Toca remar a contracorriente. Toca luchar contra la sensación de haber tenido la oportunidad en la mano, pero saber que esta se te ha escapado entre los dedos. Y que quizá, a final de temporada, partidos como estos son los que el aficionado recuerda con tristeza. Tampoco sería justo no hablar del Genoa, un equipo muy trabajado como así ha demostrado en este arranque de temporada.
Cada vez que se disputan varios partidos a la vez, la presión aumenta. Como si se tratase de la última fecha del campeonato, las piernas de los futbolistas napolitanos parecían pesar el triple, más aún cuando iban llegando las noticias de los goles en otros campos. Sarri sabía que si quería conservar el liderato debía ir a por los tres puntos, y por ello decidió apostar por su once de gala, ese que empieza en Pepe Reina y acaba en Callejón, Milik y Mertens.
Juric, por su parte, solo realizó dos modificaciones con respecto a la derrota ante el Sassuolo. Una de ellas, Veloso, obligada, ya que vio tarjeta roja. La otra fue la entrada de Ocampos en la delantera en el lugar de Gakpe.
Combate de tú a tú
Con estos planteamientos sobre el césped, el Genoa salió a dominar el partido desde el inicio. Sin miedo, los locales buscaban combinar y robarle la posesión y el dominio al Nápoles. El equipo partenopeo tampoco se quedaba atrás, creando peligro especialmente en los córners logrados en los primeros minutos. Poco a poco, la calidad del Nápoles se iba imponiendo levemente. Callejón tuvo una ocasión, pero el gol estuvo a punto de llegar realmente en las botas de Hamsik, que remató al larguero para alivio de la hinchada local.
Los minutos iban pasando, pero no había ocasiones claras. No lograban conectar con Milik, que cayó un par de veces en fuera de juego. La desesperación aumentaba con los goles que llegaban de los otros partidos. Seguramente que en el banquillo de Sarri habían llegado noticias de las victorias momentáneas de Roma, Inter y Juventus. En el final de la primera parte pudo abrirse el marcador en ambas porterías. Perin hizo un par de paradas de mérito, a remates de Milik y Callejón, y Reina también sufrió en los córners que dispuso el Genoa.
Ni los cambios cambiaron el marcador
En el descanso, el ritmo del partido iba a decrecer más aún por las cartulinas amarillas, las numerosas sustituciones, y las imprecisiones generadas por el intento de anotar gol fuese como fuese. Tardó Sarri en introducir cambios, pero el poco acierto de sus jugadores y la falta de ideas le obligaron a mover ficha.
Milik pudo batir al Genoa, y Callejón seguía intentándolo sin éxito. Mertens y Allan dejaron su sitio a Insigne y Zielinski. El italiano tuvo una ocasión clarísima nada más entrar, pero parecía que no era el día. En los últimos minutos Juric sentó a Lazovic, el mejor del Genoa, pero no renunciaba a llevarse los tres puntos en cualquier jugada aislada. De hecho, el Nápoles tuvo que sudar para sumar un punto, con dos buenas intervenciones de Reina, una de ellas en el último instante ante Giovanni Simeone.
Con este empate, el Nápoles se queda segundo y cede el liderato a la Juventus, que venció por cuatro goles a cero al Cagliari. El Genoa se sitúa en la octava plaza y con un partido menos, pues debe jugar aún ante la Fiorentina. Este fin de semana el Nápoles recibe al Chievo el sábado a las 20:45, mientras que el Genoa recibe al Pescara el domingo a las 15:00 horas. Será una prueba para los partenopeos, que reciben al sorprendente tercer clasificado de esta Serie A 2016/17.