El encuentro comenzó con dominio de balón del conjunto viola, que empezó moviéndolo con un ritmo de juego muy lento, ante un conjunto local que se encontraba muy cómodo cediendo el control a los que buscaban el cuarto puesto. Los de Paulo Sousa siguieron moviendo el esférico sin crear peligro al tener dificultades para profundizar en campo contrario tocando. Después de unos minutos, el enfrentamiento se abrió algo más, y los dos conjuntos empezaron a gozar de ocasiones y de llegadas al arco contrario, aunque es cierto que lo hacían en distinta medida. Después de unos minutos de bastante manejo, el equipo de la ciudad de Florencia siguió teniendo el mando del encuentro, pero abusó del juego en horizontal que le impedía crear espacios y superar las líneas de presión de un contrincante replegado.

Dominio de los visitantes que se chocaron con un frontón

El último cuarto de hora de juego del primer tiempo, fue de dominio del conjunto viola que se dedicaba a mover el esférico alrededor del área rival en busca de espacios, especialmente por el costado derecho, por el que Tello estaba encarando asiduamente, a pesar de que no estaba creando excesivo peligro ni estaba encontrando remate en sus centros laterales, ni desde línea de fondo, ni por dentro. Por su parte, el conjunto veronés se mantuvo replegado en su campo a cal y canto, y renunció bastante a tener el balón y a salir al contraataque con el duelo igualado como estaba en ese momento. Después de unos minutos, el equipo de Paulo Sousa perdió algo más de posesión, y gracias a ello, el equipo auriazul se pudo desahogar algo más saliendo de su área, y cortando un ritmo de ataque de los visitantes que estaba siendo bastante soporífero, y que estaban teniendo muchas dificultades para crear ocasiones de gol claras. 

Intercambio de papeles y aumento de intensidad

El segundo tiempo comenzó con dominio del conjunto viola, que estaba teniendo el balón, pero que cuando llegaba a la frontal del área estaba siendo incapaz de crear ocasiones claras de gol, más que por los balones parados. Mientras tanto, el conjunto local que se había estirado algo más que en el primer tiempoL pues estaba realizando una ligera presión persiguiendo al jugador que tenía el esférico, pero a pesar de ello, estaba siendo incapaz de recuperarlo, y cuando lo hacía, lo era de mantenerlo controlado durante mucho tiempo, pues cada vez que lo recuperaba lo repelía sin darle una oportunidad al juego. 

Después de los primeros minutos de juego, el equipo de Paulo Sousa recuperó el control del encuentro, y a base de tener la posesión del cuero, y de buscar espacios tocando se volvieron a instalar en la frontal del área, aunque el sitio sobre la defensa rival duró poco, y el combinado de Rolando Maran, volvió a frenar el encuentro con posesiones bastante lentas y salidas al contraataque para alejar la pelota, a raíz de sus reuperaciones de balón, que estaban derivando en salidas peligrosas al contragolpe por el costado derecho con Cacciatore, Rigoni, y uno de los dos delanteros que estaba cayendo con bastante frecuencia sobre ese lado. La Fiorentina estaba fuera de combate, y únicamente se dedicaba a aguantar el control de los locales que llegaban pero no remataban las jugadas. 

En los últimos minutos del partido, el enfrentamiento se abrió, y los dos conjuntos tuvieron un tramo de una intensidad más alta, y de llegadas al arco rival con salidas en transición, especialmente por parte de los locales que se desmelenaron más en los últimos instantes del duelo, en vista de que llegaban con opciones de llevarse el encuentro. Tras unos instantes de juego, el ritmo de intensidad cayó en pícado, y el equipo de la Toscana desapareció del encuentro, cediendo la posesión a un Chievo que creó bastante peligro buscando a Pellisier con balones largos a la espalda de los centrales del 5º clasificado que tuvo un arreón final, en los segundos finales del encuentro, con el que tuvo la redonda en fases posesión, pero con el que apenas pudo avanzar significativamente, pues cuando pisaba terreno del oponente, este se cerraba en banda y no había manera de infiltrarse entre los centrales contrarios.

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Sobre el autor
Tarek Guerrero
Redactor de fútbol inglés en VAVEL España.