Tras una racha positiva de resultados iniciada en Vallecas, que coincidió con el nacimiento de una de las parejas que se espera marque un antes y un después en esta convulsa situación por la que pasa el club desde hace ya dos temporadas; la realidad es que el empate en en Juegos del Mediterráneo volvió a hacer sonar las alarmas entre los aficionados hispalenses.
No solo por el pobre juego del equipo durante gran parte del encuentro, sino porque ese resultado dejaba al heptacampeón de la Europa League a solo 6 puntos de la zona roja; y como todos los años, llegados a estas fechas las calculadoras empiezan a echar humo cual motor subido de vueltas; y para suerte o desgracia de sus hinchas las posibilidades matemáticas del Sevilla siguen totalmente abiertas tanto por arriba como por abajo.
Evitar el descenso, la principal prioridad
Al conjunto rojiblanco, solo le separan seis unidades del pozo de la clasificación, cuyo corte marca el Cádiz con 22 puntos, tras la liberadora victoria frente al Atlético de Madrid. Esto hace que con 30 puntos por disputarse, el Sevilla deba al menos sumar ocho unidades más para alcanzar la mágica cifra de 40 que representa la media de la salvación en los últimos 20 años.
No obstante, hay que tener en cuenta una variable crucial en la ecuación, y es que esta temporada se postula propicia para que se marquen los peores registros por parte de los tres últimos desde 2018, cuando, a estas alturas, el 17º clasificado ostentaba la pobre cantidad de 20 puntos, solo dos menos que el Cádiz en estos momentos. La liga acabó con el Deportivo de La Coruña siendo el primero de los últimos, con 29 unidades.
Esto significa que, de darse situaciones similares, al cuadro de Nervión le bastaría con sumar una victoria más para salvar la categoría; de esta manera esta se convertiría en la peor temporada de los tres colistas de primera desde la 94-95.
Europa, la utopía que solo respaldan las matemáticas
Este deporte nos ha enseñado a lo largo de los años que los milagros existen, y sino que se lo digan al propio Sevilla cuando levantó su séptimo título europeo en la peor temporada de las últimas dos décadas. A pesar de que muchos optimistas puedan pensar en la épica aferrándose a los datos, el panorama es más complejo de lo pueda llegar a parecer para algunos.
Los andaluces se encuentran ante un desierto de 14 puntos que los separa de su eterno rival, equipo que actualmente ocupa la plaza que da acceso a disputar la ronda previa de la Conference League; esto se traduce, en la necesidad de sumar más de la mitad de los puntos aún en liza para tener una oportunidad de soñar con el epopéyico regreso a Europa; contando por supuesto, con que los equipos que actualmente se encuentran peleando esas plazas sufran un notable bajón de rendimiento, que permitan a la tripulación nervionense coger su rebufo.
Aunque parezca una misión imposible la historia reciente de nuestra liga nos ha deleitado con algunas recuperaciones de película.
El Español, consiguió en la campaña 2018-19 sumar la friolera de 19 puntos de 30 posibles, para colarse a última hora en la última plaza que daba derecho a jugar competición europea. Esta hazaña, por contra, contiene letra pequeña ya que la situación del conjunto catalán no era ni mucho menos parecida a la que vive el Sevilla en la actualidad; a los pericos les separaban tan solo seis puntos de Europa y nueve del descenso.
Aun así, unos nos números semejantes podrían devolver al equipo de la capital de Andalucía entre los siete mejores clasificados de la Primera División tras un año de ausencia.