Teddy Sheringham de incógnito con peluca y barba postiza

El ahora entrenador de fútbol acudió disfrazado a seguir las evoluciones de su equipo tras ser despedido en las vísperas de un partido. De goleador campeón de Champions League, a espía aficionado de la League Two.

Teddy Sheringham de incógnito con peluca y barba postiza
Teddy Sheringham como entrenador de Stevenage. Foto: Kevin Quigley (vía Daily Mail)
raul-aguayo
Por Raúl Gilda

Bota de oro en la temporada 1992/93, mejor jugador de la Premier League en la campaña 2000/01, ganador de la Premier League en tres ocasiones, una FA Cup, una Copa Intercontinental, una UEFA Champions League...y recientemente, despedido por el Stevenage Football Club. Haber sido un gran futbolísta no siempre garantiza ser un buen entrenador, y Teddy Sheringham está comenzando a descubrir la dura vida de los técnicos en las divisiones inferiores de la Football League, y tras ocho meses al cargo del modesto club de Hertfordshire no ha sido capaz de remontar el vuelo y ha terminado siendo cesado. El ex delantero de Manchester United, Milwall, Tottenham y West Ham entre muchos otros, deja el equipo en décimo novena posición con 31 puntos y once unidades por encima del descenso, pero muy lejos ya de los puestos altos de la tabla para recuperar la categoría perdida hace dos veranos. 

Sheringham celebra el gol en la final de la Champions League en 1999. Foto: Ben Radford/ALLSPORT
Sheringham celebra el gol en la final de la Champions League en 1999. Foto: Ben Radford / ALLSPORT

"No deja de importarme el equipo porque me hayan cesado, sigo queriendo que se salven"Lo más sorprendente del caso, más allá de ver a una leyenda del fútbol sufrir en su salto a los banquillos, son las declaraciones realizadas por Sheringham recientemente donde aseguró: "no deja de importarme el equipo por no ser mas su técnico, quiero ver que son capaces de salvarse y necesito saber si la mala racha se dio por algo que yo no supe ver o algo que estaba haciendo mal". Pocos técnicos abren así su corazón a la prensa, pero además confesó que fue al siguiente encuentro del Stevenage de incógnito, disfrazado para no ser reconocido: "necesitaba ver la reacción de los jugadores y los aficionados, tenía que ver con mis propios ojos cuál era el ambiente tras mi destitución". Teddy Sheringham, entrenador de día, espía de noche.

Su equipo no fue capaz de evitar la derrota ante el Crawley Town, otro de los equipos involucrados en la lucha por la permanencia en la League Two, y semejante panorama le hace al bueno de Teddy preguntarse si está preparado para este mundo: "si no consigo triunfar con el Stevenage en la última división de la Football League, ¿quién más va a querer contratarme? Esa fue mi mayor aprensión a la hora de aceptar el puesto en primera lugar, pero ahora me doy cuenta que esta profesión, como muchas otras, tiene mucho de evolución y aprendizaje, ahora me siento más preparado y si algún día alguien decide darme otra oportunidad, se cuales son los errores a evitar". 

Sheringham en el vestuario del Stevenage. Foto: The Mirror
Sheringham en el vestuario del Stevenage. Foto: The Mirror

"¿Si no lo consigo en League Two con el Stevenage, quién me va a dar otra oportunidad?"La labor de Sheringham no se antojaba sencilla desde el primer momento, pues tuvo que sustituir en el cargo a Graham Westley, un ex jugador prácticamente amateur que pasó en tres etapas distintas por los banquillos del Lamex Stadium (Broadhall Way para los románticos) y consiguió ascender desde Conference hasta la Football League por primera vez en su historia al Boro, amén de colarles en dos ocasiones en la final del Football League Trophy (Johnstone's Paint Trophy). El hoy en día entrenador del Peterborough United estuvo además a punto de superar al West Bromwich Albion recientemente en la cuarta ronda de la FA Cup, llevando a los baggies a los penaltis en el partido de repetición. Si una primera experiencia en un club es complicada, haciéndolo sustituyendo a un héroe del mismo se antoja aún más difícil si cabe. La carrera de Westley sigue con una progresión ascendente, mientras que la de su sustituto en el Stevenage se encuentra en sus horas más bajas.

En el fútbol como en la vida, las ganas y el hambre de progresar son la mitad de la ecuación, y Sheringham además de aunar esas cualidades con un currículum capaz de quitar el aliento a cualquiera, demuestra amor por los colores defendidos, y ahora suma a la fórmula la posibilidad de aprender de sus errores cometidos en esta experiencia. A Teddy no le faltarán oportunidades, pero su carrera como espía termina tras estas declaraciones, ahora cualquier aficionado al fútbol sabe que puede estar sentado este sábado al lado de Sheringham disfrazado, y las leyendas nunca pasan desapercibidas.

Sheringham celebra un gol con Inglaterra. Foto: PA Vía Dailymail
Sheringham celebra un gol con Inglaterra. Foto: PA Vía Dailymail