Partido de resaca de la UEFA Europa League para el Liverpool, que consiguió una hazaña épica el pasado jueves contra un gran Borussia de Dortmund. Klopp decidió dar descanso a la mayoría de sus jugadores premiando su esfuerzo y reservándolos para la fase final de la competición europea. Por su parte, el Bournemouth, se encuentra en una cómoda mitad de tabla y prácticamente salvado. Howe, el técnico inglés, sacó su alineación habitual para evitar sustos innecesarios a final de temporada.

Arrancaba el partido con un Liverpool conservador. Tenía la pelota pero no arriesgaba demasiado y la presión del Bournemouth era muy tímida. Pasaban los minutos sin ninguna jugada destacable, tan solo peleaban ambos equipos por la posesión en mitad de cancha.

El joven jugador red, Ojo, era el que más intentaba desequilibrar encarando a los defensas. En el ecuador de la primera parte llegaría la mejor ocasión para el Liverpool gracias a dos buenos recortes en el área del jugador inglés y que terminaría sacando el balón la defensa hasta en dos ocasiones seguidas.

El Liverpool comenzaba a dominar el partido con posesión y ataques pero el Bournemouth no sufría en exceso en defensa. El partido estaba muy igualado pero faltaba esa intensidad propia de mitad de temporada. Era un partido un tanto descafeinado tanto en el campo como en la grada. Pero en el minuto 41 Firmino se encargó de animarlo marcando tras un rechace que recogió y mando al fondo de la red. Abrían los visitantes el marcador sin un gran juego pero controlando el encuentro, 0-1.

Firmino tras su gol ante el Bournemouth | Foto Liverpool
Firmino tras su gol ante el Bournemouth | Foto Liverpool

Llegábamos al último minuto de la primera parte pero los reds no habían dicho todo. Sturridge, de nuevo muy activo en ataque, ponía el 0-2 con un cabezazo tras un gran saque de falta de Ibe. El técnico alemán celebraba este segundo gol sabedor que salvo milagro se iban a llevar los 3 puntos debido a la pobre intensidad de los locales.

La primera parte finalizaba y de la que podemos destacar algunos destellos de calidad de los menos habituales en el conjunto visitante, como Ojo, que intentaban demostrar su nivel para ser parte del 11 titular en cualquier partido.

Empezaba la segunda mitad sin cambios y con un Liverpool volcado en campo rival. En el minuto 50, Sturridge enviaría el balón al palo en un mano a mano que picó ante el guardameta Boruc. Las ocasiones siempre llegaban del lado visitante debido a la evidente diferencia de intensidad entre ambos equipos. Sturridge, el más destacado del partido hasta el momento, no cesaba en sus intentos por marcar.

Llegaban buenos minutos para el Bournemouth, con posesión y ataques peligrosos que obligaban a replegar rápido al Liverpool. La entrada al terreno de juego de Pugh sustituyendo a Gradel le regaló mayor verticalidad por banda al equipo. Una gran jugada de King propiciaba la mejor ocasión del partido para los locales. Regateó a los dos centrales reds y en la salida de Ward intentó picarla por encima del guardamenta pero sin exito. Una gran mano del portero evitó que recortaran distancias en el minuto 68. 

Sturridge se desesperaba con su segundo disparo al palo

De nuevo, faltando apenas 10 minutos para el final, Ward volvía a impedir el gol local con una gran parada despejando el balón a córner. Buen partido del portero galés que quizás por arriba estuvo fallón pero que al final del partido salvó a su equipo en numerosas ocasiones. Sturridge se desesperaba al enviar otra vez al palo un tiro tras un gran movimiento en el área donde dejó atrás a 3 defensores. Buscaba marcar algún gol para ganar la puja por la delantera inglesa con Origi, duro competidor enrachado en los últimos partidos.

King recortó distancias. Foto: Premier League
King recortó distancias. Foto: Premier League

Con el tiempo ya cumplido, King, el delantero y máximo goleador del Bournemouth lograba maquillar el marcador con un gran disparo abajo ante el que nada pudo hacer el guardameta rival. Finalizaba el partido con un resultado justo en el cómputo global del partido. Un partido con ritmo lento por parte de ambos equipos. El Liverpool guardaba fuerzas para Europa, la única competición en la que optan al título.