Los exteriores del pabellón de La Salobreja gozaban de un ambiente veraniego, sol en alto y gafas de sol estivales casi anunciaban un chapuzón en la piscina, a tan sólo unos metros. Se conoce que por tierras andaluzas fútbol sala y calorcito equivalen a pipas, por lo que kilos de cáscaras recibían al autobús de ElPozo Murcia, como si de una película se tratase. Ya en verano, los charcuteros visitaron Martos para un encuentro de pretemporada, con una muy buena entrada y marcador igualada (6-6). Pero, como manda la tradición: las segundas partes nunca fueron buenas, por lo que Jaén Paraíso Interior sumó una concatenación de desmotivaciones tan sangrienta que bien hubieran preferido a un Jack El Destripador enfrente.
El encuentro se inauguró como se esperaba, con dominio murciano y muchos asientos libres. A 30 euros la entrada se consiguen 30 bofetadas por barba, así que había clareones en las gradas, casi alopécicas. Los de ‘Duda’, aunque sufran contra sus homólogos de alto standing, saben manejar con contundencia a los equipos de baja clasificación. Funcionan sin fallos, continuamente hilando pases rápidos, al primer toque, que propician el cansancio de su adversario, con la lengua tan fuera como el perro que busca la bola, sólo que en este caso sin morderla. El amo, obviamente, vestía de rojo y también manchaba del color, puesto que impregnó la pista con sus movimientos: se veían hasta ráfagas de un lado a otro, como si dejaran un rastro en la carrera. En ocho minutos vencían 0-2 y sin gotas de sudor. Raúl Campos, de volea torpe tras saque de banda, y Franklin, de puntera vigorosa, fueron los autores. Pitido y vuelta a empezar.
En Jaén todo recordaba a un manicomio. Los jugadores corrían con camisas de fuerza y alborotados, desesperados ante la incapacidad de robar balón a su adversario. Concedían espacios en cada zancada y se veían obligados a recular hacia propia meta porque la presencia charcutera les acongojaba de un lado para otro. Cierto fue que hubo sobresaltos y alguna que otra oportunidad clara para los locales, pero el equipo andaluz arrastra un déficit goleador y una pésima finalización durante toda la campaña. El resultado: son el equipo que menos goles mete (54, al igual que Peñíscola). En comparativa, el colista anota más que él. Y su ritmo espeso no ayuda. Algo mejoró con la entrada de Ureña y Emilio a falta de cinco minutos para el descanso, que ofrecieron un pelín de creatividad en la génesis de la jugada, en todo caso insuficiente para la excelente transición defensiva de los murcianos. Un parpadeo permitía el repliegue de ElPozo, muy acelerado, como si corrieran en dos pasos lo que Jaén en nueve zancadas.
Para entonces, Miguelín ya había conseguido el tercer tanto en su jugada. Es su jugada porque siempre que la usa, supera a quien se oponga. Y la vuelve a enseñar y vuelve a superar. Es sencilla: balón en largo y puntera con dirección portería; el destino, se sabe, es gol. Dos minutos más tarde, Franklin subía la ventaja a cuatro tantos después de culminar una jugada en cuatro toques con cuatro protagonistas. El final de la parte evidenció que ElPozo Murcia es un equipo más maduro porque concentra su esfuerzo en mejorar y no en protestar, y porque todas sus piezas son importantes, desde el canterano Jesús hasta la bestia de Miguelín. Ni falta ni sobra nada. Equilibrio.
La segunda parte fue una oda a la desgana por parte de Jaén Paraíso Interior. Se jugó porque es reglamentario, pero pareció que el pitido final era el único remedio para los locales. Las prioridades eran claras: primero se reclamaba tarjeta y ya, si no surtía efecto, se jugaba. La permanencia era justificación para no llegar al pase ni encimar al contrario o, al menos, así se entendió, puesto que las desconexiones entre los propios jugadores proliferaban tanto como las ocasiones de ElPozo. Hasta tres maderas dieron los visitantes, que necesitaban goles para disminuir la diferencia en el tanteo que les separa del FC Barcelona Alusport, su rival directo por la segunda plaza de fase general (+62 para murcianos y +65 para culés). Pudo ElPozo vestirse con batín y zapatillas, como en casa, que no modificaría la diferencia de ímpetu que les separaba de los jiennenses. Sin embargo, no atinaron a embocar después de 15 minutos, incomprensiblemente.
Y acaeció la resurrección. Yoni acertó por vez primera para los locales, a trompicones y con algún que otro tropezón, a meter el balón en portería contraria. Era un consuelo cuando restaban cuatro minutos. No dio tiempo a celebrarlo cuando Miguelín casi desintegra la pelota en un disparo que supuso el quinto para su conjunto. El público, con boca abierta, sólo se le ocurrió aplaudir ante tal despliegue, a lo que el propio jugador respondió de la misma forma, juntando palmas repetidamente. A raíz de aquí, Dani Rodríguez sacó portero-jugador (Lolo Jarque) y Emilio se lució, con pesar, pues aglutinó dos goles más en 30 segundos y estrechó el marcador hasta el 3-5 casi inútilmente. Como si hubieran peleado. Kike, para finalizar, cerraría la tarde con el sexto tanto para ElPozo. Final y abrazos, qué remedio para los locales.
De esta forma, Jaén Paraíso Interior, ya salvado, sigue en sigue en decimotercera posición con 21 puntos, mientras que ElPozo Murcia es tercero con 62 (casi el triple). La semana que viene, Jaén viajará a Lugo para enfrentarse al Azkar y ElPozo recibirá a Inter Movistar en el partido más esperado de la jornada número 29.
Dani Rodríguez y Duda hablaron tras el encuentro
Dani Rodríguez, más comedido que de costumbre, no quiso hacer comentarios respecto a los árbitros y se centró en su equipo, al que consideró que les pudo la aceleración en las jugadas, lo que propició la aparición de errores. Descartó que sea la consecución de la permanencia el origen de que, en algunos momentos del partido, se acusara cierta desmotivación en sus pupilos y quiso dejar constancia que viajarán el Lugo para cerrar la temporada fuera de casa con buen sabor de boca.
‘Duda’, casi sin levantar la mirada del pupitre, hizo su propia lectura del encuentro: “Nosotros nos jugábamos mucho y ellos casi nada. Pero está claro que es un cierre de temporada atractivo para la gente, para los jugadores, que jugaron motivados. En la primera parte hemos estado muy seguros, muy serios y muy acertados y les hemos hecho mucho daño. En la segunda, los únicos dos goles que marcó Jaén de portero-jugador en toda la temporada nos los marcó a nosotros. Somos un equipo de ese perfil, que regala cosas a equipos que nunca lo han conseguido y hoy hemos fallado en no aumentar el marcador, puesto que nos estamos jugando con el FC Barcelona la segunda plaza por diferencia de goles", admitió.
Prosiguió el entrenador de origen brasileño, asegurando que “no tiene sentido” que no hayan anotado más goles con la situación que comparten con el equipo catalán. En cuanto a la sanción por su comportamiento tras la final de la Copa de España, que aún no está oficializada, reconoció que casi no se acuerda de ella y que está seguro de que “esta semana sale”, ya que se enfrentan a Inter Movistar, equipo que les derrotó en aquel último partido. En referencia a la de otro torneo, el de la Copa del Rey, que les medirá por tercera vez consecutiva al Barça, reflejó: "Cada partido es distinto y sabemos que somos capaces de ganar porque es factible. Más que un cambio de chip, tenemos que acertar en los detalles, que son los que deciden", finalizó.