A medida que recibe críticas, Wenger parece contestar a todos sus detractores con grandes descubrimientos. Si en la temporada 2014/2015 fue Bellerín el gran protagonista del Arsenal, en el curso que acaba de finalizar, Alex Iwobi, ha sido el que ha centralizado toda la atención, no solo por parte de la grada, sino de equipos grandes a nivel europeo que ya han fijado su punto de mira en uno de los jugadores más polivalentes y jóvenes del panorama futbolístico actual. A sus 20 años ha terminado la campaña como titular en el equipo londinense, dejando en el banquillo a compañeros con más experiencia como Walcott o Joel Campbell.
Una vez más, el francés ha demostrado tener las miras puestas en la cantera del equipo gunner y ha vuelto a llevar hasta el primer equipo a una futura estrella del fútbol. Lo hizo en su día con Cesc Fábregas, la pasada temporada con Bellerín y, ahora, cambiando la nacionalidad española por la nigeriana, con Alex Iwobi, un futbolista del que su entrenador destaca la pausa y visión de juego.
Una oportunidad aprovechada
Surge la duda al pensar qué hubiera sido de muchos jugadores que han aparecido en el Arsenal si las lesiones no hubieran sido la tónica una temporada tras otra. Posiblemente, muchos de ellos no hubieran tenido tantas oportunidades o, al menos, tantos minutos en los que demostrar que eran válidos para esta profesión. De los problemas y visitas a la enfermería se ha beneficiado, si se puede decir así, Iwobi, el último gran descubrimiento de Arsène Wenger. Empezó ocupando el banquillo del Emirates Stadium, pasó por jugar los últimos minutos de encuentros ya finalizados por su marcador, y ha terminado saltando en el once titular en partidos de la UEFA Champions League. Su progresión ha sido brutal y muy nombrada. Tanto, que se ha convertido en la gran revelación del equipo gunner.
Iwobi saltó como titular ante el Sheffield Wedneday en la Capital One Cup
En verano, ya fue elevado al primer equipo. Realizó la pretemporada pensando que volvería al filial londinense cuando las competiciones comenzasen. Sin embargo, todo cambió. Ya estuvo en el banquillo el día en el que el Arsenal disputaba su primer título, la Community Shield ante el Chelsea. La complejidad del encuentro y las circunstancias en las que se estaba desenvolviendo frenaron su aparición sobre el terreno de juego. Cuando sí pudo ponerse la camiseta del primer equipo fue el 27 de octubre de 2015, en un partido de Capital One Cup ante el Sheffield Wednesday. En una temporada cargada de compromisos, el técnico francés dio la oportunidad a los menos habituales en el torneo copero. Lo que fue una oportunidad para Iwobi se convirtió en una dura eliminación para su equipo.
No obstante, su semana mágica aún no había terminado y logró disputar sus primeros minutos en Premier League ante el Swansea en Gales. Sustituyó a Mesut Özil en el tiempo añadido de la segunda mitad y, aunque no tuvo oportunidad de demostrar demasiado, sí pudo ver cumplido un sueño que se tornó en realidad a medida que avanzaba el curso. Apenas cuatro días más tarde, estaba jugando, nada más y nada menos, que en el Allianz Arena ante el Bayern Munich en el que era el cuarto partido de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Es cierto que su equipo cayó derrotado por un sonrojante 5-1, pero Iwobi había batido otro muro más.
Entre todas las competiciones, Iwobi ha sumado veinte partidos
La confianza de Wenger sobre él fue en aumento y como premio a su gran compromiso en los entrenamientos, tal y como ha especificado el galo, consiguió su primera titularidad en Premier ante el Everton, en un partido marcado en rojo en su trayectoria como futbolista no por el debut, sino por la forma en la que lo hizo, pues anotó en el minuto 42 de la primera parte el que fue el definitivo 0-2 para los gunners. A partir de ahí, todo han sido buenas noticias para un jugador que ha sumado veinte partidos en su primera temporada en el fútbol profesional.
Sin un puesto definido por su juventud
Si algo puede aportar Iwobi al Arsenal es amplitud de registros. El hecho de ser un jugador joven no le limita a la hora de desarrollarse sobre el terreno de juego. Si bien ha llegado como extremo, Wenger le ha situado en multitud de posiciones. Ha desempeñado la labor de delantero centro, puesto en el que el equipo inglés necesita un recambio de garantías. Ha actuado como mediapunta, demostrando visión de juego y, quién sabe, si más regularidad que Mesut Özil. Y, por supuesto, como hombre caído a banda, donde puede explotar muchas de sus grandes virtudes.
Iwobi es un jugador rápido, sacrificado en todas las facetas de un encuentro y trabajador. El partido ante el FC Barcelona en el Camp Nou, en los octavos de final de la UEFA Champions League, es un gran ejemplo de lo que puede aportar como futbolista. Era su primera titularidad en el máximo torneo a nivel europeo y, desde luego, no defraudó. A pesar de que su equipo iba por debajo en el marcador global de la eliminatoria, el nigeriano se encargó de poner el susto en el cuerpo de la afición catalana con disparos, regates y pases filtrados que desestabilizaron la zaga local.
En definitiva, Iwobi puede aprender, y mucho, en sus primeros pasos en el mundo del fútbol. Puede ser que esté en el lugar propicio, pues si algo ha demostrado Wenger es confianza en jóvenes talentos que han sacado de apuros en más de una ocasión a la institución de Londres. Su polivalencia, bien trabajada, puede darle una amplitud de registros mayor que la que ya posee el que es sobrino de otra estrella de Las Súper Águilas, Jay-Jay Okocha.