El Crystal Palace de Alan Pardew tuvo que llegar al tiempo extra tras terminar los 90 minutos reglamentarios con empate a uno ante un combativo Shrewsbury de League One, que demostró la belleza de las copas al más puro estilo británico, donde cualquiera puede ganar a los grandes.
Un equipo lleno de titulares
Alan Pardew no quiso dejar nada al azar desde el primer minuto, sabedor de que las expectativas de este año en Selhurst Park son muy altas, y con una plantilla donde prácticamente todos pueden ser titulares, sacó de inicio un equipo con gente como Zaha, Gayle, Hennessey, Ward, Jedinak y Bamford. Muchos de ellos titulares habituales, formaron con compañeros que el año pasado antes de la llegada de los Cabaye, Wickham o McCarthy eran indiscutibles en los eagles. En cualquier caso, una alineación de garantías para intentar solventar el encuentro por la vía rápida, aunque la realidad fue bastante distinta.
Matt Tootle silenció la siempre animosa grada de Selhurst Park cuando en el minuto nueve adelantó a su equipo en el marcador tras una buena combinación con Jean-Louis Akpa Akpro. El Shrewsbury conseguía el comienzo soñado y podía encerrarse en su campo a achicar balones ante unos eagles desconcertados. El desacierto de unos jugadores poco acostumbrados a jugar juntos se hacía presente con cada ocasión fallada, y es que la mejor oportunidad de la primera parte la volvieron a tener los visitantes, que a la contra estuvieron a punto de sentenciar el partido.
Ya al borde del descanso, Abu Ogogo empujó a Bamford en el área tras una buena jugada de Zaha (el mejor del partido con diferencia), y la pena máxima la convertiría Gayle para irse al entretiempo entre suspiros de alivio de los 11.000 aficionados que se dieron cita para presenciar el partido en el sur de Londres.
Falta de puntería en la segunda parte y un Shrewsbury que se vino abajo en la prórroga
Ya con Souaré y Mutch en el terreno de juego, el Crystal Palace tomó el control del partido, aunque la falta de acierto de cara al gol de la pareja atacante formada por Gayle y Bamford seguro dio a Alan Pardew mucho en lo que pensar. El jugador cedido por el Chelsea no pudo superar al portero rival, y no sería hasta la entrada de Murray en el minuto 76 cuando el equipo comenzó a agobiar de verdad a los visitantes. Las ocasiones llegaron siempre por el lado de un Wilfried Zaha muy activo, y un disparo de Gayle al larguero en el tiempo añadido a punto estuvo de evitar una prórroga embarazosa para todos. El gigante puesto en apuros por el pequeño club del equivalente a la Segunda División B española que ha comenzado su liga con dos empates y dos derrotas en sus primeros cuatro partidos.
La charla de Pardew antes del comienzo del tiempo extra surtió efecto entre los suyos, que salieron dispuestos a sentenciar la eliminatoria ante un Shrewsbury muy cansado. En el minuto cuatro de la prórroga, Murray fue derribado en el área y de nuevo desde los once metros anotó para su equipo, que con el marcador a favor se mostró como una apisonadora. Tan solo dos minutos después, Dwight Gayle asistió al coreano Lee Chung-Yong, que puso el tercero en el electrónico y a falta de siete minutos con los visitantes totalmente entregados, Zaha redondearía su gran actuación con un buen remate de cabeza a centro de Pape Souaré.
Los aficionados se marcharon a casa con buen sabor de boca tras la contundente victoria, aunque necesitaron de 30 minutos extra para doblegar a un equipo humilde, y si el equipo quiere llegar lejos en las competiciones coperas esta temporada tendrá que trabajar mucho más duro para poder doblegar a su siguiente rival en esta competición, el Charlton Athletic, rival del sur de Londres que al que se enfrentará el próximo día 21 de septiembre.