El Palma Futsal retornó a la senda de la victoria. Lo hizo goleando a uno de sus rivales directos en la pelea por estar entre los ocho clasificados para la Copa de España de fútbol sala, el Magna Navarra, al que goleó por 5-1 y aleja de forma significativa con los tres puntos conseguidos por el equipo balear.

Lo hizo con un triunfo brillante y trabajado, en un partido en el que Palma Futsal fue decidido a buscar la victoria como fuera, y encontró algo más que los tres puntos. Porque fue un conjunto sólido, directo, de buen pie, veloz y agresivo. Tuvo muchas virtudes la escuadra que comanda el técnico Juanito, y cuando Magna Navarra encontró las debilidades palmesanas, ahí apareció Carlos Barrón para despejarlas con sus paradas.

El meta cordobés fue protagonista en un buen número de intervenciones que evitaron males mayores para los locales, y permitieron tener tranquilidad a sus compañeros, sabedores del seguro que había bajo palos. Después de la derrota contra el Levante, que no entraba en los cálculos baleares, el partido contra los pamplonicas cobraba una importancia vital. Conscientes de ellos, los jugadores mallorquines se entregaron al trabajo y cumplieron con el objetivo.

Basados en una defensa fuerte, intensa y un ataque rápido y sin apenas fallos, los palmesanos apretaban y apuraban mucho al equipo de Imanol Arregui, que daba la cara y también ponía en dificultades a los locales. Había igualdad en la pista, con ocasiones para unos y para otros, pero si en un aspecto fueron superiores los locales fue en la efectividad en sus ataques. Antonio Vadillo, el capitán balear, marcaba el primer gol del partido mediado el primer periodo en una acción de estrategia en una falta.

Los navarros respondían con buenas llegadas a las inmediaciones de Barrón, muy seguro cada vez que se le exigía aparecer en el guion del partido. Cinco minutos después del primer gol, los palmesanos ampliaban la diferencia en el marcador con un buen gol al contragolpe que culmino Chicho con un remate de tacón girando sobre sí mismo, evitando la llegada del defensor que quería sacar el balón a toda costa.

Un gran segundo tiempo finiquita el duelo

Nada más arrancar la segunda mitad, Bruno Taffy ponía una diferencia de tres goles en el marcador aprovechando un buen pase paralelo a la línea de fondo, para que sólo tuviera que empujarla al fondo de las mallas con la pierna derecha. Los navarros comenzaron a acusar el golpe en el aspecto anímico y pudieron encajar una goleada aún mayor de no ser por su portero Asier.

Eran los mejores minutos en la pista del Palma Futsal, que culminarían a falta de diez minutos para la conclusión con el cuarto gol, obra de Tomaz, para empezar a redondear lo que estaba siendo una gran actuación colectiva de los baleares. Magna Navarra, por casta y por orgullo, no tiró la toalla a pesar de la renta de cuatro goles abajo y logró recortar diferencias a falta de dos minutos por medio de Dani Salside.

Los navarros ya jugaban con portero-jugador, tratando de quemar sus naves para arriesgar y ver si llegaba ‘su milagro’. No hubo tal. Simplemente, un conjunto local mucho más ordenado y sólido en defensa aprovechó un descuido en el ataque de cinco navarro para certificar el partido con el quinto gol, anotado por David en el último minuto de partido.

Tres puntos importantes para Palma Futsal. Por el rival, por las circunstancias, por la imagen ofrecida y sobre todo por el resultado. Un empujón anímico que los baleares quieren aprovechar para tratar de certificar cuanto antes su presencia en Ciudad Real, para lo que ya suman quince puntos en ocho encuentros. Por su parte, el conjunto de Imanol Arregui tendrá mucho que mejorar en los próximos duelos para no verse fuera de la cita copera.