Un 'bianconero' de Lecce para el banquillo de Stamford Bridge

Tras la confirmación de la llegada de Antonio Conte al banquillo del Chelsea para la próxima temporada, desde Inglaterra VAVEL repasamos la trayectoria del técnico de Lecce, como jugador y, sobre todo, como entrenador; además de sus preferencias de juego y formación sobre el terreno de juego, para hacer una idea de qué le espera al Chelsea a partir de la próxima campaña.

Un 'bianconero' de Lecce para el banquillo de Stamford Bridge
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Por Javier Diez Colino

La noticia de la contratación de Antonio Conte como técnico del Chelsea desde la temporada que viene y hasta 2019, saltó a la palestra después de que el italiano dijera adiós a la Nazionale. Pese a que su salida del combinado italiano y su posterior llegada al cuadro londinense estaba cantada, tanto Conte como el Chelsea decidieron guardar los tiempos, esperar a que el presidente de la Federación Italiana de Fútbol hiciera oficial la marcha del técnico después de la disputa de la Eurocopa de Francia. Sea cual sea el devenir de la Azzurra en el torneo, Conte se iría, supuestamente porque el míster de Lecce necesita entrenar a diario y no en períodos largos.

Finalmente, el pasado lunes, el Chelsea hizo oficial la contratación de Conte hasta la temporada 2019, convirtiendo a Hiddink en entrenador interino. Un Hiddink que sabía, y además deseaba, marcharse a final de temporada. De hecho, esa fue una de las condiciones que puso el holandés para llegar a Londres y salir de su retiro durante unos pocos meses.

Y es que el técnico holandés sabía perfectamente que el anuncio de la llegada de un nuevo entrenador para la próxima campaña llegaría antes del final de curso, pasara lo que pasara. Y es que, con un equipo roto y desmoralizado después de los primeros meses de competición, la labor de Hiddink debe ser tenida en cuenta pese a la caída en las dos competiciones que le restaban a los blues.

Pero Hiddink, a no ser que logre meter al equipo en puestos de Europa League, objetivo cuanto menos improbable, quedará en el pasado sin pena ni gloria en su segunda etapa al frente del banquillo blue. Y llegará Conte a Londres poco después del final de la Eurocopa. El entrenador italiano, que no contará con muchas vacaciones, tratará de comenzar cuanto antes a preparar una temporada que se prevé apasionante. Una temporada en la que volver a Europa será una obligación para un club que debe pelear por las posiciones nobles de la clasificación. Para ello, Conte, como ya hiciera en la Juve, tendrá como reto devolver a un equipo caído a los puestos de arriba, peleando por todas las competiciones.

Corazón bianconero de un natural del sur

1148 kilómetros separan Lecce y Turín, dos ciudades separadas por toda la península itálica. Pues a Conte, que bien sabemos que le gustan los retos, este viaje de ida y vuelta le sienta bien, muy bien. Y es que, aunque la faceta de entrenador del italiano le venga como anillo al dedo, también le venía la de jugador, jugador de los de antes, de los de camiseta. Camiseta de su ciudad natal y de la Juventus, también de "su" Juventus, donde contribuyó decisivamente a la obtención de cinco ligas, una copa, una copa de la UEFA y una Liga de Campeones, entre otros logros, como jugador; y a tres ligas y supercopas de Italia en tres temporadas como entrenador.

Conte disputó 13 temporadas con la Juventus | Foto: sportal.it
Conte disputó 13 temporadas con la Juventus | Foto: sportal.it

Y es que Conte es uno de los jugadores más jóvenes, prácticamente imberbe, en debutar en la Serie A. Lo hizo con el Lecce allá por el año 86, con tan solo 16 primaveras. Siete temporadas pasó en el club de su ciudad antes de que Giovani Trapattoni le llevara a Turín por siete mil millones de liras, unos tres millones y medio de los actuales euros. Un Trapattoni que pronto se enamoró del juego de aquel mediocentro equilibrado y polivalente pero con mucha llegada a área contraria. Así le recordaba el mítico míster juventino a la llegada de Conte al banquillo de la selección italiana, en 2014.

"Era flexible e inteligente. Una fuerza de la naturaleza en la fase defensiva y en la ofensiva. No es casualidad que se haya convertido en entrenador. Jugando en el medio se es capaz de comprender mejor la dinámica de todas las líneas", Giovani Trapattoni.

Y Conte se superó en el equipo bianconero. 418 partidos repartidos en trece temporadas, llegando a llevar el brazalete de capitán desde la temporada 96/97 y hasta el 2002, a pesar de que su retiro no llegaría hasta el año 2004. Trece temporadas en las que tuvo épocas, dependiendo de unos problemas físicos que lo mantuvieron alejado de los terrenos de juego varios meses, lo que hizo que Lippi dejara de confiar en él para el centro del campo entre los años 1997 y 1999. La llegada de Ancelotti al banquillo piamontés le devolvió una posición central en el 3-5-2 del nuevo míster, aunque, finalmente, hacia la 2002/03, dejó de ser titular, viéndose obligado a ceder el brazalete a Del Piero. Finalmente, Conte se retiró a sus 36 años, con una sola idea en mente: convertirse en entrenador.

Conte, durante la Eurocopa del año 2000 | Foto: Chelsea
Conte, durante la Eurocopa del año 2000 | Foto: Chelsea

Por otro lado, también participó en varias fases finales con su selección, llegando a la final del Mundial de EEUU en 1994 y a la de la Eurocopa del año 2000, obteniendo el subcampeonato en ambas ocasiones. 

Inicios como entrenador y llegada a una Juventus marcada por el 'Calciopoli'

Y su objetivo comenzó pronto, como asistente de De Canio en el Siena, en la temporada 2005/06. El equipo se salvó como decimoséptimo, aunque el escándalo Calciopoli y las sanciones a Juventus o Lazio provocaron que el Siena terminara en decimoquinta posición, con 39 puntos. 

A finales de 2007, fue contratado por el Bari con el objetivo de subir al equipo a la Serie A, objetivo que se cumplió en la 2008/09 tras proclamarse campeón de la Serie B. Tras esto, decidió aceptar una oferta del Atalanta para entrenar al club de Bérgamo, donde dura menos de media temporada, al dimitir en la 14ª jornada por la situación del equipo. Seguidamente vuelve al Siena y logra llevarle a la Serie A, acabando segundo en la segunda división italiana. A finales de la temporada 2010/11, la Juventus, que tras el escándalo 'Calciopoli' penaba por la mitad de la tabla en Serie A, decide ficharle para su banquillo.

Tres Scudetti consecutivos devuelven a los de Turín a la élite

Y su llegada lo cambió todo. Mientras la temporada 2010/11 había acabado con la Juventus en séptima posición, con tan sólo 58 puntos y lejos de Europa, la llegada de Conte al banquillo volvió a llevar al equipo bianconero a la élite del fútbol italiano. Y eso que le costó coger velocidad desde el primer partido, pero desde la jornada 10 todo cambio. Las victorias llegaron y hacia el final de la primera vuelta, el equipo de Conte era el único capaz de aguantar el ritmo a un Milan que quería revalidar el título. Y los piamonteses lograron el primer Scudetto desde el escándalo del 'Calciopoli', sumando 84 puntos en una temporada histórica, no por el número de puntos, sino por no haber sufrido ni una sola derrota en toda la temporada doméstica. 

La llegada de Conte al banquillo volvió a llevar al equipo bianconero a la élite del fútbol italiano

No sería el último: la 2012/13 terminó como la anterior, con la Juventus obteniendo el segundo Scudetto consecutivo y quedándose a uno de lograr la tercera estrella, al llegar a los 30 títulos. Y llegó el tercero con récord de puntos, 102. En su etapa con la Juve, solamente las malas actuaciones en Europa empañaron la vuelta del equipo bianconero a la élite del fútbol italiano. Marchó entonces Conte con destino a la Nazionale italiana después de que el combinado transalpino, dirigido por Cesare Prandelli, cayera en la fase de grupos del Mundial de Brasil.

Conte conquistó tres títulos de liga como entrenador de la Juve | Foto: Getty Images
Conte conquistó tres títulos de liga como entrenador de la Juve | Foto: Getty Images

Y no sólo los triunfos denotan la enorme actuación de la Juventus bajo el mando de Conte. El gran juego desplegado por los turineses devolvió la ilusión a la afición bianconera. Para ello, Conte utilizó varios sistemas, aunque predominando el 3-5-2 que mantuvo Allegri a su llegada. Barzagli, Bonucci y Chiellini fueron siempre los tres tenores en la línea defensiva. También Lichsteiner, llegado de la Lazio, fue el carrilero más importante utilizado por Conte. En el centro del campo, dependiendo de la formación y con un Vidal y Pirlo fijos, jugadores como Marchisio, Pepe... se disputaban ese tercer puesto. Es arriba donde más cambio se produjo. Comenzó durante la primera temporada con arietes como Quagliarella, Vucinic, Borriello, Matri, o un Del Piero en su última época. El mayor cambio se produjo en la campaña 2013/14, última del míster de Lecce, con las llegadas de Llorente, Tévez u Osvaldo. 

De Turín a la renovación de la Nazionale

A pesar de la renovación con la Juventus, Conte aceptó la oferta de la Federación Italiana de Fútbol para hacerse cargo del combinado nacional tras el desastre del Mundial de Brasil. El de Lecce no se lo pensó y aceptó el reto de devolver a Italia a la élite de cara a la Eurocopa de Francia de 2016.

Dos años en los que, dentro de una dulce transición en el combinando transalpino, Conte ha llevado a Italia a la Eurocopa, clasificada como primera de grupo. Una etapa en la que el técnico ha ido cambiando algunos jugadores, caracterizándose su selección por utilizar una gran cantidad de jugadores. Una de las claves de su éxito ha sido sin duda el mantenimiento del bloque defensivo exportado por la Juventus, con Buffon en portería y Chiellini, Bonucci y Barzagli en la defensa de tres. 

Pero la etapa de Conte como seleccionador nacional no ha finalizado, es más, le resta lo más importante, la fase final de la Euro de este verano. Italia tratará de llegar lo más lejos posible y de, una vez más, dar la sorpresa y colarse por delante de los supuestos favoritos: Alemania y Francia.

Y después, devolver al Chelsea a Europa

De pocas vacaciones estivales dispondrá Conte después de la Eurocopa, pues el trabajo en un Chelsea caído comenzará poco más tarde. Un Chelsea que necesita de un entrenador como Conte, un técnico con personalidad y que acostumbra a tomar las decisiones correctas, ya lo consiguió con aquella Juventus que no se había recuperado del 'Calciopoli', y tratará de volver a hacerlo con este Chelsea. 

El Chelsea atraviesa su peor temporada en los últimos 20 años | Foto: BBC
El Chelsea atraviesa su peor temporada en los últimos 20 años | Foto: BBC

El equipo blue figura en la décima posición de la Premier inglesa, en su peor temporada, eliminado en octavos de final de Champions y en cuartos de FA Cup, desde la lejana campaña 1995/96, en la que acabó en undécima posición y, en la jornada 32, estaba con 45 puntos, uno más de los que suma este año. Esa temporada 95/96 fue la última en la que el conjunto londinense terminó en la segunda mitad de la tabla, suceso que no tiene por qué repetirse en esta ocasión. De todos modos, Conte tiene mucho trabajo en el equipo blue

El Chelsea vive su peor temporada desde hace 20 años, cuando finalizó undécimo en la tabla clasificatoria

A pesar de todo, el bloque está formado, el Chelsea tiene en su plantel enormes jugadores de primer nivel capaces de devolver al equipo a lo más alto. Y la clave de Conte será sacar lo mejor de cada uno de ellos y recuperar a imprescindibles como Hazard, muy alejados de su máximo rendimiento. Hay que destacar la labor, de forma interina, de un Hiddink que ha vuelto a unir al vestuario en estos malos momentos, un vestuario con infinitas posibilidades y variantes para volver a su sitio.

Y para ello, Conte es uno de los más indicados: un entrenador que propondrá un fútbol vistoso, bonito, con ritmo y variantes, y con un estilo adaptable a los jugadores con lo que se encontrará. Jugadores de calidad, veloces, seguros y, sobre todo, muy ofensivo. Y el italiano vendrá a Inglaterra por primera vez, el de Lecce saldrá de casa para volver a ilusionar a Stamford Bridge, donde, hay que estar convencidos de que volverán las victorias y el buen juego. ¡Avanti, Antonio!