El encuentro comenzó con dominio de balón del conjunto local que se intentó acercar al arco contrario desde los primeros minutos, moviendo la pelota de un lado a otro en busca de espacios. Mientras tanto, el conjunto visitante se mantenía replegado en su campo, y esperaba la oportunidad, para recuperar y salir al contraataque. El ritmo de juego estaba siendo bueno, y el equipo de Sarri se acercaba al gol, pues estaba llegando con mucha facilidad, y lo único que le lastraba era la poca trascendencia de las bandas en el juego, y la ausencia de un referente claro al que buscar en ataque, tras una posesión larga. El 1-0 llegó por medio de Manolo Gabbiaddini que se convirtió en “9” por una jugada y realizó un gran desmarque que Mertens recompensó con un gran balón al espacio para que el ex de la Sampdoria batiera al arquero con un disparo al primer toque. Después del tanto, el combinado boloñés trató de hacerse con el control del encuentro, pero no estaba consiguiendo mantener la redonda ante la gran presión alta de los locales.  

Dominio claro de los locales, certificado con tramos de posesión

Después de los primeros instantes de juego, el cuadro azzurro siguió llevando la iniciativa del juego, ante un Bologna que a pesar de que había adelantado las líneas, no conseguía mantener el cuero tras una recuperación. La cadencia de intensidad bajó, y los locales siguieron controlando el partido con bastante claridad, moviendo el esférico en campo propio a una buena velocidad de circulación, y utilizando el terreno de juego contrario donde el rival estaba dejando pocos efectivos dando oportunidad a los centrocampistas rivales a irrumpir por sorpresa desde la segunda línea. El 2-0 llegó por medio de Manolo Gabbiaddini que no estaba teniendo una gran incidencia en el juego jugando de falso delantero centro, desde los 11 metros tras una falta de Zuñiga sobre Callejón dentro del área azulgrana. 

En los últimos minutos de juego, el conjunto napolitano siguió teniendo la posesión, y con ello se siguió acercando al arco rival con bastante peligro. Mientras tanto, el Bologna esperaba replegado en su campo, para recuperar la redonda e intentar domar a un Nápoles que se fue apagando con el paso de los minutos. El ritmo de intensidad estaba siendo medio, aunque conforme fueron desapareciendo del encuentro, en detrimento de un mayor protagonismo en el juego para los visitantes que manejaron el balón, y consiguieron dormir el encuentro. A raíz de ello, los locales perdieron continuidad en ataque, y los últimos segundos de juego se desarrollaron sin ocasiones claras de gol, de ambos. 

Control partenopeo cediendo más el balón

El segundo tiempo comenzó con dominio del combinado visitante que tuvo mucho más la pelota en campo del contrincante, y que a base de mover la pelota, consiguió llegar al arco contrario por el costado con un Zuñiga muy activo. El ritmo de intensidad estaba siendo muy bajo y el equipo partenopeo que se mantenía agrupado en defensa, seguía sin despertar ante la imposibilidad de recuperar más el cuero. Con el paso de los minutos, reaparecieron en el enfrentamiento y empezaron a tener más protagonismo gracias a la aparición de jugadores como Allan y Jorginho que dieron pie a contraataques con la pulcrísima salida que le daban al equipo, abriendo el juego hacia la izquierda con Dries Mertens que fue el autor del tercer gol, tras recibir, encarar, disparar y marcar a pesar de que Mirante hizo esfuerzos por blocarla.

Después del tercer gol, los de Sarri cedieron definitivamente el mando del encuentro a los visitantes, que se instalaron en campo rival y que se dispusieron a jugar a cámara lenta con una circulación carente de todo ritmo bajo una cadencia de intensidad absolutamente soporífera, que solo conseguía romper el segundo clasificado, en algunas salidas en velocidad, cuando estas se concretaban en una llegada al área del oponente. Finalmente, el equipo napolitano terminó jugando con 4-2-4 con los laterales en la misma línea que los mediocentros, Insigne que acababa de entrar en el campo, y Hamsik por los costados, y Callejón y Mertens descolgados en ataque. El cuarto gol llegó por medio de Dries Mertens, que batió al guardameta Mirante con un disparo de interior en el mano a mano desde el interior del área. 

Los últimos segundos del encuentro fueron como el resto del duelo de absoluto dominio del cuadro partenopeo que seguía alternando tramos de posesión y de salidas en transición rápida. Además, seguía protegiéndose en defensa sensacionalmente. En ese tiempo, el belga Dries Mertens remató una gran jugada de triangulación, con el juego volcado sobre el costado izquierdo, con un disparo desde la frontal, para culminar su hat-trick. Un minuto después, sin tiempo a ningún tipo de reacción, por parte de cualquiera de los dos equipos, David López marcó el 6-0 tras ser golpeado por el esférico después de que Mirante le parara el mano a mano.