Con el mes de marzo recién iniciado, ya está definida la final de uno de los torneos con más historia y tradición y a la vez menos conocidos de Europa: la Taça de Portugal. El equivalente a la Copa del Rey española se lleva disputando bajo diversos nombres desde 1938, y desde que el Académica de Coimbra se hiciera con el título en la primera edición hasta el que ganó el Sporting de Portugal la temporada pasada, solo se ha dejado de disputar en 1947 7 1950.
Esta temporada, los dos finalistas no solo son dos históricos y potencias del país luso, sino que son dos equipos que ya saben lo que es ganar una Taça y en más de una ocasión. El favorito sin duda, el Porto de José Peseiro. El equipo portista ha llegado a esta final después de superar todos los trámites en las primeras eliminatorias. Varzim, Angrense, Feirense, Boavista y ahora Gil Vicente. Pese a que sus victorias no han sido goleadas y paseos, el cuadro de los dragones no ha dejado lugar a dudas y se ha merecido los triunfos en todas las ocasiones. Es el único equipo que puede presumir de no haber encajado ni un solo gol en esta edición y llegan como claros favoritos a la final.
El Porto no dejó lugar a las dudas y venció con comodidad
Por otro lado, un sorprendente Sporting de Braga será el otro finalista de esta edición. El cuadro guerreiro sufrió más de la cuenta para sellar su pase ante un siempre aguerrido e incómodo Rio Ave, que plantó cara hasta el final y estuvo a muy poco de forzar la prórroga. A diferencia del Porto, el Braga decidió tomar la senda más complicada, la más pedregosa. Ya en los octavos de final se tuvo que medir ante el actual defensor del título, el Sporting de Portugal. Uno de los mejores partidos de la temporada donde el equipo bracanense se llevó la victoria tras una sufrida prórroga (4-0). En cuartos de final, triunfo solvente a Arouca y sufrimiento en semifinales en Vila do Conde.
Puro trámite en Barcelos
Sin duda, la semifinal más desigual de las dos, Terceros en Liga y eliminados de la Taça da Liga, Champions League y Europa League, la Taça de Portugal parece ser la única vía de escape para el Porto. El equipo dirigido por José Peseiro es consciente de que salvo un milagro, el único título al que tienen opciones de llegar es el copero, y su emparejamiento tuvo la suerte de medirse a un equipo de la Segunda Liga portuguesa, Gil Vicente.
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Fue por ell que los portistas no quisieron dejar lugar a las dudas en su eliminatoria. Tenían además el factor, campo, jugándose el choque de vuelta en el Estádio do Dragão. Así que los banquiazules viajaron a Barcelos a medirse con Gil Vicente y desde el minuto uno dejaron presente su superioridad. Victoria tan clara como justa (3-0) que dejó ya encarrilada la situación. Rubén Neves anotó al borde del descanso y ya en la segunda parte el coreano Suk y Sérgio Oliveira liquidaron el partido.
En el choque de vuelta, muchas novedades y rotaciones en el once, para que el público trasladado al Dragão pudiera ver a los menos habituales. Si había un mínimo de esperanza en Gil Vicente, todo eso se difuminó con el tempranero tanto del nigeriano Chidozie Awaziem. Otro africano, Moussa Marega, sería el que marcar el segundo tanto en un partido un tanto espeso que fue un mero trámite.
Sufrimiento más de lo esperado en Braga
El que sí que tuvo serios problemas para llegar a la final fue el Sporting de Braga. El equipo dirigido por Paulo Fonseca se agarró al clavo ardiendo del 1-0 en la ida para obtener el pasaporte ante un Rio Ave que se mostró sus cartas como alternativa a los colosos de Portugal. El conjunto de Vila do Conde hizo sufrir más de la cuenta a su rival y con un gran fútbol hicieron que el Braga solo pudiera anotar esta eliminatoria desde el punto de penalti.
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Así fue, un solo gol en 180 minutos y desde los once metros. La pena máxima, magistralmente ejecutada por Pedro Santos fue el único tanto de una eliminatoria que mereció más goles para los dos equipos. Dos partidos que se caracterizaron por la poca presencia lusa para ser unas semifinales. Menos de la mitad de los titulares (8 de 22) entre los dos equipos son nacidos en Portugal.
Muy pocas ocasiones en el choque de vuelta, aunque todas las que inquietaron al Braga llegaron en los últimos cinco minutos. Sufriendo más de la cuenta pero sufrimiento que vale la pena. Segunda final de la Taça consecutiva para los bracanenses, que cayeron en la final de la pasa edición ante el Sporting de Portugal y en la prórroga.
La final tendrá lugar en Jamor el 22 de mayo
Y de marzo a mayo. El 22 de ese mes ha sido la fecha elegida para la celebración de la final. En Portugal no existen líos para escoger la sede del partido. Los lusos tienen el Estádio Nacional do Jamor, el particular Wembley de allí. Unos buscarán un título que sabrá a poco pero que intentará hacer olvidar todos los fracasos de la temporada. Otros, intentarán levantar su segunda Taça 50 años después de haber conseguido la primera. Sporting de Braga y Porto, un partido que no dejará indiferente a nadie.