Encuentro dramático donde los haya el que disputaron West Brom y Sunderland correspondiente a la novena jornada de la Premier League y que se saldó con un triunfo de los hombres de Tony Pulis que les sirve para coger aire a cargo de unos visitantes que siguen su particular caída libre (1-0). A pesar del triunfo, ambos conjuntos seguirán otra semana más con la imperiosa necesidad de ganar para intentar escalar posiciones en la tabla.

Los locales siguieron el guión previsto y plantearon un encuentro donde la dupla Rondón-Berahino era una declaración de intenciones sobre lo que se quería mostrar en The Hawthorns. Con el once habitual donde solo destacaba la entrada de SessegnonPulis quiso implantar un alto ritmo de encuentro desde el inicio pero su equipo se vio sorprendido por un Sunderland que no quiso especular y presionaba, continuamente, la salida del esférico local.

Sam Allardyce, flamante nuevo entrenador del Sunderland, puso en liza un once sin demasiadas novedad y apostó por la continuidad de un bloque ha arrancado la competición de la peor manera posible. Consciente de que la necesidad de los suyos junto al nerviosismo que podría surgir, decidió organizar un bloque compacto que bajo ningún pretexto se descompusiera dando, de esta forma, alas al rival como se había producido jornadas anteriores.  

Máxima igualdad

Los primeros 45 minutos fueron un ejemplo de intensidad entre ambos conjuntos, dispuestos a no dejar nada en la retaguardia pero lastrados por el exceso de nerviosismo que no permitió a ninguno pasar de un pobre versión futbolística. Desde el arranque, el Sunderland se mostró más entero y consiguió generar cierto peligro con jugadas aisladas que no tuvieron consecuencias. Por su parte, los hombres de Pulis no encontraron en todo el primer tiempo cómo romper el sistema planteado por Allardyce y sus aproximaciones a Pantilimon se hicieron esperar. 

M'Vila fue el primer en avisar por parte visitante pero, una vez transcurrida la primera media hora de juego, el West Brom consiguió desatarse de la férrea presión y empezó a asomarse por el área visitante. McClean, Sessegnon y Rondón fueron los encargados de aportar cierta peligrosidad antes de que se llegase al descanso. El 0-0 reflejaba la igualdad entre ambos pero dejaba bien latente que se trataba de un botín innecesario vistas las urgencias.

Berahino en acción

La segunda mitad arrancó con el mismo guión de lo que se había visto en la primera. La igualdad, el nerviosismo y cierta ansiedad eran los condicionantes del encuentro que se disputaba en The Hawthorns. Pero con este contexto, ajeno a cualquier tipo de presión, apareció el que nunca falla para los 'baggies. Saido Berahino, en el minuto 54, estaba más listo que nadie y aprovechando un error de Pantilimon tras un chute de McClean rompió la igualdad y situó el 1-0 en el marcador. Era el tercer gol del ariete inglés en cinco encuentros disputados tras su frustrada marcha al Tottenham. El tanto sirvió para tranquilizar a los locales que eran conscientes de que con el transcurso de los minutos eran los visitantes los que debían estirarse y ahí es donde el conjunto de Pulis se encuentra más cómodo. 

Sam Allardyce intentó con los cambios que su conjunto reaccionara y acusara lo menos posible el mazazo psicológico. Con los minutos en contra y la ansiedad cada vez más patente, el Sunderland lo intentaba con más voluntad que acierto. Al final, triunfo de los 'baggies' en un partido trabado que se resolvió gracias al acierto de Berahino (1-0).

Próxima jornada

En la próxima sábado, el West Brom visitará al Norwich en otra prueba fundamental para acabar de revertir la situación y volver a situarse en la zona tranquila de la tabla. Por su parte, el Sunderland recibirá en casa, el próximo domingo, al Newcastle en un encuentro que va más allá de los tres puntos y donde los hombres de Allardyce no podrán fallar.