Como ya adelantase Mauricio Pochettino en la previa del partido, todos los focos en el día de hoy irían a parar a Jurgen Klopp. La flamante incorporación al banquillo red parece dar el comienzo de un nuevo proyecto dentro del club.
Con las bajas que tenía el técnico alemán, tuvo que recomponer su delantera. Origi y Lallana reemplazaron a los puntas lesionados y el sistema táctico respecto al último partido ante el Everton cambió.
Presión asfixiante visitante
Klopp quiso dejar las cosas claras en el arranque del partido y propuso una presión intensa y asfixiante a la salida de balón de los londinenses sorprendiendo al equipo dirigido por Pochettino. La defensa no podía salir con la pelota jugada y tenían que mandar pelotazos a la desesperada a Kane para intentar que el campo se abriese, por lo que jugadores como Eriksen o Dembélé les costó mucho entrar en juego en los primeros compases del choque, aunque estuvieron muy bien en labores defensivas, en especial el belga, que volvía de un periodo de lesión a la titularidad.
El primer aviso serio lo daría el Liverpool. Origi remató al larguero tras un gran saque de esquina botado por Milner. La zaga Spur consiguió despejar ese balón que pudo suponer el primer gol del encuentro.
Mignolet al rescate
A partir de esta ocasión y con la entrada de N'Jie por Chadli, debido a que el internacional belga sufrió una lesión, permitió ver una versión más ofensiva de los londinenses. A pesar de que empezó muy impreciso en el pase el ex del Lyon, N'Jie ayudó a desbordar y crear algo más de espacios, conforme el Liverpool se iba desinflando poco a poco.
Kane sigue negado de cara a gol
Durante varios minutos más los visitantes seguían incomodando la salida de balón de los Spurs, sin embargo, minutos después se produciría una jugada que cambiaría la dinámica de la primera parte. Un error en el pase de Sakho que robó perfectamente Kane, y éste se la dio a N'Jie que con el exterior nada más recibir la bola la mandaba rozando la escuadra izquierda. Todo parecía que acabaría entrando, pero un colosal Mignolet salvó a su equipo con una sensacional mano.
Tras esta acción el equipo de Klopp se iría deshaciendo poco a poco en el terreno de juego dando paso a un Tottenham más comodo en la cancha y con el estilo de juego que se está acostumbrado a verle. Eriksen empezó a guiar al equipo y con buenas combinaciones ponía en jaque a Skrtel y Sakho. Fruto de estas apariciones del danés, Kane tendría la oportunidad de marcar el segundo tanto en liga, desafortunadamente para los intereses locales, unos buenos reflejos de Mignolet, unido a que pudo haber ajustado algo más el disparo, no ayudó a que el balón entrase dentro de la porteria. En el rechace de la misma jugada, Alli estuvo a punto de marcar, pero la defensa visitante estuvo muy atenta y desvio a corner un lanzamiento que podía haber sido gol.
En el último tramo de primera parte, N'Jie y Kane siguieron intentándolo sin éxito. Por su parte el Liverpool intentaba llegar a la meta defendida por Lloris, pero cuando lo hacía sus disparos eran mansos a las manos del internacional francés. El árbitro decretó el final de la primera parte, en un duelo en el que en esos momentos mereció el Tottenham algo más a pesar de no carburar en los primeros compases del encuentro.
Las naves se quemaron en la primera parte
La segunda parte no fue la esperada por el público de White Hart Lane. Se esperaba unos segundos 45 minutos con más intensidad y dominio de los Spurs, que no se vio reflejado en el campo. El partido bajó varios niveles de juego en comparación con la primera parte y no se dislumbró en el campo las ganas de sumar los tres puntos en estos primeros instantes de la segunda mitad.
El Liverpool seguía tirando muy mal, tiros centrados y flojos a las manos de Lloris, y el Tottenham tampoco llegaba y si llegaba la zaga despejaba. Walker tuvo varias oportunidades con disparos lejanos, que no supusieron mayor problema para la meta defendida por Mignolet.
Volvería de nuevo la presión del Liverpool, pero el cansancio se notaba en las piernas y aunque no era tan efectiva, consiguieron anular a los Spurs en ataque, que unicamente en pequeñas jugadas individuales y acciones a la contra tenían opciones de llegar al área rival. de nuevo Origi tuvo en sus botas el primer tanto, aunque Lloris estuvo muy atento y en dos tiempos detuvo el esférico. Emre Can también tuvo la suya, un tiro lejano con bote pudo sorprender a Lloris, aunque su disparo se fue lamiendo el palo.
De nuevo Mignolet volvería a ser el salvador de su equipo. Otra gran combinación entre Eriksen y Kane, fruto de una gran jugada individual del danés, propiciaron la ocasión más peligrosa del segundo tiempo. El potentísimo disparo desde fuera del área del internacional inglés fue atajado por Mignolet que la envió a saque de esquina. El inglés y el púbico asistente en White Hart Lane se lamentaba de la oportunidad fallada que les hubiese dado la victoria momentánea.
El partido se acabó en el área del Tottenham. El Liverpool tuvo varias oportunidades de anotar, que no acabó culminando, entre ellas una falta en el lateral derecho del área defendida por Lloris que atajó sin problemas.
El partido acabó en tablas, un buen punto para ambos equipos, aunque a los Spurs le sabe a poco, ya que tuvieron numerosas ocasiones de ganar. Para Klopp es un buen arranque, ya que debutar en uno de los campos más difíciles de la Premier League, tener opciones de ganar, componer la delantera por las bajas, y no poder trabajar con algunos de sus futbolistas por los compromisos internacionales ha sido un complicado reto.
MVP del partido: Mignolet
La actuación del portero belga ha sido fundamental para que el Liverpool sumara un punto en White Hart Lane, pese a entrar poco en acción, las paradas a N'Jie y a Kane por partida doble, han propiciado que su portería acabase invicta en el día de hoy y que los Spurs cortasen su racha de victorias consecutivas en su feudo.