Aspectos técnicos, aspectos tácticos, aspectos deportivos y extradeportivos. Aspectos que han valido un ascenso a la máxima categoría del fútbol sala español de la mano de Juan Carlos Guillamón.

1. Defensa alta y presión en toda la pista

“Yo tengo una idea de juego, que es ser un equipo dominante y presionar lo más arriba posible para intentar robar el balón lo más cerca de la portería contraria, y esa es una idea que yo nunca voy a cambiar. Es decir, mi defensa tiene que ser alta y que presione mucho". Con estas palabras en el mes de septiembre presentaba el técnico su idea a desarrollar en el curso 2015/16, idea que ha quedado patente en la gran mayoría de los partidos. Cuanto más arriba consigas robar la pelota, más lejos estará la misma de tu propia portería, por lo que menos peligro tendrás de encajar goles. La primera línea defensiva es la línea de ataque, una máxima de la que ha sacado mucho partido el Plásticos Romero esta temporada.

Aquí vemos un ejemplo del partido contra el Betis. En apenas cinco metros de largo están todos los jugadores del conjunto cartagenero. El balón, pegado a la línea de banda, y sólo dos jugadores béticos en la misma zona. En este caso en concreto, hay dos pívots sobre la pista (Dani Blanco y Eli), y es este último quien se ocupa de cerrar la retaguardia. Todos atacan, todos defienden, como un equipo, incluso yendo por debajo en el marcador. Efectivamente, Cartagena acabó interceptando esa jugada de ataque por parte de los verdiblancos.

En este segundo ejemplo vemos la idea mucho más clara, dentro del mismo partido. La posesión es bética, pero son incapaces de salir de su propia mitad de cancha debido a la presión local. El balón vuelve a estar pegado a la línea de banda, pero ahora Cartagena lo presiona más arriba, buscando robar en las propias inmediaciones rivales. A la derecha, vemos a Pedreño mirando a la pelota y, a su vez, sin perder de vista al dorsal '14' del Betis por un posible desmarque en velocidad por la banda contraria. Igual que antes, ese balón acabó siendo recuperado por los naranjas.

2. Un portero que las para, un pívot que las marca

A veces, el fútbol sala es tan sencillo como tener un portero que las pare y un pívot que las marque. Cartagena ha tenido ambos. Por un lado, Raúl ha sido el mejor portero de la Segunda División, realizando paradas de gran valor que han mantenido a su equipo en los partidos cuando peor se ponía la situación. Ha detenido dos penalties -en Zamora y Melilla- y ha sido decisivo en el devenir de campaña. Cartagena sido el equipo menos goleado de la categoría durante gran parte de la campaña, y buena parte del mérito la tiene él. Su nivel, de Primera.

Por otro lado, Eli se ha echado el equipo a la espalda en el tramo final de competición. En las últimas seis jornadas ha anotado doce goles -media de dos por partido-, en los momentos de más tensión y propiciando heroicas remontadas como frente al Betis y al Melilla. Su fórmula de recibir, girar, golpear y celebrar ha tenido su culmen este año, después de superar el bloqueo mental que le impedía marcar a principios de año. Un gol al Hércules, dobletes ante Segovia y ElPozo Ciudad, hat-trick contra el Real Betis y un póker frente a Melilla han sido su bagaje en los dos últimos meses de curso. Aparte, ha abierto la lata en seis partidos, inaugurando el casillero del conjunto de la trimilenaria.

3. Esperar en el juego de cinco

Saber de fútbol sala implica saber gestionar los momentos difíciles. El juego de cinco es una posibilidad que habilita este deporte para tener una superioridad numérica sobre el parqué que no siempre se traduce en superioridad de juego. Hay quienes consideran necesario sacar al portero-jugador cuando vas perdiendo por siete u ocho goles y restan cinco minutos de partido, pero es un error. Hay quienes consideran necesario sacar al portero-jugador cuando vas empatando y restan cinco minutos de partido, pero es otro error. El riesgo es muy grande en comparación con el beneficio a no ser que tengas tremendamente perfeccionada la estrategia de juego de cinco.

Guillamón conoce las limitaciones de su equipo y conoce la competición. Demostró la importancia de cada punto en una categoría de semejante igualdad como la Segunda División, donde el goal average puede bien valerte un ascenso. Atacar de cinco trae consigo una pausa en el juego que oculta las virtudes cartageneras en los últimos metros. Emplear la superioridad numérica significa que estás dispuesto a renunciar a tu defensa -que es la base del éxito del Plásticos Romero esta temporada- a cambio de, si la tienes muy perfeccionada, poder aprovecharla y anotar. Renunciar a la defensa era algo que el entrenador no quería bajo ningún concepto. Y le salió bien.

4. El paso del rombo al pentágono y viceversa

A pesar de lo anterior, ha sido necesario emplear el juego de cinco en varias ocasiones en las que el rival se ha plantado en los últimos minutos con ventaja en el electrónico. Los portuarios han tenido más de un recurso, siendo tan efectivos como para haber remontado con esta estrategia en el frente a O Parrulo -con tres goles de Fran en un minuto y medio- o haber empatado en diez segundos el choque ante el Betis. Cartagena ha jugado poco el portero-jugador, pero ha surtido efecto. No obstante, he aquí dos instantáneas del encuentro contra el filial del FC Barcelona, donde los catalanes se impusieron por 5-2.

Aquí, la disposición en rombo con Javi Matía de portero-jugador y Rahali como quinto hombre esperando pegado a la línea de fondo. El hombre que se incrusta entre la defensa es Rubén Zamora, con dos hombres abiertos (Fran y Patricio) para un posible disparo exterior en posición ventajosa. Con esta acción, Rubén Zamora obliga a que estén pendientes de él dos defensores rivales, dejando a un compañero libre de marca. El primer defensor culé -el que está pisando la línea del área- deja de estar pendiente de Javi Matía para tapar más al espigado pívot, permitiendo que el ataque cartagenero avance unos metros.

Segundos después, Zamora se abre para pasar la disposición en pentágono. El vértice sigue siendo el portero-jugador, con dos alas y dos jugadores pegados cada uno a un poste de la portería. Javi Matía vuelve a tener encima al defensor que antes estaba pendiente de Zamora en la disposición de rombo.

Sí, esa jugada también acabó en gol.

5. Los zurdos

Tras el final de la primera vuelta, los rivales ya tenían claro que Cartagena se postulaba como candidato al ascenso directo, y decidieron mover ficha. Algunos tiraron de chequera y otros estudiaron más a fondo los movimientos de los de Guillamón, especialmente el de su pívot de referencia: Eli. Ello trajo consigo la peor época del '9' esta temporada, cuando muchas veces los defensores contrarios le adivinaban los movimientos y no podía marcar. Empezó a entrenar los movimientos hacia el otro lado, a practicar el disparo con su pierna menos buena para tratar de sortear la oposición rival.

Inmediatamente, Juan Carlos y Roberto miraron en el mercado invernal para buscar un tipo de jugador poco común, el pívot zurdo. Sólo había dos componentes de la plantilla que tuvieran la izquierda como pierna buena, Jesús y Sergio. Y entonces llegó Cristian, que marcó apenas un minuto después de debutar y que liberó a Eli en cierta medida del acoso de los zagueros contrarios. Cartagena ganó en variedad de movimientos de ataque, Eli recuperó la confianza a base de goles, y el resto de la historia ya es bien conocida.

6. Jugar por el centro para dejar más libres las bandas

Otra de las instrucciones que más han llamado la atención este curso ha sido el abundante juego por la parte central. Si en defensa se ha buscado estar lo más cerrado posible, en ataque ha sido al revés, abriendo las alas casi al límite de lo ancho de la pista para buscar un mayor desconcierto en la zaga rival. Así pues, el equipo ha tenido como tónica general el adentrarse por el centro en sus jugadas de ataque, también para buscar a Eli en la paralela para el juego de pívot.

He aquí un ejemplo, en el partido en Gran Canaria. La jugada empieza prácticamente pegada a la banda izquierda, pero Rahali se interna hacia el centro con el balón en su poder y permite que le doble Pedreño por la mencionada banda, llevándose consigo a un defensor y dejando al propio Rahali y a Fran en dos contra uno frente al último jugador canario. El de Abanilla acabaría marcando así el gol del triunfo. 

Aquí, en el partido contra Melilla, Eli roba la pelota en su propia mitad de cancha y sale al contragolpe. Lo hace de nuevo por el centro, pero esta vez no tiene acompañamiento en bandas y elige disparar. El balón sale fuera por poco. 

7. Más que un equipo, una familia

Dicen que un trabajo deja de ser trabajo cuando lo disfrutas. El buen ambiente que ha reinado en el Plásticos Romero Cartagena 2015/16 ha sido otra de las claves que sobre la pista se han reflejado en el éxito conseguido. El equipo se volcó con la lesión de Enrique, apoyando al cierre totanero y dedicándole los triunfos de principios del nuevo año. Los jugadores han hecho piña con risas y bromas en los entrenamientos y siendo asociativos en los partidos. Además, al vivir varios en Murcia y alrededores, el hecho de compartir coche para ir a entrenar a la trimilenaria propició aún más tiempo juntos.

En esta imagen vemos un ejemplo perfecto del juego asociativo mencionado. Los cuatro jugadores cartageneros tocan la pelota, que la acaba rematando a gol Rahali por la parte derecha después de una jugada a tres al primer toque pegada a la banda izquierda, donde vemos a Jesús, Fran y Javi Matía. El '19' acaba subiendo al centro mientras que los dos primeros combinan, la pelota le llega y la cede a Rahali con un toque rápido y sutil. El marroquí bate a Gus para hacer el primero de los tres goles del Plásticos Romero en Gran Canaria.

8. Javi Matía, 50-50

"Javi Matía aporta 50-50 entre vestuario y sobre la pista. En el vestuario, los jugadores le respetan mucho, y él intenta ayudar a los más jóvenes. A nivel del cuerpo técnico, me apoyo en él en cosas, en el tema de la estrategia, le pregunto su opinión. Luego sobre la pista también juega, le ves entrenar y tiene unos registros espectaculares tanto a nivel físico como a nivel técnico-táctico. Tiene mucha experiencia, en los minutos en los que los rivales te presionan y no sabes cómo salir, Javi te da salida de balón. Va a ser un jugador muy importante en minutos muy importantes e intentaremos que juegue el tiempo que él pueda dar. Será clave en minutos de estrategia, portero-jugador y demás".

Así definía Guillamón en verano el rol que iba a tener el eterno capitán en el recién finalizado curso. El '5' ha ido de menos a más y ha respondido con creces, sentando cátedra nuevamente. Infalible en los tiros de diez metros, el cántabro ha demostrado que aún tiene mucho fútbol sala tanto en sus botas como en su cerebro.

9. Hombres para suplir a hombres

Algo que ha pasado bastante desapercibido pero que no deja de ser una realidad es la cantidad de bajas con las que ha contado el cuadro portuario esta temporada. Patricio, Enrique, Sergio, Fran, Dani Gómez, Dani Blanco y Rubén Zamora han estado lesionados en algún momento del curso. Hacer la convocatoria de cada partido era tarea muy sencilla para Guillamón, puesto que no tenía que dejar a nadie fuera por decisión técnica, sino por lesiones. En más de la mitad de los 25 partidos que ha tenido la campaña no ha sido necesario realizar descartes técnicos.

Coincidiendo con las bajas de compañeros, ha habido jugadores que decidieron dar un paso al frente. Ejemplo de ello es el trabajo de Pedreño tras la lesión de Enrique, y el complemento perfecto con Víctor una vez que el cierre madrileño llegó a la trimilenaria. Otro ejemplo, el incremento en el nivel de Fran cuando Rahali necesitaba aire fresco, y Jesús haciendo de todocampista aportando los goles durante la lesión de Zamora.

10. La identidad nunca se pierde

El mayor logro de Juan Carlos Guillamón esta temporada ha sido inflar de confianza a sus jugadores. Ha sido hacerles calzar las botas de héroes. Y es que, con excepción del choque en casa ante el Hércules, Cartagena jamás dejó de ser Cartagena. "Este equipo, cuando encaja el primer gol, ya no reacciona. Necesita siempre estar por delante, o se acabó". Frase oída esta temporada, frase totalmente equivocada. Aquí los números:

El Plásticos Romero ha estado por detrás once veces esta temporada sin terminar perdiendo el partido. En el Wssell de Guimbarda, O Parrulo se puso 3-4 y acabó perdiendo, el Betis tuvo ventaja 1-3 y acabó perdiendo, Melilla también fue 1-3 arriba y acabó perdiendo. Fuera de casa, Narón, Gran Canaria y Hércules se adelantaron 1-0 y los tres acabaron abatidos por 2-3. O Parrulo y Valdepeñas iban 2-0 arriba, y los dos encuentros finalizaron con empate en el electrónico. Segovia tenía un 2-1 a favor, pero solo pudo quedarse un punto en el Pedro Delgado finalmente. Melilla disponía de un 3-1, pero Raúl paró un penalti que espoleó a los visitantes y terminó perdiendo por 3-6. Incluso, una vez ya estaba todo el pescado vendido, ElPozo Ciudad dominaba cómodamente por 4-2 y acabó derrotado por 4-5.

Once veces que Cartagena no agachó la cabeza y puntuó en partidos en los que iba por debajo en cualquier momento de los mismos. Ocho victorias y tres empates, 27 puntos logrados en total en estas situaciones. Nada más que decir.

VAVEL Logo