadas pelotas en su terreno. Había perdido la continuidad en ataque, y el dominio territorial en campo del contrincante. En los últimos segundos de juego eran los de Sarri los que perseguían al contrario sin recuperar el balón, y por consecuencia de ello, se encontraron con el 2-0 en contra de la mano de Brozovic que estaba siendo una pieza fundamental en el campo al crear mayoría numérica en el centro del campo, y que hoy estaba jugando cerca de la banda derecha, que batió a Reina con una preciosa vaselina tras una ampliación de Icardi a un balón largo. Este gol recompensó a un Inter valiente y ambicioso, que en ningún momento del primer acto renunció al ataque, pues presionó al oponente en la mayor parte del primer periodo, y en zonas avanzadas.

Inicio titubeante de los visitantes

El segundo tiempo comenzó con el conjunto milanés llevando más la iniciativa en el juego, pues tenía bastante balón, y estaba buscando a Jovetic y a Icardi constantemente tanto por los costados, como en largo. Mientras tanto, el Nápoles se mantenía plantado de la misma manera sobre el campo, pero no conseguía recuperar ninguna vez el cuero. Después de unos minutos, los de Mancini siguieron controlando el encuentro, aunque el equipo visitante empezó a tener más presencia en ataque, gracias a las llegadas por las bandas pero aún así siguió teniendo mucha dificultad para salir ante la presión de tres líneas. Increíblemente, era el conjunto de Milán el que estaba creando un juego más elaborado, pues estaba progresando moviéndola, y estaba triangulando en la frontal del área, con un Jovetic que estaba asumiendo el rol de protagonista, y la labor de dar un último pase claro. Después de unos minutos, el partido cayó en intensidad, y el Inter perdió algo de ritmo en sus ataques, mientras que los visitantes habían perdido la salida del cuero de nuevo.

Después del primer tramo de juego, el conjunto milanés siguió dominando el encuentro, mientras que el combinado azzurro se dedicaba a jugar al contraataque, a pesar de que intentaba alargar el juego tocando en campo del oponente cada vez que recuperaba. Tras unos minutos, el enfrentamiento dió un vuelco, el equipo visitante empezó a llevar la iniciativa, aunque no conseguía meterse en el área contraria, y el Inter aprovechaba las recuperaciones de balón para salir al contraataque y recuperar algo de la dinámica de juego anterior. El cuadro de Sarri no tenía  continuidad con la redonda, y el Inter estaba volviendo a instalarse en campo contrario y estaba recuperando el dominio del juego, gracias a que retomó la presión sobre el jugador que tenía el esférico, y estaba realizando muchas recuperaciones en el medio.

En los últimos minutos del encuentro, la intensidad cayó mucho más, en un duelo sentenciado en el que el conjunto local seguía llevando la iniciativa ante un rival que había retirado bastantes efectivos en ataque, y que prácticamente no tenía fases de posesión. Los dos conjuntos estaban esperando el pitido final desde hace bastante tiempo, pero aún así el Inter todavía seguía buscando la salida al contragolpe por el costado izquierdo con Perisic que estaba bajando bastante a recibir. El Nápoles siguió rondando la portería rival, pero sus ataques no pasaron de dos centros al área rechazados por la defensa local. Pese al poco tiempo que quedaba para que concluyera el encuentro, ambas escuadras siguieron peleando todos los balones e incluso seguían buscando el arco rival con menos efectivos y sin buscar la portería rival directamente.