Los tópicos se inventaron por una razón, y en la noche de hoy en Peterborough se cumplieron todos ellos. El fútbol es injusto, y tras 210 minutos de juego, el equipo de League One cayó en los penaltis ante el conjunto más grande. En los puramente deportivo, cualquiera pudo llevarse el pase en un gran partido de fútbol que cualquier espectador neutral disfrutó por su vistosidad.

Grahan Westley, técnico local, ya avisó antes del partido que el primer partido en The Hawthorns debía servir como aviso a los de Pulis de que no deben tomarse confianzas a pesar de las dos divisiones de diferencia entre Peterborough United y West Bromwich Albion. Y sus jugadores salieron a dar veracidad a lo anunciado por su entrenador, a pesar de la alineación muy ofensiva que dispuso el entrenador galés de los baggies. Saido Berahino, protagonista de uno de los culebrones de la temporada, formaba pareja de ataque con Salomón Rondón en una magnífica oportunidad de reivindicarse como ya hiciese unos días anotando los dos tantos de su equipo en el empate a dos. Experiencia contra atrevimiento, en los locales, Shaquile Coulthirst (21) y Martin Samuelsen (18) demostraron a sus equipos de origen (Tottenham y West Ham respectivamente) que tienen las cualidades y desparpajo más que suficiente para triunfar en el más alto nivel, y en esta noche de miércoles pusieron en múltiples apuros a la veterana defensa del Albion. Por desgracia para los suyos, el noruego sería uno de los protagonistas negativos de la noche al fallar uno de los penaltis del Peterborough que le daría el pase al WBA.

Foto: Richard Heathcote vía The Mirror
Foto: Richard Heathcote vía The Mirror

La presión pasó factura

Tony Pulis volvió a temerse lo peor tras una primera media hora donde cada balón dividido o esférico colgado terminaba con un jugador de azul haciéndose con la posesión. Los posh salieron como auténticos aviones, con una intensa presión muy arriba que impedía a los visitantes superar líneas de pase, viéndose irremediablemente obligados a jugar balones en largo. 

McAuley tuvo que ser sustituido por lesión en el minuto 19La consigna era clara, poner a prueba a Ben Foster siempre que fuera posible. Hasta en cuatro ocasiones los de Westley lanzaron con cierto peligro desde fuera del área, aunque tan solo Beautyman en el minuto 20 consiguió poner en apuros al internacional inglés desde dentro del área. Coulthirst, cedido por los spurs, demostró además que a la contra estaba más que capacitado para medirse una y otra vez con su par y superar en velocidad a sus rivales. Para colmo y superado el cuarto de hora, McAuley tuvo que ser sustituido por el belga Pocognoli. El veterano central norirlandés ha disputado a sus 36 años esta temporada más de 2400 minutos de fútbol, siendo una baja más que sensible en el esquema de Pulis.

En muchas ocasiones la presión tan arriba de los locales terminaba resultando contraproducente, pues lo hacían con más corazón que cabeza, y los chicos de Pulis gracias a su superior calidad conseguían zafarse de los defensores con paredes y combinaciones, especialmente conducidas por Berahino, que hizo mucho daño con su movilidad entre líneas.

De sus pies salió en el minuto 35 la primera ocasión clara del West Brom, gracias a una jugada directa de Foster donde Rondón dejó el balón de cara para el joven internacional sub-21 cuyo disparo se marchó ligeramente desviado. Esta circunstancia cambió las tornas y desencadenó una serie de oportunidades protagonizadas por McClean, Gardner y de nuevo Berahino que pudieron de cabeza, a la salida de un córner y tras una gran combinación, adelantar a los visitantes. El cansancio pasaba factura, y los posh tuvieron suerte de marcharse al descanso con empate a cero en el marcador.

Foto: Richard Heathcote vía The Mirror
Foto: Richard Heathcote vía The Mirror

Despertar e intercambio de golpes

Jon Taylor anotó el gol del empate en el primer partido, y abrió el marcador en la noche de hoyLa segunda mitad comenzó con la misma intensidad que los primeros 45 minutos, y fue el Peterborough el que volvió a avisar primero, por medio de Coulthirst. Los de Pulis, aún inconscientes del riesgo que supone especular ante un equipo con nada que perder, se vieron sorprendidos (una vez más) por Jon Taylor en el minuto 55, el héroe del primer encuentro que forzó este replay, anotando el primer gol del partido gracias a un zurdazo colocado ante el que Foster nada pudo hacer.

Con los nervios a flor de piel, se presentía la tragedia (las camaras captaron una discusión entre Olsson y Foster), por lo que el entrenador galés decidió mover ficha haciendo un cambio importante, hizo salir a un desconocido (y que debió ser amonestado en varias ocasiones) Yacob para dar entrada a Sessegnon. De los pies del internacional por Benin salieron varias de las mejores ocasiones de los baggies, en gran medida gracias a sus siempre peligrosas combinaciones entre líneas con Berahino. Su mera presencia en el terreno de juego hacía recular a la defensa del Peterborough para hacer frente a sus embestidas. 

En el minuto 65 sin embargo, Bostwick de cabeza pudo hacer el segundo, y sin embargo, instantes después, Fletcher anotó uno de los goles de la competición. Una pared entre Berahino y McClean terminó con un centro despejado a la frontal del área que el ex jugador del Manchester United introdujo en las redes con un violento derechazo que rebotó en el larguero antes de introducirse en la meta de Alnwick. Si en el diccionario se introdujesen fotos explicativas, al lado de la palabra 'alivio', deberían mostrar una panorámica de la cara de Tony Pulis.

Los jugadores del Peterborough celebran el tanto de Taylor. Foto: Richard Heathcote
Los jugadores del Peterborough celebran el tanto de Taylor. Foto: Richard Heathcote

Los locales que ya veían más cerca el sueño de pasar de ronda, se vinieron irremediablemente abajo, y tan solo la perla noruega del West Ham, Martin Samuelsen, trataba de sacudirse el dominio visitante. El hammer hizo gala de sus inagotables recursos de caños, taconazos y recortes en una baldosa que terminó por desquiciar a su par en la banda derecha. No en vano, el presidente del Peterborough es famoso por su capacidad de descubrir talentos en las divisiones inferiores del fútbol británico y convertirlas en jugadores de la Football League. El caso más reciente, el de Conor Washington, nuevo delantero del QPR, y que dejó 2,5 millones en las arcas de los posh.

En los últimos minutos el West Bromwich Albion reaccionó, consciente de lo que supone para un equipo de Premier League a estas alturas de la temporada disputar otros 30 minutos de prórroga, y tuvo dos ocasiones muy claras para evitarlo. Un pase largo de Gamboa despejado por el portero local terminó con un disparo lejano de Berahino que despejó Botswick bajo los palos. Al borde del final, Rondón tuvo la última fruto de una gran jugada de Sessegnon, aunque detuvo un muy seguro Ben Alnwick. El partido se iría a la prórroga tras mostrar una igualdad máxima entre un equipo de Premier League y League One tras 210 minutos de fútbol.

Momento en que Fletcher engancha la volea del empate. Foto: Richard Heathcote vía The Mirror
Momento en que Fletcher engancha la volea del empate. Foto: Richard Heathcote vía The Mirror

Sin sistema, fútbol puro

Ambos equipos demostraron en los 30 minutos de tiempo extra que en ocasiones el fútbol más puro es el que se ve cuando los jugadores se olvidan de sistemas, instrucciones, y se limitan a tratar de marcar más goles que el rival. Todo lo visto en las tres horas de juego disputadas anteriormente quedaron atrás, y rindieron pleitesía al espectador con un constante intercambio de golpes fruto del cansancio en ambos bandos.

Samuelsen y Berahino, los más peligrosos de Peterborough y West Brom generaron peligro constantemente haciendo saltar todas las alarmas de las defensas rivales. El noruego tuvo la primera ocasión de la prórroga, y el inglés la última. La del jugador de los baggies fue con mucha diferencia la más clara, al encontrarse con un centro de Gardner sin oposición que no tuvo más que rematar a gol, y sin embargo su cabezazo se perdió desviado. Antes, El recién entrado Maddison, trató de hacer el gol del año con un intento de vaselina muy lejano que su entrenador aplaudió por el atrevimiento, aunque la respuesta de los visitantes no se hizo esperar con un balón que despejó la defensa posh bajo los palos con el portero batido.

Prácticamente se vieron más ocasiones en la última media hora que en los anteriores 90 minutos, y sin embargo se llegaba al enlace menos deseado.

Berahino tuvo las mejores ocasiones del WBA. Foto: Richard Heathcote vía The Mirror
Berahino tuvo las mejores ocasiones del WBA. Foto: Richard Heathcote vía The Mirror

El Reading espera en la quinta ronda a los baggiesPocognoli, Berahino, Gardner y Chester tiraron de galones y experiencia para hacer los goles desde el punto de penalti. Dos de los protagonistas del encuentro, Samuelsen y Fletcher, erraron, quedando el lanzamiento definitivo para el joven Angol, que disparó con demasiada poca confianza como para meter a los posh en la quinta ronda de la FA Cup. El Reading espera a los de Tony Pulis, que debe por el bien del equipo solucionar sus diferencias con el hombre más desequilibrante que tiene en su plantilla: Saido Berahino.