El Newcastle añora un buen '5'

Tras los partidos preparatorios del equipo inglés, se aprecia lo que sigue echándose en falta: un '5'

El Newcastle añora un buen '5'
Derrota frente al Borussia (Foto:nufc)
javiroldan
Por Francisco Javier Roldán Pérez

Finalizó el último partido de la pretemporada del Newcastle United, con similar resultado y parecidas sensaciones a los anteriores: derrota y escaso nivel de juego. Esta vez perdieron por 0-1 contra el Borussia de Mönchengladbach alemán, y nuevamente el juego mostrado por los de Steve McClaren fue deficiente, lento e irregular.

La junta directiva magpie ha invertido grandes sumas de dinero en reforzar la plantilla, a fin de aspirar a puestos altos en la clasificación de la Barclays Premier League, que dará comienzo el próximo fin de semana. Se ha contratado a un reputado interior, todocampista llegador, internacional holandés de gran nivel en sus funciones, Georginio Wijnaldum. En ese puesto, el Newcastle ya contaba con, probablemente, el jugador de más enjundia y calidad en su plantilla: el francés Moussa Sissoko. Se ha reforzado la delantera con el joven talento serbio Aleksandar Mitrovic, que ocupará el puesto, o lo alternará, del veterano -pero siempre fiable- Papiss Demba Cisse. Y, por último, se ha cerrado la contratación del central congoleño Chancel Mbemba, para intentar paliar las carencias defensivas, reducir los errores de todos los centrales veteranos con los que cuenta el equipo.

Pero el principal problema de los de Tyneside la pasada temporada, baile de entrenadores al margen, estuvo muy lejos de ser uno de los antedichos. El déficit fundamental que hizo que se consiguiera única y lamentablemente -con una de las plantillas más caras de la competición- mantener la categoría en la última jornada, fue la imposibilidad de generar fútbol, de enlazar pases con continuidad desde la defensa hasta el ataque, en esencia: de formar una idea de juego apta para afrontar cada partido con una cierta estabilidad, con una mecánica definida. Al Newcastle le faltó jugar el balón con intención e ingenio, las urracas carecieron de fluidez en la circulación de la pelota, los del noroeste de Inglaterra adolecieron de una pieza clave, un medio organizador a usanza; añoraron un '5'.

Pareja de medios. (Foto:chroniclelive)

Los refuerzos llegados hacen que el nivel individual de la plantilla aumente, no cabe ninguna duda al respecto, pero mientras que no contraten uno, o varios, jugadores que generen fútbol en el centro del campo todo puede, en elevadas proporciones de acierto, quedarse en nada. En el centro del campo, el conjunto cuenta con varios jugadores de corte similar, útiles, pero no por sí solos, sino como buenos complementos de una figura clave. Colback, Tioté o Anita, son futbolistas de talante defensivo, del llamado juego oscuro, muy necesarios para destruir ataques rivales y apoyar las jugadas defensivas y ofensivas de su equipo en transición, pero no aptos para la elaboración. Su labor es importante, pero los tres cumplen funciones similares, y jugar con dos de ellos en el once incial, como viene siendo la opción principal, sin compañía de quien sepa dar clarividencia al juego, hace que el conjunto se vea irremediablemente perjudicado.

La tarea del organizador es exquisitamente sencilla. Si un jugador adquiere los automatismos de esa posición en la cantera que lo forma, no será necesario que el resto de sus condiciones sean sobrenaturales para poder asentarse en un equipo de nivel, para hacerse el líder y timón del equipo.

Un '5' no es más que ese jugador que no necesita abarcar todo el campo para participar y ser importante, sino que tiene un diámetro de influencia de escasos siete u ocho metros y ahí ofrece y explota todas sus virtudes. Es quien recibe y toca sin siquiera esperar a que el rival le encime, con aparente facilidad, potenciando la mente sobre las piernas. El futbolista que no se dedica a lucir, y que por el contrario hace que sus diez compañeros desarrollen sus virtudes con extrema facilidad y brillantez. Ese que, en apariencia, no aporta gran cosa si es analizado estadísticamente al finalizar cada partido, pero que si se observase el encuentro a cámara pausada se apreciarían no menos de una quincena de acciones técnico-tácticas determinantes en el devenir del enfrentamiento. Un '5' es eso y mucho más. Un mediocentro creador no es más que eso; es todo. Y el Newcastle debería, sí o sí, apostar por uno de estos jugadores para completar la que puede ser una de las mejores plantillas de su historia reciente.

Hay un amplísimo espectro de opciones. Desde el Fernando Carlos Redondo del Real Madrid hasta el Patxi Puñal del Osasuna, todos necesarios. La voracidad del mercado ya ha absorbido buenas piezas, como Jordy Clasie, a quien su compatriota Ronald Koeman no ha tardado en reclutar, o Albin Ekdal, el internacional sueco que, tras el descenso de su ex equipo, el Cagliari, ha sido fichado por el Hamburgo. Pero son innumerables las posibilidades que se siguen presentado. Un somero vistazo por la Liga BBVA hace ver valores como Bruno Soriano, infravalorado a nivel internacional que continúa su carrera en el Villarreal, o Ander Iturraspe, genial y polifacético medio posicional que ha dado muestras de su poderío tanto en la competición doméstica como en la europea. Ambos internacionales serían apetecibles para cualquier club aspirante a todo, y al jugar en clubes de nivel medio, la posibilidad de negociaciones aumenta.

Asimismo, otra posibilidad que se presta es la de pensar en veteranos, que seguro harían las funciones al detalle, si no se desea invertir el dinero principalmente en esa pieza. Así pueden pujar, por ejemplo, por Mikel Arteta, del Arsenal, por el chileno Díaz, del Hamburgo, por Gago, en Boca Juniors, Obi Mikel del Chelsea, etcétera, todos ellos que, por una cosa u otra, aceptarían de grado salir de sus equipos para ser nuevamente importantes. Y, respaldados por cualquiera de los restantes centrocampistas de que dispone el equipo, aún podrían dirigir el conjunto casi sin despeinarse.

La opción de jóvenes promesas que ya despuntan no debería ser descartada. Casos como los de Sergi Darder en la costa mediterránea, su tocayo Sergi Samper en el FC Barcelona, que no dispondrá aún de minutos, el joven talento inglés Nathaniel Chalobah o el portugués Rubén Neves, el ya casi explotado Ward-Prowse en Southampton, o el ninguneado por el AC Milan, Bryan Cristante, junto a tantos otros, son para dejar actuar a los ojeadores locales antes que se aprovechen de ello los rivales. También existe la posibilidad de pujar por futbolistas que tienen las condiciones idóneas para ello pero por caprichosos azares del destino no han podido demostrarlo. Como Oriol Romeu, que sigue en el Stuttgart, o el también español Campaña, que no contó con oportunidades en el Oporto de Lopetegui la pasada temporada pero que posee todas las condiciones necesarias para mover un equipo.

Si de verdad les interesara ir a por todas, creer en el talento, en el orden, en la posible estabilidad que un centro del campo puede llegar a tener, hay jugadores nacientes en el mercado, estrellas en potencia que bien merecen una oportunidad, ya sea en una gran liga ya en un equipo que les dé confianza, que les permita asumir galones.

Son casos de William Carvalho, excepcional medio centro típico, el arquetipo de '5', cuyas características todo juvenil que se preste a convertirse en director de orquesta debería observar e intentar adquirir. O de Asier Illarramendi, genial organizador del Real Madrid al que los mejores del momento en su posición, Luka Modric, Tony Kroos o Casemiro, le siguen cerrando las puertas, y que de persistir en su continuidad puede, como tantos otros, echar su carrera por la borda. Juego a dos toques, pausa y ritmo, control orientado, posicionamiento estable, basculación precisa, apoyos constantes en la salida de balón, envíos en corto y ofrecimiento, pases en largo a banda favorable… Son tantas las virtudes de este tipo de futbolistas, y todas ellas tan necesarias para que un equipo desarrolle un buen fútbol, para que los 11 de campo se conviertan en uno, para que al engranaje nunca le falte aceite, que es poco menos que una ofensa no contar con jugadores así en una plantilla.

En conclusión, la junta directiva del Newcastle United está poniendo de su parte para mejorar lo que tiene y agradar al aficionado magpie, pero las buenas intenciones no conllevan correctas decisiones, y está claro, a juzgar por el irregular y titubeante inicio de año futbolístico, que los derroteros que se avecinan pueden ser muy similares a los que quedaron atrás. Mike Ashley debe darse cuenta de que lo que necesita el Newcastle no es calidad individual, no son grandes inversiones, sino únicamente es un '5'. Tiempo está tardando en ficharlo.