El árbitro pitaba el inicio de un partido con el que se presentaba como una nueva oportunidad para que el equipo de José Mourinho comenzara su recuperación. Precisamente, este encuentro era especial para el portugués, pues jugaba su partido número 100 de liga en Stamford Bridge (76 victorias, 22 empates y sólo 1 derrota, hasta hoy). Lo que parecía un trámite blue se convirtió en la continuación de la pesadilla blue de la que parecían haber comenzado a salir tras la victoria ante el West Bromwich Albion. 

Los primeros compases del partido fueron confusos para ambos equipos. Los locales salieron dubitativos esperando a ver cómo sería el planteamiento del equipo de Pardew. El Crystal Palace tuvo la pelota los primeros diez minutos del encuentro, sorprendiendo a los presentes en Stamford Bridge con una apuesta por el juego ofensivo. Su condición de equipo humilde no influyó para nada en su modo de tocar la pelota, pues no se arrugaron pese a visitar la casa del vigente campeón de Barclays Premier League.

A causa de la presión intensa en la zona media del Crystal Palace, el Chelsea se encontraba muy incómodo en el campo, sin espacios en la zona de creación, con Fábregas y Hazard totalmente anulados por el gran trabajo defensivo de Cabaye y McArthur. La primera ocasión la tendrían precisamente los visitantes con un disparo de Zaha, contestado por el conjunto blue con un tiro lejano de Fábregas que intimidó poco a McCarthy.

Pero la dinámica del partido cambió tras el primer cuarto de hora, cuando el Chelsea metió una marcha más y empezó a poner contra las cuerdas al Crystal Palace. El balón se volvió azúl pero, pese a la posesión incontestable de los locales, el equipo de Pardew no sufrió demasiado, ya que sus centrales, Dann y Delaney, estuvieron colosales durante esta etapa y, en general, durante todo el partido.

Con Diego Costa escorado en banda izquierda, Pedro muy activo por el centro y Hazard con libertad en el frente de ataque, el Chelsea empezó a llegar en tromba al área visitante buscando con insistencia la portería. Pedro estuvo muy cerca de marcar en el 19' con un disparo con rosca desde el costado del área que se marchó fuera por poco. Un minuto después llegó la polémica, pues Craig Pawson no vio un penalti bastante claro cometido sobre Kurt Zouma a la salida de un saque de esquina. 

Pese a pasar unos minutos acorralados, los visitantes estuvieron muy a punto de inaugurar el marcador en el minuto 25, pero Courtois se disfrazó de superhéroe para sacar una mano increíble por abajo a un disparo de Sako, muy activo durante todo el encuentro. Esta ocasión reactivó a su equipo, que puso un plus de intensidad y tuvo la más clara del encuentro hasta entonces: Cabaye cazó un balón en el punto de penalti pero otra vez el arquero blue destelló en Stamford Bridge con una parada antológica.

Superado el sufrimiento de las dos grandes oportunidades visitantes, el Chelsea no levantó cabeza y empezó a mostrar esa apatía presente en todos los partidos desde que comenzó esta temporada. Pedro desapareció y sólo Willian participaba en el juego ofensivo, todo esto mientras el Crystal se venía arriba con Sako y Zaha poniendo en aprietos a los laterales blue. El equipo de Pardew estaba replegado pero no sufría peligro y aprovechaba cada ataque del Chelsea para intentar salir a la contra.

Acabó la primera parte con dos grandes ocasiones consecutivas para el Chelsea tras sendos disparos de Diego Costa y Cesc Fábregas, pero McCarthy respondió con paradones.

Segunda parte: el partido toma un rumbo fijo

La segunda mitad comenzó muy convulsa, con ocasiones claras para ambos conjuntos: tanto Pedro como Sako pudieron estrenar el marcador. En el minuto 55 se vivió el momento emotivo, pues fue el la hora de que Bolasie ingresara en el terreno de juego tan sólo días despues de la muerte de su padre.

A pesar de la igualdad con la que comenzó este segundo parcial, el partido comenzaría pronto a tener un dueño: el Crystal Palace. Tras una ocasión clara fallada por Pedro a pase de Diego Costa llegó el primer tanto del encuentro, firmado por Sako.

Corría el minuto 65 y Souare, que no había aportado nada al ataque visitante porque estaba más pendiente de labores defensivas, se internó por la banda izquierda hasta llegar al área y ceder el balón al punto de penalti, donde Sako, con un disparo fuerte al centro, perforó la portería blue y dio vida al marcador.

Como una reacción inmediata de Mourinho al gol, el portugués dio la orden al cuarto árbitro e ingresó en el campo Radamel Falcao. Además, en  los siguientes cinco minutos, se sucederían dos nuevas sustituciones meramente ofensivas: Kenedy y Loftus-Cheek por Azpilicueta y Matic, respectivamente.

Pero la respuesta a los cambios blues tardó en llegar y Bolasie estuvo a punto de sentenciar el partido antes de tiempo, en el minuto 73, cuando falló a puerta vacía tras un pase de la muerte. Cinco minutos más tarde llegó la única buena noticia para el Chelsea en este partido: Falcao anotaba su primer gol oficial con el conjunto de Londres.

Pedro, tras una jugada individual en la banda derecha, puso un centro medido al primer palo, donde se encontraba el Tigre, que, tirándose en plancha, remató con la cabeza un balón que entró con fiereza a la portería de McCarthy. Stamford Bridge ya creía en la remontada y se vino arriba, pero la alegría le duró tan solo dos minutos.

Ward, lateral derecho del Crystal Palace, apareció en el centro del área para cabecear un balón cedido de Sako, que éste recogió en el área tras un gran pase medido de Bolasie. El Chelsea, a diez minutos del final, necesitaba un gol para evitar la hecatombe. Pero no lo logró.

Las intenciones desesperadas del Mou Team no sirvieron para nada. Los últimos instantes del encuentro fueron un carrusel de ocasiones blues, pero ni Pedro, ni Fábregas, ni Falcao pudieron levantar el resultado en contra de un equipo que, poco a poco, se mete en la boca del lobo.